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Di no a la constitución antieuropea, totalitaria y tiránica

Democracia y nacionalismos

por Alejo Fernández Pérez

La democracia es una simple forma de gobierno más, y muy vulnerable. En el libro de los Proverbios 29,2 leemos: “Bajo el gobierno de los justos está contento el pueblo; cuando mandan los impíos el pueblo suspira” Mejor será que nos enteremos de la vida de quienes nos pueden gobernar más que de los programas electorales, tan perfectos todos ellos. Las diferencias estriban más en las inquinas personales y en los tópicos históricos que en los programas, pues en el fondo las normas las marca hoy la Unión Europea.

Nos dice el diccionario de M. Moliner que: Democracia es el “Sistema de gobierno en el que los gobernantes son elegidos por los ciudadanos mediante votación”. Todos, yo también, estamos de acuerdo ¡Faltaría mas! . Y nos quedamos más anchos que panchos. Pero, ¿no será una mala broma? Mirando a nuestro alrededor vemos cosas raras. Comentamos unas cuantas surgidas de conversaciones entre amigos de cultura media-alta, sin pretensiones doctorales. Así:

Primera sorpresa : De las 213 naciones de este mundo apenas dos docenas de estas podríamos considerar como democracias, y algunas con serios reparos: Inglaterra, USA, Suecia,…. También se llamaban o se llaman democracias ”populares” Rusia, China, Albania, Corea del Norte, Cuba…En algunos de estos paraísos tuvieron que levantar telones de acero para que no se les fugasen los trabajadores a quienes decían defender; en otras se escapan por mar exponiéndose a ahogarse antes que disfrutar de su paraíso. En la práctica, existen democracias que se parecen unas a otras como un higo chumbo a un guarro chico.

Las democracia se basa en las votaciones, y estas en un “Sistema Electoral”, variable de unas naciones a otras, que las condiciona en su raíz. Y aquí si que hay mucho que discutir. Hasta hoy, los presidentes de nuestros partidos confeccionan a dedo las listas a votar, atendiendo fundamentalmente a la lealtad incondicional al jefe y a los intereses del partido. Mientras las listas no sean abiertas el voto estará condicionado. No será libre. Y si los partidos no funcionan democráticamente ¿ Cómo va a funcionar el Gobierno de la nación?

Otra bromita es que nuestro sistema electoral, la Ley D’Hont, premia a las minorías de las “Nacionalidades históricas”: Cataluña y Vascongadas, mientras penaliza a los partidos nacionales, pues estos necesitan muchos más votos que aquellos para sacar los mismos escaños. ¡Que se lo pregunten a IU y a los CiU´s!

“En 1934 tras proclamar Companys el Estado Catalán (sic), el director de la Vanguardia alarmado escribe: ¡Cataluña había logrado sin riesgo alguno, gracias a la República y a la Autonomía, una posición incomparable dentro de España, hasta erigirse en verdadero árbitro, y hasta el punto de jugar con sus gobiernos como le daba la gana” En el 2004 Cataluña sigue jugando con España pues en las elecciones del 14M el PSOE (Zapatero y Maragall) obtuvo la mayoría con 164 escaños, le sigue el PP con148, CIU con 10, PNV con 7, ERC (Rovira) con 8 e IU con 5. Los demás no cuentan. La mayoría absoluta precisa 176 votos, que la ostenta el PSOE con poca ayuda. Pero, ¿Quién manda realmente en España? Pues Zapatero, Jefe del Gobierno español, depende del catalanista Maragall, Maragall del catalanista Rovira, y Rovira con 8 escaños los pone firmes a todos. Es decir, 8 diputados mandan “democráticamente” a más de 350 diputados y a casi España entera. ¡Jo, qué democracia! A su vez, los tres dependen de la voz de su amo: el Sr. Polanco, propietario de los principales medios de comunicación. ¿ Y de quien depende el Señor Polanco?. Mejor será parar aquí.

La democracia supone alternancia de partidos, pero tras el 14 M se oyeron expresiones de muchas personas relevantes como: ¡Jamás volverá a gobernar el PP! Y han puesto manos a la obra intentando hacer recaer sobre el PP. y Aznar todo lo malo que pueda pasar y arrasando todo lo bueno que hicieron, que fue mucho. Un gobierno que quiere partir de cero ¿es un gobierno democrático? ¿o es un gobierno insensato? Si cada gobierno destruye lo que hizo el precedente, nuestro porvenir se presenta oscuro.

La mejor arma para destruir a la democracia es la democracia misma, la utilizó Hitler y la utilizan la mayor parte de las dictaduras comunistas, fascistas y grupos revolucionarios. La libertad no puede servir para atacar a la democracia que la hace posible. Permitirlo, es suicidarse. La libertad como la democracia tienen límites, no son valores absolutos y debemos impedir que se utilicen como “engañabobos”

La democracia es una simple forma de gobierno más, y muy vulnerable. En el libro de los Proverbios 29,2 leemos: “Bajo el gobierno de los justos está contento el pueblo; cuando mandan los impíos el pueblo suspira” Mejor será que nos enteremos de la vida de quienes nos pueden gobernar más que de los programas electorales, tan perfectos todos ellos. Las diferencias estriban más en las inquinas personales y en los tópicos históricos que en los programas, pues en el fondo las normas las marca hoy la Unión Europea.

