En la manipulación y la extorsión

por Jesús Romeo-Samper

Breve narración y análisis de los acontecimientos tras el 11-M y sus repercusiones

La masacre de los sucesivos atentados contra los ferrocarriles ha causado, de momento, 191 muertos y alrededor de 1.639 heridos; pero también una crisis de posiciones políticas que ha afectado a millones de españoles. Y esa masiva crisis -como veremos- no ha sido casual, sino magníficamente planeada y conducida.

El mismo jueves negro, el Ministro de Interior Ángel Acebes señaló a Euzkadi Ta Askatasuna como responsable del crimen. Sin duda, basándose en los últimos intentos de E.T.A., abortados por los Cuerpos de Seguridad del Estado, de provocar masivas matanzas en Madrid. En esas agitadas horas otros, principalmente la prensa extranjera, comenzaban a acusar a Al Qaeda.

Sábado 13. La investigación avanza y se suceden las primeras detenciones. Al Qaeda y no E.T.A. parece ser la causante del horror. Y ese dolor compartido, comienza a ser deliberadamente desmoronado por algunos: pues no les importan las víctimas, en su dialéctica pragmática ahora; lo prioritario es forzar el voto bajo una simple, absurda y nefasta manipulación de los hechos. Se acusa al Gobierno de mentir intencionadamente y de ocultar información, al señalar inicialmente al terrorismo etarra. Desde luego nada dicen, los que esto manifiestan, de los inmediatos éxitos policiales, de la eficacísima asistencia y evacuación que se organizó. Tampoco, por supuesto, de que los detonadores estaban fabricados en Vizcaya, ni de que la goma-2 era de manufactura española. Y cuando hablan de la solidaria y masiva respuesta de todos los españoles, parecen querer atribuirse el espíritu y organización de la misma, vamos: todos los donantes de sangre -por ejemplo- parecían ser del P.S.O.E, Izquierda Unida o E.R.C.

Hago un inciso, pues los hechos seguirían vertiginosamente desarrollándose, para recomendar la lectura de un artículo de Jon Juaristi en 'ABC' (domingo 14/03/2004, sección Opinión, página 11), que puede resultar -al menos- esclarecedor. El Director del Instituto Cervantes, antiguo militante de E.T.A. y conocedor exhaustivo del nacionalismo vasco, comenta: "Ya que he venido insistiendo en la deriva islamizante del nacionalismo vasco radical y de E.T.A. en particular mucho antes (ya en 1998 escribió sobre el tema) del 11 de marzo,... " Juaristi resume así la evolución de las inclinaciones doctrinales etarras: años sesenta, una E.T.A. pro-israelí; años setenta, 'los milis' arabizados con el F.L.N. argelino; finales de los ochenta y caída del muro de Berlín, la cúpula etarra busca sus referentes en la antiguas Repúblicas de la U.R.S.S. y de Yugoslavia (muchas de ellas musulmanas). Y sigue comentándonos. En 1989 la Universidad del País Vasco, respaldada por el Ayuntamiento de Madrid y en colaboración con el Freiburg Institut (sinónimo de la Federación de Musulmanes Europeos), organiza la investidura como Doctor Honoris Causa de Ernst Jünger -mi escritor, a propósito, favorito-. En la ceremonia se manipuló a Jünger que, posiblemente, no se enteraría de mucho de lo que allí se decía, presentándole como adalid de la lucha independentista de los 'países sometidos' frente a los estados estructuralistas. La F.M.E. desarrollaría una campaña de captación entre los jóvenes 'jarraikus' durante los noventa, con vistas en el futuro de una Europa con mayoría de proletarios musulmanes. Y acaba el siglo con los artículos de 'Gara' (diario sucesor de 'Egin') tachando a Juaristi de sionista, de cercenador islamófobo,... ¿hace falta decir algo más?

El argumento básico que vincula a Al Qaeda con E.T.A. y otros grupos terroristas separatistas, tanto en Europa como en otros ámbitos (Bosnia, Filipinas, Chechenia,... ), es común y no otro que su carácter fundamentalista. Si la democracia, con sus regímenes de libertades y derechos, se ha implantado en los estados nacionales: el interés fundamentalista es derrocar esas nacionalidades, por cuanto su interés prioritario es implantar el 'estado talibán.' Al fundamentalismo islámico le interesa implantar sus creencias religiosas y, en consecuencia, su modelo de sociedad y Estado. Frente a la libertad de creencias, frente a la alternancia de poderes e ideas: Al Qaeda sólo encuentra la vía de 'desestrecturalizar' aquellos estados de los que hablaba Jon Juaristi (España, Rusia, Estados Unidos,... ). Y la estrategia fundamentalista no es otra que 'el del palo y la zanahoria': islamizando en la lucha a sus jerarquías y bases, prometiéndoles su ansiada independencia, induciéndolas a la lucha (con aporte de armas, con entrenamiento, con planificación de atentados,... ).

