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La filosofía a fines del milenio Indice de Revistas La gran persecución: España 1931 - 1939. Un libro imprescindible.

ARBIL, anotaciones de pensamiento y critica

Noticias Globales.

Magnífico boletín de noticias sobre temas que se relacionan con la promoción y defensa de la vida humana y la familia, con información exhaustiva y actualizada constantemente.

Noticias Globales [ http://pagina.de/noticiasglobales ] (antes Noticias de la ONU) nace de la necesidad de informar. Muchas veces, los que nos interesamos de un modo u otro en la defensa y promoción de la vida humana y la familia echamos en falta más información.

Cada uno en su sector, dentro de un amplísimo marco de intereses necesita, cada vez más, una información confiable, constante, suficientemente detallada, basada en los documentos de los organismos internacionales, que informe de los programas y decisiones que atentan contra los valores fundamentales y se reflejan al poco tiempo en las legislaciones particulares de cada país, de cada provincia y de cada ciudad.

Los organismos internacionales y un innumerable número de organizaciones no-gubernamentales (ONG's) -muchas de ellas con categoría de consultoras de la ONU-, con los más variados pretextos -todos ellos revestidos de un manto de altruismo-, ponen en práctica una variedad abrumadora de medidas que no respetan la dignidad humana.

A la vez, los Estados tienen cada vez menos libertad de acción para rechazar esos programas y proyectos, una maraña de acuerdos y tratados internacionales, así como también la opinión pública internacional, juegan un papel preponderante en la creación de un ambiente internacional ciegamente favorable a unos derechos humanos que no respetan los derechos fundamentales; a una ética medioambiental elaborada para justificar la ambición de los países centrales; a un concepto de una calidad de vida que niega el derecho a la vida de los más pobres e indefensos, etc.

La variedad de temas es, evidentemente, muy amplia. Algunos programas y proyectos de los organismos internacionales, se proponen fines laudables. Pero, ¿entendemos nosotros lo mismo que ellos cuando los estudiamos?. Esas organizaciones, ¿no han implantado un lenguaje perverso, en el que lo que se oculta es más que aquello que se expresa?. ¿No comprobamos en los hechos -por los informes que llegan de distintas partes del mundo-, que con sus acciones niegan lo que a simple vista aparece en los documentos?.

El boletín Noticias de la ONU pretende informar y documentar lo que no es sino un proyecto de dominio global de los países desarrollados. En pocas palabras, a quienes hacen Noticias de la ONU no les conforma el discurso cultural de moda.

Uno de nuestros amigos, el profesor Michel Schooyans decía en 1992, "nos encontramos hoy día frente a una nueva tendencia totalitaria. Los países ricos buscan para ellos mismos una libertad de acción total. Ellos utilizan para este fin los métodos más sofisticados, de manera de frenar la natalidad en los países pobres. No dudan en utilizar las organizaciones internacionales públicas o privadas, en las cuales las actividades se dirigen directa o indirectamente a la 'contención' de los países más pobres. La ONU se comporta cada vez más como una organización 'supranacional' y no internacional. Esto significa que se presenta como una instancia superior a los estados que la componen, que les impone sus decisiones propias de tal forma que limita en los hechos la soberanía de los estados miembros".

Todo esto lo confirma el Informe Global 2000 del gobierno de los Estados Unidos, ampliando lo escrito en el Informe Rockfeller y el Informe Kissinger. El Global dice claramente que los países centrales, deben usar el sistema de monitoreo de las Naciones Unidas para imponer leyes internacionales nuevas.

Por lo tanto, no se trata sólo de controlar la natalidad de los pobres, sino de imponer un nuevo sistema de valores que acompañe, colabore y fomente, como si fuera un imperativo moral e imprescindible para la existencia de la humanidad sobre la tierra, el proceso de globalización económica, que está al servicio de los intereses del mundo desarrollado.

Para eso, se pretende "rehacer" las sociedades, sometiéndolas a un proceso de "reingeniería social" -término que figura en algunos documentos internacionales-, imponiéndoles una "nueva ética", basada en "los nuevos paradigmas": el nuevo paradigma de familia, el nuevo paradigma de género, el nuevo paradigma de los derechos humanos, el nuevo paradigma de la salud, el nuevo paradigma del derecho, especialmente, del derecho internacional, etc.

Si se pretende someter a todos los países, imponiéndoles unos nuevos valores, es para realizar el sueño de todos los grandes totalitarismos: el dominio total del mundo; y como es lógico, este proyecto de dominio universal pretende borrar todo rastro de cristianismo en la "nueva sociedad globalizada".