¡No nos engañemos!, el pueblo no ha mandado nunca o lo hace en rarísimas ocasiones; ni manda, ni mandará. Siempre han sido las minorías las que hacen mendrugos o pasteles con la masa. Cada vez que se produce una manifestación, una protesta o una aclamación muy raramente es espontánea, siempre está movilizada y dirigida por alguien y para algo. Esto quizá resulte duro para algunos oídos, pero hay que decirlo ¿No estamos en democracia?. Para inclinar el voto hoy poseemos el arma terrible de la propaganda, la pancarta y el eslogan. Quizá, la única cosa práctica que podría hacer el pueblo es no votar jamás a una misma persona o partido más de 8 años seguidos. Que descanse un tiempo y después, si es el mejor, podrían volver a elegirle. Más importante que gobierne uno u otro es que la “democracia” se conserve, y esta se convierte en dictadura, y se prostituye inexorablemente, cuando los gobernantes se perpetúan en el cargo. Obsérvense las tres comunidades con mayoría absoluta que gobierna el PP o las otras tres del PSOE donde los gobernantes se eternizan. Las conclusiones se las dejo a los lectores.

Lo que mueve a los políticos de todos los colores y de todos los tiempos no es más que el poder; dicho sin ánimo peyorativo, sino como realidad a tener en cuenta. Entre ellos es frecuente el “Vale todo menos perder” Por el poder, sobre todo cuando es absoluto, se bajan los pantalones las veces que sea necesario. Por mantenerse en el poder transigen con todas las peticiones que les hagan los nacionalistas; por el poder incumplen sus programas de gobierno y traicionan a sus votantes tantas veces lo crean conveniente; por el poder son capaces de vender a su mejor amigo. Y por el poder son capaces hasta de servir al pueblo, que ya es decir. Lo que no entendemos es por qué el PSOE y el PP no se ponen de acuerdo en las cuestiones de estado fundamentales, en vez de estar esclavizados por pequeños partidos. ¿No se ponen de acuerdo todos los partidos rápidamente a la hora de subirse los sueldos?

El terrorismo nacional y el internacional están falseando brutalmente a las “democracias”. Sin él es seguro que los resultados electorales del 14M serian otros, y sin él no se hubiesen producido muchas guerras. Desde el año 45 hasta hoy hay guerras en más de 30 naciones. Sin embargo, los revolucionarios no han protestado más que de una: la de Irak. ¿Por qué?

Azaña, tan alabado como demócrata ,”influyó decisivamente en los rasgos más antirreligiosos y sectarios de la nueva Constitución (1931), haciéndola no simplemente laica, como se dice, sino hostil a las creencias y sentimientos de la mayoría de la población. Sólo esto ya la volvía muy poco democrática, y peligrosa para la convivencia” ¿A qué pueblo o a quién servía?

Pío Moa, comunista arrepentido, historiador denostados por las izquierdas actuales por dejar en evidencia a los que están distorsionando la Historia de España escribe “Como ustedes saben, en la guerra civil la democracia no fue un punto en cuestión, salvo en la propaganda. Pues nadie creerá en serio que defendían la democracia los comunistas, agentes de Stalin y muy orgullosos de serlo. O los socialistas de entonces, que en octubre de 1934 se habían rebelado contra un gobierno salido de las urnas, con el propósito explícito de comenzar una guerra civil e instaurar un gobierno revolucionario. O los nacionalistas catalanes, que participaron en la misma intentona antidemocrática y guerra civilista. O los anarquistas, que despreciaban explícitamente la democracia. O los republicanos de Azaña, de quienes este hablaba despectivamente, y que respondieron a las elecciones de 1933 intentando dos golpes de estado. O el PNV, entonces todavía más empecinadamente racista que ahora” Sin embargo, todos se llamaban demócratas

Los medios de comunicación, especialmente la TV, “influyen decisivamente en la opinión pública, en el voto, al que pueden manipular fácilmente ,y al final la democracia puede resultar el gobierno de los demagogos más inescrupulosos, … sin otro ideal que el de repartirse los puestos de mando y cobro”. Parte de verdad tienen, pero no dicen que los sabios, cuando transitan por caminos equivocados, cometen errores muchos más peligros que los que pueden cometer los analfabetos. Véase Marx, cuyo pensamiento ha sido prácticamente superado, tras originar millones de víctimas. No olvidemos que el marxismo – quizá el mayor error de la historia- arrastró a más intelectuales que a obreros. Lo malo es que esos errores siguen vigentes hoy hasta en la “Alianza de intelectuales antiimperialistas” con su “marxismo light”. Las sabias reglas evangélicas siguen válidas: “Por sus hechos los conoceréis” o “El árbol bueno se conoce por sus frutos” Así que vamos a dejarnos de TVs y papeles y vamos a considerar lo importante: a las personas y lo que hacen, no sólo lo que dicen.

Reconozcamos de una vez y sin complejos que, en España con democracia y sin democracia, desde hace más de un siglo, gobiernan directa o indirectamente las oligarquías de Cataluña y las Vascongadas. Y siguen gobernando. Entonces ¿para que votar? Aunque aparentemente exigen la independencia, “no lo veremos”, pues a sus inteligentes y dominantes minorías no les interesa un pelo. ¡Menudo momio tienen con España! Sin embargo, no cesan de despreciar e insultar a la bandera común. Están escupiendo al cielo y la saliva les caerá en la cara. Siempre diciéndonos lo que tenemos que hacer, siempre pidiendo más, siempre consiguiéndolo y siempre pagando los más pobres

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Alejo Fernández Pérez

 

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