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Las primeras fotos de nuestro hijo (IV) Indice de Revistas El prodigio andaluz: todo es actual y a la vez viejisimo

ARBIL, anotaciones de pensamiento y critica

Ladrones .

Hay muchas formas de robar, de sustraer lo que es debido, a la familia, a la sociedad, a los trabajadores, a las empresas, a la comunidad, a la naturaleza, ... incluso a nosotros mismos.

Hace tres mil años, Moisés recibió un mandamiento de Yahvé : No robarás. Y , aunque parezca mentira, sigue vigente. Robar es algo más que apoderarse o retener los bienes de otra persona injustamente o perjudicarle en sus bienes. Pero además de la cartera, la motocicleta o el coche, la fruta en el campo, el mobiliario o enseres de la vivienda, la mujer de otro o el atraco a un banco; existen bienes, ladrones y procedimientos tan especiales y tan sutiles que muchos robos pasan desapercibidos como tales robos. Ni siquiera llamamos ladrones a los que hurtan ciertas cosas o de ciertas maneras. Bueno será recordar algunos:

Chapuceros. Son aquellos que nos roban un tiempo precioso haciéndonos esperar uno y otro día. Terminan mal su trabajo y nos hacen repetir la operación al poco tiempo con un costo doble. Constituyen una de las pestes de todas las sociedades. El chapucero se da en todas las actividades y capas sociales, desde ministros a peones.

¡Hay , esas oposiciones!, que se convocan, especialmente en las administraciones públicas, cuando las plazas están dadas de antemano. A veces, cientos de opositores pierden años o meses de su vida preparándolas para nada. Gastan un dineral en viajes , libros, academias y apuntes para descubrir, en el momento del examen, que muchos opositores saben quienes van a salir y los temas que se van a proponer. ¡Qué casualidad! y aciertan. Se les ha robado tiempo, ilusiones, salud y lo que dejaron de ganar al no trabajar en otra actividad. Las empresas privadas, que se juegan sus euros, raramente utilizan las oposiciones por considerarlas inútiles y obsoletas.

Muchas empresas de todos los tamaños: Bancos, Seguros, Constructoras,…Ponen tranquilamente en la calle a los empleados por "No estar integrados en la Empresa" , u otros eufemismos, que significan que los tales empleados no quieren trabajar las horas extras que no le pagan; los que no soportan cobrar pagas donde la nómina dice una cosa y la paga otra; los que no quieren firmar que han recibido las vacaciones sin disfrutarlas; los que no están dispuestos a cobrar paga de peón con título y master universitario, con el INRI añadido de ver aplaudido su buen hacer; los que están hartos de ir al paro cada tres meses… Si se revuelven demasiado pasarán a la lista de los malditos. Todo sea por el bien de la empresa y con el silencio y beneplácito de sindicatos, leyes y políticos de medio pelo. Forman parte de las hordas de nuevos esclavos.

Esos profesores que habitualmente faltan o entran en sus clases con 10 minutos de retrasos y llevan las lecciones sin preparar. Alumnos que no estudian ni dejan estudiar a los compañeros, que faltan a sus clases y molestan a los profesores . Un alumno que no cumple sus obligaciones ¿ tiene derechos como alumno?. El destrozo que han causado algunos políticos en la educación lo ven hasta los ciegos. ¿ Qué adjetivo le ponemos a estos personajes, que se han cargado ya a dos o tres generaciones de estudiantes?

Rateros de tiempo. En una época en que la hora de trabajo se cobra normalmente a más de tres mil ptas. (18 euros), perder el tiempo o hacérselo perder a los demás es un robo como otro cualquiera. Papeleo administrativo que nos hace perder meses y años estúpidamente, para arreglar asuntos que en otras naciones se solventan en 24 horas- léase abrir un negocio-. Médicos que citan a todos sus pacientes a la misma hora para no perder ellos ni una; fontaneros, albañiles, … que raramente se presentan a la hora o el día acordado ; pleitos a los que nadie ve el fin, y sin cuyo resultado se paraliza la vida de mucha gente.

También reciben un feo nombre los obreros y empleados, que con un sueldo aceptable y empleo fijo andan todo el día racaneando, trabajando a medio gas y no todas sus horas. Son los que intentan justificar su incompetencia y nulidad murmurando de jefes y compañeros en todo momento. Casualmente cogen la gripe dos veces cada año. Pocos son suficiente para emponzoñar y destruir una empresa.