Que la mayoría de los grupos terroristas están en íntima conexión no es secreto para nadie, sino 'vox populi.' Las evidencias parecen apuntar claramente a Al Qaeda, no sé si con colaboración o no de E.T.A.. Escuchando -lunes 15- la radio ('Onda Cero,' Carlos Herrera) un oyente interviene para manifestar mi misma opinión: ¿acaso importa quién fué?, ¿no son todos terroristas? Doscientas vidas han sido sesgadas por un grupo criminal, esa es la única y aplastante realidad.

Y es aquí, en torno a esta última idea expuesta, donde continua la manipulación desencadenada desde la IIª guerra de Irak hasta concluir, en el caso de España, en el descalabro electoral del PP ayer día 14. Pero hagamos un poco de memoria.

A la primera guerra del Golfo nos llevó Felipe González... ¿quién no recuerda la visita de Marta Sánchez a las tropas españolas? En esa Iª guerra dirigida por Bush padre, participó España con sus tres ejércitos.

En cuanto a la IIª guerra, que fué -no lo olvidemos- consecuencia de los atentados terroristas de Al Qaeda aquel 11 de septiembre en Estados Unidos (luego refrendados por otros tantos a lo largo y ancho del mundo): España ha participado mínimamente, y ha mandado más a su Ejército en misiones pacificadoras y humanitarias. Y en ese panorama quiso encontrar la izquierda su 'caballo de Troya' entrando, indomable, en la convivencia nacional. El Sr. Llamazares ejerciendo de cabecilla con sus constantes llamamientos a manifestaciones, orgullosamente detrás de la pancarta; el Sr. Zapatero secundándole: y las masas detrás. ¿Debemos recordar las consecuencias?: asaltos a sedes del PP, agresiones a sus militantes y simpatizantes, un clima de inestabilidad no conocido desde hacía años. El 'no a la guerra' de I.U., del P.S.O.E., de E.R.C. y otros, paradógicamente, inflama la bandera para una contienda civil, que se desata con multitud de incidentes violentos clasificables -cuando menos- de hechos de carácter penal. La coordinación y ejecución de muchas de aquellas vandálicas acciones fue el inicio de una estrategia claramente golpista y derrocadora, por la violencia, de un gobierno legítimo. Y resulta preocupante, en sumo, ese afán por crear el disturbio y la algarada, el desorden, en consecuencia, la inestabilidad por tanto y, lo que es peor, el temor y la inseguridad. ¿Pensaba en estas cosas el Sr. Llamazares y compañía cuando movieron la primera ficha? Al que suscribe, por lo que iremos viendo, no le cabe la menor duda acerca de una intencionalidad clara en un plan generalizado de desestabilización democrática.

Y entre las primeras promesas expresadas por el futuro presidente Zapatero figura la promesa de retirar nuestras tropas del Golfo. Retirar tropas que están allí orgullosas de cumplir con sus fines: humanitarios y pacificadores. Nuestros soldados no podrán, en unos meses, luchar contra el terrorismo de los resistentes irakies; no podrán asistir a la población civil;... no, no podrán, y no podrán por el capricho de los electores de Zapatero, Llamazares y Carod Rovira. Y es hora de preguntarse con qué legitimidad moral hablarán de derechos humanos, de lucha antiterrorista, de paz.

Si Lewis Carroll escribió "Symbolic Logic I: A logical Paradox; What the Tortoise said to Achilles" (traducido como "El juego de la lógica," Alianza Editorial, madrid, 1972) tal vez deberíamos plantearnos su recomendación como libro de cabecera: al menos, visto lo expuesto o recordado acerca de la guerra de Irak, parecería obligatorio libro de texto para estos líderes políticos. Y planteo una breve secuencia de los hechos: uno, Al Qaeda atenta contra las torres gemelas y el Pentágono en Estados Unidos; dos, siguen durante dos años los atentados por todo el mundo; tres, España entra como aliada en guerra contra Irak; cuatro, Llamazares y demás comienzan su campaña (es decir: Al Qaeda y los estados que la amparan no son perseguibles); cinco, la campaña izquierdista se intensifica y agudiza con el 'no a la guerra'; seis, 11 de marzo de 2.004, la serie de explosiones que dejarán más de 1.800 víctimas directas en Madrid; siete, no parece ser E.T.A. sino al Qaeda, con lo que Gaspar recobra su 'lógica', se replantea su estrategia y ve la luz a tres días de las elecciones; ocho, como la causante parece ser Al Qaeda, olvidemos los meses de oposición a la guerra y señalemos acusadarodamente al antiguo amigo fundamentalista.

