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Di no a la constitución antieuropea,   totalitaria y tiránica

Testimonios del Congreso Internacional “Profeta de nuestro tiempo”..

por Varios

Varias personas testimonian sobre la personalidad y las obras del P. Morales

GUZMÁN CARRIQUIRRI. Subsecretario Consejo pontificio para los Laicos.

“Fíjese, yo que soy laico y soy subsecretario del Consejo Pontificio para los Laicos en la Santa Sede, como podía faltar a esta cita. Un hombre que ha sido de los más grandes educadores y apóstoles del laicado del siglo XX. Sus libros más importantes son precisamente Laicos en marcha y Hora de los laicos; y que planteaba como la cuestión fundamental más grave de la Iglesia la educación misionera para poner en pie a este gigante dormido de potencial inexplotado de mil millones de bautizados pero cuantos y cuantos que han dejado su bautismo como sepultado bajo una capa de indiferencia y olvido. El padre Tomás Morales es uno de los profetas de nuestro tiempo, efectivamente como dice el título congreso, también en este campo fundamental. Es de una actualidad total porque la misma vida del Padre Morales, la vida como joven apóstol y después, sobre todo, como sacerdote de Jesucristo y como religioso jesuita, acompaña en su biografía grandes momentos de la autoconciencia eclesial sobre la vocación, la dignidad, la responsabilidad, la misión de los laicos en nuestro tiempo. Acompaña toda esa corriente histórica de la promoción del laicado, de redescubrimiento de la vocación del laicado desde los años de la posguerra. Acompaña y de alguna manera adelanta como precursor y se alegra íntimamente con gozo espiritual con el gran acontecimiento del Concilio Vaticano II que por primera vez dedica un documento en la historia de los concilios a los laicos. Puedo imaginarme que al mismo tiempo, ha sido precursor pero acompaña esos grandes momentos de síntesis de recapitulación de la actuación del Concilio en la exhortación apostólica Christi Fideles Laici. Así que, de alguna manera toda su vida está dedicada en total sintonía con lo que expresa la autoconciencia de la Iglesia, del Magisterio del Papa y la necesidad de la misión de la Iglesia en nuestro mundo.

CARLOS FIGUERO. …

Yo tuve el privilegio de conocer al Padre en 1954, hace 50 años. Acababa de conocerle e hice Ejercicios Espirituales con él, en aquel año en que el padre Morales tenía como mucha prisa en darnos a conocerlo que era el amor de su vida, que era la Virgen. Y visitamos durante todo ese año los santuarios más importantes: Lourdes, Fátima, Aranzazu, El Pilar, Loyola, etc. Luego participé en todas aquellas actividades que hacíamos en aquella época: trincas, campamentos, marchas… un gimnasio que teníamos, también. Para mí fue realmente el padre Morales, claro, una figura entrañable y yo casi te podría decir que sintetizaría el encuentro que yo tuve con el Padre con una sola palabra: agradecimiento. Agradecimiento al padre Morales que me descubrió un camino de conocer al Señor y el ver, realmente, pues un horizonte lleno de la alegría de lo que representa el vivir la vida de Jesús. Fue, para los jóvenes que entonces conocimos al padre Morales, realmente, un hombre ejemplar que con una gran austeridad que trataba de transmitirnos todas las virtudes. Practicábamos mucho la montaña, y en la montaña se pueden conseguir muchas virtudes. Fue un hombre ejemplar que supo naturalmente inyectar esa alegría de meternos naturalmente en el corazón de Cristo. Después de mis primeros Ejercicios con el Padre fue un camino muy claro de lo que él quería a toda costa, ayudarnos y tratar de ilusionarnos de que el camino de la santidad si se coge a la Virgen y si siguen todas las enseñanzas pues, realmente, con la ayuda de Dios y a pesar de nuestras limitaciones es una lucha muy bonita. Y recuerdo como si fuera ayer que lo que él trataba a toda costa era que viviéramos los sacramentos, sobre todo la Santa Misa y la Confesión los viviéramos con mucha profundidad”.

MIGUEL ÁNGEL VELASCO. Periodista

Yo he conocido al padre Morales durante años a través de otras gentes, de oídas; mucho, por mi profesión de periodista a través de sus obras. Pero luego, en un momento determinado de mi vida, cuando se cerró el periódico en el que yo trabajaba, sin yo decirle nada el padre Morales me llamó un día. Me dijo “yo quiero hablar contigo”. Fue donde hoy está enterrado, en (la calle) Juan de Mena, y era un momento difícil para mí, un momento en el que estaba en el paro después de cuarenta años de profesión, y me encontraba en dificultad y depresión un poco… Te puedo dar como testimonio que salí, después de una hora de charla con el padre Morales, convencido de que la providencia divina había hecho lo mejor que podía hacer para mi vida; y, efectivamente, después ha sido así porque cuando se cierra una puerta parece que siempre se abre otra, quizás más amplia. Y gracias a aquello luego fue posible Alfa y Omega y tantas otras cosas. De modo que el carisma sacerdotal, la fe y la esperanza de padre Morales contagiosa, como todo lo que supo hacer en su vida, se transmitió a mi vida personal. Y este es el mejor testimonio de agradecimiento y de vivencia de la fe que yo pueda tener. El libro me ha obligado a recordar tantas cosas, a releer a ver un montón de cosas que no conocía de sus escritos, que no conocía, y ha sido una bendición de Dios.