El nuevo orden ha elegido su divinidad. Como es sucesor ideológico del evolucionismo social, su nuevo dios es el Hombre Nuevo, autónomo, autor de sus propias normas, esencialmente igual al Hombre Nuevo del marxismo o el nazismo. Los dogmas del nuevo orden son la democracia, el relativismo ético, la autodeterminación, la libertad y la tolerancia, todos ellos al servicio de los más fuertes.

Como dice el Cardenal Ratzinger, creer que en la persona de Jesucristo y en la fe de la Iglesia "hay una verdad vinculante y válida en la historia misma es calificado como fundamentalismo", porque "constituye el verdadero ataque al espíritu de la modernidad, se presenta como la amenaza fundamental emergente contra los bienes supremos de la modernidad, es decir, la tolerancia y la libertad". Para los profetas del nuevo orden internacional, la mujer o el hombre de fe son el enemigo.

Por supuesto que el sistema cuenta no sólo con convencidos propagandistas e impulsores, sino también -y quizás eso sea lo peor-, con una multitud de personas, intelectuales, religiosos, políticos, para las cuales el diálogo con esta nueva ideología aún es posible. En la práctica pretenden contentar a sus interlocutores "cediendo un poco", y siempre salen perdiendo ese "poco" que han entregado y mucho más. Lo lamentable es que quienes pierden no son sólo ellos, sino pueblos y sociedades enteras.

Para ilustrar estas páginas recogemos un párrafo de Su Santidad Juan Pablo II en la carta al cardenal Keeler, Arzobispo de Baltimore y Presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos. Las palabras del Papa describen claramente la situación por la que atraviesa el mundo: "Al final del siglo XX estamos asistiendo a una paradoja singular: se niega el carácter sagrado de la vida humana apelando a la libertad, a la democracia, al pluralismo e, incluso, a la razón y a la compasión. Como subraya la declaración de los obispos, las palabras han perdido su significado, y nos hemos quedado con una retórica en la que el lenguaje de la vida se utiliza para promover la cultura de la muerte. La libertad se ha separado de la verdad, y la democracia, de los valores morales necesarios para su supervivencia; una noción errónea de pluralismo pierde de vista el bien común; la razón con frecuencia se niega a ocuparse de las verdades que trascienden la experiencia empírica; y un falso sentido de compasión es incapaz de afrontar los límites y las exigencias de nuestra naturaleza de seres creados y dependientes. Se invoca constantemente el lenguaje de los derechos humanos, mientras que se viola continuamente el más elemental de los derechos, el derecho a la vida. Los obispos han identificado la fuente de esta contradicción en la confusión moral que deriva inevitablemente de 'la reestructuración gradual de la cultura norteamericana según los ideales de utilidad, productividad y rentabilidad'. A menudo la confusión es tan grande que mucha gente cree que la opinión de la mayoría determina la diferencia entre bien y mal, e incluso los puntos de apoyo tradicionales de la vida humana, como la familia, el derecho y la medicina, algunas veces se ponen al servicio de la cultura de la muerte. En estas circunstancias, los cristianos deben actuar. Se trata de una exigencia fundamental no sólo del seguimiento de Cristo, sino también de la democracia, que florece cuando 'las personas convencidas exponen con gran vigor sus opiniones, con todos los medios éticos y legales de que disponen'. Esto no es fácil en una situación en la que a veces se tergiversa deliberadamente la doctrina de la Iglesia y se desprecia a quienes la promueven. Pero no podéis permitir que nada de esto enturbie vuestra visión o disminuya vuestras energías".

No se nos escapa que algunos nos calificarán, entre otras cosas, de negativos. Para nosotros la virtud de ser positivos no significa negar o esconder el mal, sino señalarlo y denunciarlo, para que cada uno -en la medida de sus capacidades y en su ámbito- ayude a repararlo.

Nuestra esperanza no consiste en buscar el paraíso en la tierra, ni en crearnos mundos virtuales, para no complicarnos la vida. "Cristo a vencido a la muerte y al pecado, -escribió hace pocos años el Cardenal López Trujillo- y su victoria es la garantía del triunfo que debe animar nuestra esperanza. La cultura de la vida prevalecerá. 'Matasteis al autor de la vida. Pero Dios le resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello' (Hch 3,15). He aquí la razón de nuestra segura esperanza".

Para terminar, sólo nos resta decir que Noticias de la ONU se va haciendo a medida que pasan los meses, no es un proyecto estático. Vamos buscando nuevas fuentes confiables. Encontramos muchas manifestaciones de la "cultura de la muerte" en leyes y reglamentaciones de países concretos. Quien quiera que lea estas páginas, tenga información documentada, y quiera compartirla, puede enviarla a nuestra redacción y la daremos a conocer.

Juan C. Sanahuja



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