El giro de Llamazares, seguidos por otras formaciones de la izquierda, resulta absolutamente desvergonzado. Pero hay más, en este punto referido a los atentados. Recordemos que poco tiempo ha discurrido desde el desvelamiento de las conversaciones entre Rovira y E.T.A. La reacción de unánime condena al líder de E.R.C. fue inmediata y, sin embargo, en estas elecciones han pasado de uno a siete diputados. ¿Asombroso, no? Y, sin embargo, la explicación es la misma que la expuesta para el incremento de votos en el P.S.O.E. cuando todo comenzó a apuntar a Al Qaeda. Para el grueso de las izquierdas que se manifestaron contra la guerra de Irak: el paso de E.T.A. a segundo plano en la investigación, restauraría al mancillado y vilipendiado Rovira, además de justificar la siempre tendida mano a los separatistas y terroristas; en tanto a la incriminación principal contra Al Qaeda, se justificaría como la reacción fundamentalista por la intervención de España en la guerra. Los resultados electorales refrendaron la 'lógica izquierdista': el P.S.O.E. creció exponencialmente como defensor del 'no a la guerra'; E.R.C. igualmente por su defensa del diálogo con E.T.A.; e I.U. ha sido la gran castigada, como comodín para las anteriores formaciones, en su postura anti-intervención y pro-separatista.

Aparte de la errónea manifestación popular contra la intervención de España en la IIª guerra de Irak, otra serie de sucesos han ido jalonando esta estrategia desestabilizadora. Y el principal ha sido la marea negra creada por el 'Prestige.'

A raíz del derramamiento de fuel por el petrolero frente a Finisterre, la protesta ecologista -absolutamente legítima en principio- derivó en violenta y extorsiva acusación contra el gobierno del P.P. El propio Rajoy estuvo a 'pie de playa' y, no lo olvidemos, las iniciativas del ejecutivo para llegar al verano con las costas limpias no son palabras mías, sino testimonio de todos los turistas que pudieron disfrutarlas. No olvidemos las subvenciones a los mariscadores y a los pescadores mientras la producción estuvo detenida. Por lo que a mi respecta, puedo testificar que en Cantabria el pasado verano las playas eran limpiadas, del poco 'chapapote' que llegaba, antes de las nueve de la mañana.

De nuevo Llamazares, Zapatero y sus 'pancartistas,' intencionadamente, obviaron la legislación comunitaria en cuanto al tráfico marítimo y a la seguridad de los buques. Pues que el 'Prestige' fuera un monocasco y discurriera por aquella ruta no era capricho del Sr. Aznar ni de su gobierno. Exigirles un mínimo conocimiento del mundo del transporte naviero (aseguradoras, fletadores, registros, adunas, Safety Foiles Dates Security,... ), lo cual complicaría en demasía el asunto, sería exigirles demasiado... al menos, si todo esto no fuera una premeditada estrategia, podrían contar con un asesoramiento técnico y jurídico. Y pongo un ejemplo personal y económicamente insignificante en mi empresa: la pérdida de cuatro cajas con un peso no superior a los 96 kgs., en el puerto de Singapur camino de Bangkok, me ha costado innumerables gestiones y reclamaciones desde octubre de 2.003 hasta marzo de 2.004... ¡¡todo por un valor de 800 USD!!

A esta concatenación de hechos deberíamos sumar las bajas en Irak y el accidente del Yakolev con nuestros militares. Sobre las bajas, remito a lo arriba dicho: es de suponer que nuestros ejércitos están orgullosos, como patriotas, de prestar sus servicios humanitarios y pacificadores en nación tan castigada. La familia del Capitán Martín Oar, caído en el Golfo, renunció a cualquier acto oficial o público. En cambio, la explotación mediática de los periodistas caídos, frente a las de las víctimas militares (incluídas todas nuestras laureadas víctimas en Irak), supone una trágica y trascendental diferenciación entre unos y otros. Pues un solo reportero excusa, bajo la asunción de su propio riesgo profesional, manifestaciones y disturbios. Para los caídos militares, en funciones -repitámoslo- humanitarias y pacificadoras, faltan dedos de muchas manos en su cuenta, nos faltan 'pancartas' al estilo de Gaspar, nos sobran 'manos blancas', nos faltan medallas y reconocimientos que otorgar, nos sobran manipulaciones pero nos faltan oraciones,... y, sobre todo, echamos de menos un mismo sentir y trato, una no manipulación sino un sincero y austero reconocimiento.