NICOLÁS ARROYO. Cruzado de Santa María

Le conocí a los 17 años y tenía una vida vacía, una vida sin sentido que me obligó, entre comillas, a hacer Ejercicios Espirituales, a pesar de mí, porque no quería, y eso ha supuesto cambio en mi vida total y absoluto. Poco después descubrí una vocación al Instituto Secular Cruzados de Santa María, y en él me entregué. La verdad es que lo ha sido todo en mi vida y pienso que hasta el fin de mis días pues me irá iluminando en ese camino que nos ha señalado a todos de un despertar del laicado en la Iglesia. A mí me dejó una misión concreta que son las vigilias de la Inmaculada; ya he hecho –por la gracia de Dios–cuarenta Vigilias, organizándolas, desde el año 64 y la verdad es que es un privilegio de la Virgen, el continuar con esa labor del Padre, sobre todo en ese hecho concreto que me llena de ilusión. Este año ya tenemos el 150 aniversario del dogma. Ahora todos los obispos de España parece que van a hacer la vigilia a la inmaculada y es un fruto más de aquello que inició en el año 1947 el padre Morales.

JULIÁN VARA. Vicepresidente de la Asociación Católica de Propagandista (ACDP)

He conocido al padre Morales a través de sus hijas, a mí me parece un signo de bendición, un signo de Dios que los movimientos que han surgido en la mitad del siglo pasado puedan trabajar juntos. Ya ha habido quien ha hablado aquí de la gran riqueza que significa para la Iglesia española el conjunto de mártires que hubo en el siglo pasado. Creo que eso es una esperanza, tanto el trabajar juntos como el hecho de que ha habido santos en la Iglesia española, y en algún momento tendremos que ver sus frutos. Estamos tan identificados, el padre Morales y los propagandistas que podríamos decir que –los dos hemos tenido el mismo maestro, el padre Ayala–, han trabajado juntos en la universidad y en la ciudad y en la consagración del laico, mejor dicho, la consagración de las realidades temporales a través de la acción de los laicos. El padre Morales lo ha sabido llevar con una sabiduría grande puesto que se ve en el esplendor de las obras que ha creado y en la santidad de sus consagrados.

GERARDO ROCHA. Empresario chileno.

Gracias a la obra del padre Morales, existe hoy lo que todavía pocos saben, incluso nuevas universidades en África; acabo de llegar de Etiopía, Angola y Mozambique. Proyectos, viajes, realizados junto con Lydia Jiménez. En Mozambique, ya está funcionando la primera universidad del África, con 900 alumnos que están felices y que aplauden la obra del padre Morales. La misión evangelizadora de las cruzadas, de los cruzados, dentro de otras instituciones como en Chile, Perú y otros lugares, Alemania es una realidad.

Según el padre Morales no hace falta ser sacerdote para crear una universidad católica, y por eso es que nosotros hemos creído en esto y estamos un grupo de laicos trabajando en cualquier lugar del mundo. Dentro de seis u ocho meses se inicia la universidad Santo Tomás de Sir Lanka, y estamos muy contentos trabajando en las obras, ahora con la seguridad y el respaldo que nos da esa visión trascendente del Padre Morales para los laicos.

JOSÉ LUIS CAÑAS. Filósofo y educador.

Yo creo que esta es su mejor definición de pedagogía, un hombre que exigía pero con el cariño de un padre; lo decía el mucho en sus charlas y en sus libros, que el maestro ‘tiene que tener la exigencia de un padre y el cariño de una madre aunados’. Da el perfil tipo de lo que es la exigencia de un padre y el cariño de una madre, de manera que estamos en presencia de un talante excepcional, creado por el Señor, para la educación del momento en el que nos toca vivir. Una anécdota: como estaba enamorado de la virgen, a mí se me ocurrió preguntarle qué hacia él para amar a la Virgen, cómo se las apañaba y me decía ‘mirarla, mirarla’.

MANUEL VÉLEZ. Abogado. 24 años

De la Milicia he recibido vida de la fe madura, es verdad que la familia te ayuda de pequeño, pero luego hace falta tener un ambiente de amigos donde cuando sales del colegio, los fines de semana, donde puedas formarte. Y yo creo que la fe, que es lo mejor que tengo, se lo debo a la Milicia. Comparando la Milicia con lo que te ofrece el mundo; el mundo te ofrece pasártelo bien, los placeres, en la Milicia te exigen pero luego en la práctica resulta que cuando te exiges es cuando eres realmente feliz. Si te dejas llevar de la pereza, por lo que te apetece al final estás un poco amargado. Y yo creo que en la vida, cuando uno ve que se enfría y que a lo mejor está un tiempo que se deja llevar por ese tipo de cosas comprueba físicamente que lo mejor es exigirse, aunque suena a veces un poco duro porque a todos nos cuesta. Yo creo que lo bonito es que te enseñen el camino para alcanzar tu plenitud como hombre en la Iglesia. Es posible llegar a los jóvenes, lo que hace falta es que nos concienciemos de que somos nosotros los que los debemos hacer. porque parece que todo nos entra por los medios de comunicación, por la tele, p o por el cine, y esto es algo que debe entrar por la amistad y si no somos nosotros lo que llegamos a los jóvenes concretos, no se llegará a ellos.

