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por José Luis Orella Hamas es más que un partido político, es un modo de vida alternativo. |
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| La victoria de Hamas en Palestina, donde el movimiento islamista ha obtenido 76 de los 132 escaños en juego, marginando a los nacionalistas de Al Fatah, ha provocado un gigantesco interrogante en el futuro del próximo oriente.
Hamas nació en 1987 de una escisión de los Hermanos Musulmanes, organización histórica, que desde los años veinte del siglo XX, lleva intentando islamizar la sociedad árabe, en rivalidad con el nacionalismo baasista. En esta ocasión, la corrupción de la administración autonómica palestina, la desaparición del histórico líder Yaser Arafat, y el papel de vertebrador social de Hamas, ha ido preparando el éxito final del fundamentalismo islámico en la “Tierra prometida”. Pero Hamas es más que un partido político, es un modo de vida alternativo. Hamas se ha preocupado con dinero saudí, de crear una red social, sanitaria y educativa, de la cual se beneficia una sociedad palestina, fragmentada, empobrecida y marginada. Los palestinos viven abandonados de sus hermanos árabes, y el único recurso laboral suele ser la posibilidad de servir de mano de obra barata en la economía israelí. El proceso de educación fomentado por Hamas ha ido modelando un sentido de identidad a una juventud marginada que no ha encontrado su puesto en la progresista OLP de Yaser Arafat. El nacionalismo palestino se asienta en una base espiritual más fuerte, que es la “umma” la comunidad de creyentes musulmanes. Hamas pretende llegar a consolidar una sociedad islámica, que tenga su asiento en el próximo oriente. Para ello, la existencia del Estado de Israel y la comunidad cristiana árabe de un 2 % de la población son objetivos a desaparecer. En su labor de “liberación”, Hamas emprendió una política de confrontación con el Estado israelí, que le ha llevado a la tutoría de 250 atentados, 60 de ellos suicidas, con la muerte de 500 personas. La victoria de Hezbollah, chiita radical, en el Líbano, que alimentó los cementerios militares judíos y proporcionó la retirada israelí del sur del país del cedro, ha marcado el modelo a seguir por su hermano sunita palestino. Ahora, el futuro le obliga a negociar con el ganador de las elecciones israelíes. ·- ·-· -···
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