'Crónica de una noche anunciada.' Noche del sábado 13 al domingo 14, quedo a cenar con unos amigos. Y nada más salir a la calle me estremece un ensordecedor ruido. Desde algunos balcones la gente irrumpe en una 'imprevista' cacerolada. Y siento, como muchos vecinos, miedo: sí, miedo a estas manifestaciones; miedo a la imposición de una coacción; miedo al elemento 'incontrolable' y coercitivo; miedo al perturbar de la vida tranquila, pacífica, de las gentes; miedo a la manipulación, algarada, disturbio y anarquía. Vuelvo a casa con el corazón a cien... los corazones son libres de latir a más o menos frecuencias, y en según que momento: unos laten acelerados por el inmediato momento del triunfo, otros por el terror a esas gentes que, violentamente, esfuerzan sus cacerolas en el 'último asalto al poder.' Vuelvo a casa para escuchar la radio: esporádicas (¿?) manifestaciones en contra del P.P., caceroladas, disturbios, pintadas, cuatro mil concentrados protestando en la calle Génova,... Y retomo mi decisión de que nadie irrumpa en mi derecho a un día de descanso, ni interrumpa el asueto de una cena de amigos, mis relaciones, mi vida en fin. En la calle sigue la cacerolada,... y por todo Madrid igual. Esta es la crónica real de cualquier madrileño que salió a cenar esa noche: los periódicos han dado testimonio de ello, sólo podemos corroborarlo.

Colapsada la plaza de Cibeles. Furgonetas antidisturbios, y en busca de gresca turbios grupos con un feroz odio en la mirada. Miedo, coacción, absoluta falta de libertad incluso para manifestar, aún no siendo votante del P.P. para defender la verdad,... Es el momento de una catarsis que hace ver más allá de lo evidente, y de formularse la quaestion básica: ¿A estos alborotadores, a sus dirigentes, acaso les importan las víctimas? Ni les importan estos 200 muertos y 1.639 heridos, ni las de los militares desplazados a Irak, ni la de Couso, ni los fallecidos en el Yakolev, ni la suerte de los damnificados por el 'Prestige.' Por sus venas -lo hemos analizado- sólo corre el rencor y el odio, aman tanto la muerte como los de Al Qaeda o los de E.T.A., porque persiguen el poder 'cueste lo que cueste', y -por ende- en su política de desestructuración nacional no les importa secundar cualquier corriente criminal que sustente su victoria: que no es otra que la vieja consecución de un estado socialista, anti humanitario, social y nacional. La aventura marxista tiene, al menos en Europa, una triste y sangrienta trayectoria que nadie debería, por dignidad moral, eludir en su reflexión y ponderación futura.

No podían faltar los 'intelectuales' en la trama. Así, el 16 de marzo declara Pedro Almodóvar: "Tenemos que entender algo terrorífico: el PP estuvo a punto, el sábado por la noche, de provocar un golpe de estado... No me gustan los móviles, pero me he arrodillado ante el inventor, porque los móviles y los mensajes en Internet han sido los que han castigado al PP." Durante la celebración del triunfo electoral pareciome ver a Juan Echanove en la sede del P.S.O.E. (pero en tribuna, ¡eh!): tal vez me equivoque. En ABC (17/03/04, página 28) así lo constata José Manuel Costa: los 'chats' del jueves eran de dolor y condolencia; el viernes ya pasaron a atacar al P.P., T.V.E. (especialmente a Urdaci), R.N.E., Antena 3 y La Razón; el viernes ya se convocaba a las protestas en la C./ Génova y en La Puerta del Sol; el domingo ya se daba la instrucción de votar anti P.P. y algo más: "Sí, acabo de ir a votar. Luego me he pasado por las Casas Bajas, he pillado medio gramo de farlopa y me lo voy a esnifar con la papeleta del P.P." De los mensajes por móviles ninguno me llegó, pero sí por el correo electrónico (y siguen llegando hoy día 17) ridiculizando e insultando a todo el P.P. y a Urdaci... y esos que mis contactos no son fervientes seguidores de Almodóvar.