MATRIMONIO ENGUIX - DATINO. 3 hijos.

VALERIA DATINO.

Conocí la Milicia en la Escuela de Arquitectura en una actividad que hubo de una restauración de una ermita en Gredos, y allí conocí también a Vicente. Él llevaba desde los 15 años en la Milicia de chicos, yo también llevaba unos años en la de chicas y en esta actividad que era mixta nos conocimos. Ahora mismo vivimos como familia dentro del grupo y las actividades nos ayudan mucho. En el tema de los hijos, queremos que ellos también vean lo que nosotros vivimos, lo que Dios significa; nosotros se lo intentamos explicar con nuestras palabras, pero queremos que ellos lo vean en otras familias, en personas de todo tipo. Van haciendo amiguitos, y es con la idea de que conozcan a Dios.

VICENTE ENGUIX.

Sin duda, las actividades de la Milicia que nos arrancan del sofá los sábados por la tarde, a las cinco, para ir al Círculo (actividad formativa) nos hacen salir de la comodidad y ponernos bajo la mirada de Jesús para poder ser tocados por él.

Del estilo educativo del padre, pienso que lo más importante es dar la vida y cuando de juvenil y militante nos ponían ejemplos y nos hablaban de dar la vida, y veías que en el país Vasco la gente pegaba carteles de Herri Batasuna, mientras que nuestros compañeros de Navarra y el País Vasco pegaba carteles de la Vigilia de la Inmaculada, y otros, en cambio, estaban en la Cruz Roja o en Greenpeace, yo decía “no, no, yo voy a dar mi vida y mi tiempo por Cristo”. En la visión familiar, ahora, lo que veo más claro es que la vida la entrego en los hijos. Por carácter y por personalidad, uno ve que puede criarlos y dar la vida por ellos, y estamos muy abiertos a los hijos que Dios no dé y en ese plan.

LUIS APARICIO. Madrid. 20 años

Recuerdo unas palabras que me dijo el padre cuando era niño que se me quedaron grabadas:“¿tú quieres mucho a la Virgen?” “Pues, sí”, dije con una respuesta de niño. “Bueno, pues tienes que tomar a María cada vez más como madre?” Y ya no me dijo nada más. Y salí del despacho, y de verdad que esas palabras se me han quedado marcadas desde muy pequeñito. Le debo al Padre mi vida en la Milicia y mi vocación a la santidad y a lo que Dios quiera.

Para dar la cara por Cristo me apoyo en las bases de la oración y del Rosario, en la piedad mariana, y cuando llegue el momento de dar la cara en la Universidad, como con un profesor ya me tocó dar la cara, pues se da, se pasa un poco mal y ya está. Luego me enteré que el profesor era el jefe de Doctorados de Teórica, espero que no lo tenga en cuenta. Pero, bien, por lo menos el profesor no ha vuelto a poner a la Iglesia como la puso.

LUIS HERNÁNDEZ. Salamanca. 16 años

Lo que soy se lo debo a la Milicia; la milicia me ha hecho realmente como soy, en especial los campamentos de este año me han marcado mucho como persona, como cristiano y como militante. Me van configurando cada día, e intento vivir el estilo de vida que el padre morales nos dejó a los militantes y a los cruzados.

PAQUITA LÁZARO. Madre de familia. 5 hijos

Además de la figura del padre Morales, como estás dentro de la institución, es una forma de vida la que te va formando a diario. Y das gracias a Dios. Si yo no estuviera en la institución estaría como todo el mundo, como la mayor parte de la sociedad, sin Dios. Deberíamos levantarnos todo y ser un clamor por este congreso, porque quién no tiene que agradecer al padre morales. El padre Morales ha sido exigente con la juventud y la juventud puede dar todo lo que le pidas. Lo que pasa que a veces no sabes donde está la medida, pero tienes que ser exigente con ellos y que tienes que ir tú por delante. Eso por supuesto, y que las blandeguerías no valen, y que si nos dejamos llevar de la sociedad nos dejamos llevar de la comodidad. Muchos padres no se comprometen, queremos que los hijos sean responsables y que se comprometan pero a nosotros que nos dejen tranquilos. Los cuatro puntos cardinales del padre morales a mí me han valido mucho: la mística de exigencia, el espíritu combativo, la escuela de constancia, el cultivo de la reflexión.

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Varios

 

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