Los políticos forman parte de la más noble de las actividades humanas, pero algunos se dan una rara habilidad en prostituirla con efectos nefastos y destructores. Mucha es su gloria, cuando son honestos y eficaces; pero también es grande su responsabilidad y miseria cuando trabajan mal , y sobre todo, cuando retrasan o no cumplen sus obligaciones. ¿Qué gloria hay para los que en vez de servir al pueblo se sirven de él? Son los que llenan los puestos de gobierno o trabajo con sus familiares, amigos, compañeros de partido o ideología; ignorando, despreciando o persiguiendo a los que no son de su cuerda. Los puestos de dirección deben ser ocupados, siempre, por personas inteligentes y eficaces. Por muy leal que sea un tonto , un inútil, un disoluto, un memo, no debería ¡ NUNCA!, ocupar un puesto de responsabilidad. Con una sola firma causan más destrozos que un huracán, pero sus daños nunca se contabilizan.

La responsabilidad de quien eleva a un alto puesto a uno de estos personajes, y de quien lo mantiene en él, no será menor que la del personaje en cuestión. La lealtad es , en primer lugar, muy en primer lugar, para el pueblo a quien se dice servir, las otras lealtades son secundarias. La democracia, los votos no son valores absolutos, y , desde luego, no pueden utilizarse, ni son aceptables como excusa para cometer, en su nombre, verdaderas tropelías.

A los políticos causantes de los "daños" subsiguientes por mala fe, por ignorancia, por interés partidista o de cualquier otro tipo ¿ Qué adjetivo le añadimos? Además, tienen el agravante de que sus actos son, generalmente, legales. Para eso hacen ellos las leyes. Véase el uso que se hace de casi todas las televisiones en España y fuera de España. ¿Quién hace las leyes que permiten a ladrones y asesinos entrar por una puerta del juzgado y salir por otra, cuando son llevados ante los jueces? Sin embargo, cuando los políticos de turno consiguen que estos tipos se mantengan en mínimos razonables , logran que el mundo siga siendo hermoso y habitable.

Medio ambiente. Los que dejan basuras y suciedad por donde pasan, los que emponzoñan el aire o el agua , los que destrozan árboles; los malos pescadores o cazadores que no pasan de ser más que asesinos de animales. Los grafiteros cuyas gracias roban millones a los Ayuntamientos en limpieza. Todos y cada uno de los que privamos a las generaciones futuras de un mundo mejor ¿ No estamos robando algo que vale más que el dinero?

Salud. Traficantes de drogas, incitadores al alcohol, a la pornografía, al botellón, al juego, a la violencia…¿No están robando salud? ¿No están robando vida? ¿No están malgastando enormes medios económicos?

Sin embargo, vemos que los comerciantes inteligentes no necesitan robar, pues saben como hacer frente a sus problemas, y están convencidos que la honradez es una buena inversión y la mejor de las propagandas. Tardan más en triunfar, pero es un triunfo que da más satisfacciones y más duradero. El robo se deja para los torpones, que no se enteran donde se meten, ni saben después como salir. Donde se pone comerciante, podemos escribir cualquier otro nombre.

También sería bueno que, desde el púlpito, de vez en cuando, los sacerdotes hablen de temas como estos, aunque levanten ampollas. Son los que realmente interesan al público. De paso, podrían recordar a los que se confiesan- si confiesan los robos- que no hay perdón sin devolución. No hace mucho pregunté a un sacerdote amigo: ¿Se confiesan muchas personas de haber robado? Si, algunos, contestó. Volví a preguntar: ¿Cuántos han devuelto lo robado? Ninguno, que yo sepa, volvió a responder. Es algo que siempre se justifica.

Tampoco olvidemos que buena parte de estos casos son posibles por la permisividad , la falta de coraje , la desunión y la no utilización de los medios de protesta y denuncia, que las leyes ponen a nuestro alcance. Si nosotros no luchamos por nuestros derechos ¿Por qué lo van a hacer los demás?

Además, también dicen que son ladrones los que roban por hambre. Cuando huyen corriendo, la gente grita ¡Al ladrón!, ¡ Al ladrón! Pero, cuando a nuestro lado pasa tranquilamente y pavoneándose un grafitero, un chapucero; un mal juez, político , profesor, médico, empresario u obrero le saludamos y damos los buenos días muy cordialmente : "Buenos días Señor, vaya Vd. Con Dios". "Quede Vd. Con El", nos responden. Pero el Señor ya sabe con quien se gasta los cuartos. Sabe que Adán, el primer hombre, fue un ladrón ; Eva, la primera mujer, una mentirosa; y Caín, el primer hijo, un asesino. ¡ Qué tropa, Señor!

Ante este panorama lo primero que pensamos es ¿ Qué hace El Estado? ¿Qué hace la Junta? ¿Qué hace el Ayuntamiento, la escuela, la, la, la...? ¡ Oiga!, Y ¿ Qué hacemos Vd. y yo?

Alejo Fernández Pérez.



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