Y aquel paso de esa triste noche, tuvo más consecuencias que levantar el desorden, el caos y el miedo. Más repercusiones que provocar un replanteamiento del concepto de la Democracia. Democracia no es esto: Democracia no es aguantar enfurecidas turbas atemorizando a los ciudadanos. No es democracia soportar la coacción de actitudes amenazantes como las de Herri Batasuna. No es tolerable el insulto, el ruido y la amenaza desde los balcones, desde las calles, hacia el ciudadano corriente. No, no hay derecho a que Madrid sufra ese 'terrorismo callejero' en cuanto le conviene recurrir a el a los líderes izquierdistas. Tengo derecho a salir a la calle, a pasear, a cenar con mis amigos... y esa gente no tiene ninguno, repito 'ninguno', a interrumpir nuestra convivencia, a molestar e quebrantar la paz por su capricho de concretar sus intereses. No, yo no tengo por que dejar de pasear, de dejar de cenar con unos amigos, de bajar las persianas de casa, de ocultar mis opiniones cuando compro el pan en el barrio, ni siquiera de esconderme ni de huir a un 'gheto' por temor a unas gentes que nos dieron -Res. Llamazares, Zapatero, Rovira- miedo y terror. ¿Quiere más argumentos? Se los doy, aunque sólo sea por demostrarle como, históricamente, las trayectorias de sus corrientes políticas no han causado sino dolor.

Los sucesos de la noche del 13 al 14, precedidos por los otros alborotos antecesores, recuerdan a los disturbios izquierdistas durante la IIª República. La persecución religiosa desatada el 11 de mayo de 1931: casi 100 templos y casas religiosas incendiadas en unas horas, 6.832 asesinados al final de la guerra. La militar iniciada el 29 de junio, suprimiendo la Academia General Militar de Zaragoza. La política iniciada en noviembre de 1933 con el primer jonsista apuñalado. Cinco años de desorden y anarquía. Con sucesos dramáticos como los de la revolución de octubre de 1934, o la insurrección anarquista de Casas Viejas violentamente sofocada por el Gobierno. Y, asimismo, similar es el tono de las declaraciones de los dirigentes de esta urdimbre revolucionaria con las de aquéllos.

¿Más argumentos y/o coincidencias? Diez de agosto de 1932, se aprueba el Estatuto de Cataluña. Primera reivindicación -no lo olvidemos- del exultante Carod Rovira, así como de Convergencia i Unió: más acariciable ahora que nunca, con los 7 escaños de E.R.C. ¿Y en cuanto al País Vasco? Más de lo mismo, pronto Ibarretxe exige la reconsideración de su plan soberanista. Creo absolutamente factible que en breve, en el plazo de un año, ambas Comunidades Autónomas den un paso más hacia la independencia con la concesión de sendos estatutos y, a lo más tardar, dos después asistir a sus respectivas revoluciones independizadoras. ¿Tremendismo?: repasemos la historia de la última república. Y jugando a la contingencia, que es lo que mejor nos puede hacer prever desastres, un factor clave ensombrece más aún el futuro. Me refiero al papel que la monarquía jugará en toda esta serie de hechos previsibles. Si bien el Rey Juan Carlos I ha desarrollado un importantísimo y central papel en la transición española, aportando una ejemplar actitud y adquiriendo -con ella- una invalorable experiencia... ¿qué nos depara el futuro? Su Alteza Real el Príncipe de Asturias, como lo demuestra la impositoria elección de su prometida a los propios reyes, no tiene la experiencia de sus padres, el sentimiento de responsabilidad y servicio que caracteriza al Rey: ¿será capaz de frenar lo que se nos avecina?

A día de hoy, dieciocho de marzo, contamos con toda una serie de detenciones y fructuosas investigaciones ya iniciadas el mismo día 11. A la vista de todo lo expuesto y lo que nos queda por oír y contemplar, ¿qué podemos esperar? Podríamos darle un margen de confianza al gobierno de Zapatero en la confianza de que se rodeé de unos buenos ministros, sobre todo en Economía, Hacienda, Interior y Asuntos Exteriores (que son los que mueven una nación). Pero -personalmente- me asiste el pálpito del terror que pueden sembrar esas gentes de la noche del sábado, esa base militante del nuevo gobierno, y siento un irrevocable miedo a sus actitudes y reacciones, más aun: a sus ocultos planes. Pues no tendremos estabilidad y progreso en lo internacional sin una unidad nacional, nada garantizada por estos hechos. Confiemos en que esta vieja 'piel de toro' sepa, después de tantos siglos de unidad y sentir común, conserve la frialdad necesaria para superar estas circunstancias sin zaherimiento alguno

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Jesús Romeo-Samper

Revista Arbil nº 79