Arbil cede expresamente el permiso de reproducción bajo premisas de buena fe y buen fin
Para volver a la Revista Arbil nº 104
Para volver a la tabla de información de contenido del nº 104


La ley Pastor y sus desarrollos posteriores es el origen de millones de asesinatos de niños en sus primeros momentos de vida
La ley Pastor y sus desarrollos posteriores es el origen de millones de asesinatos de niños en sus primeros momentos de vida
[Enlace recopilación de artículos sobre la manipulación embrionaria]

¿Televisión para niños?

por Fernando Vidal Fernández

Las principales tendencias sociales se pueden conocer por los dibujos animados que se hacen para los niños. En los últimos tres años se ha consolidado la opinión de que la televisión que se puede ver en España es nociva para la infancia. Pero aunque la programación es pésima, muchas de las producciones son magníficas. Ante eso, los padres tienen que grabar dichos productos y construir su propia programación de televisión que autogestionan midiendo tiempos y sesiones. Hay que pasar del consumo de paquetes de cadena a la autogestión.

El estigma de la telebasura ha crecido y especialmente en referencia a la programación infantil. Los datos pulsan señales preocupantes: en los años noventa la oferta de programación infantil cada año fue disminuyendo en dos horas diarias y, pese a ello, según las encuestas más optimistas, cuando un niño español cumpla quince años habrá visto (de media) 12.000 horas de televisión, lo cual son 17 meses seguidos viendo televisión día y noche. Aunque se han tomado iniciativas operativas muy estimables (la prohibición de interrumpir un programa infantil para emitir publicidad, por ejemplo), la parrilla de horario infantil está contaminada por programas inadecuados para los niños y en general para cualquier salud mental. Lo que no violan dichos programas, lo hacen los anuncios que ponen en medio.

Las familias son conscientes de ello pero, aunque los padres suelen ser muy críticos con la televisión, apenas adoptan estrategias educativas viables al respecto. Los diversos estudios nos muestran que los padres fuera de casa se muestran preocupados por los contenidos pero en el hogar sólo manifiestan preocupación por el tiempo que se gasta viendo la televisión. Además, los padres son vistos por los niños como co-espectadores, no como mediadores. No se habla sobre los programas de televisión; dichos programas no son contextualizados dentro de un proceso más amplio ni tampoco son seleccionados previamente por los padres.

Los padres frecuentemente reaccionan nostálgicamente valorando positivamente las series animadas que vieron en su niñez, especialmente las de los años ochenta. Sin embargo, si uno intenta buscar dibujos animados en la televisión actual se encontrará lo siguiente: la oferta actual televisiva de animación es de una calidad mucho mejor que la de hace diez, veinte o treinta años. No cabe el pesimismo pasivo sobre los males de la televisión sino que sí es posible disponer de buenos programas si uno los busca, los graba o adquiere, y los administra como proyecto.

Sí es cierto que en las décadas de los ochenta y noventa la programación infantil ha sido muy árida, ha estado muy mercantilizada y los contenedores han sido de muy baja calidad. Actualmente, también nos encontramos con la producción de series animadas presuntamente infantiles pero que agravan algunas de las tendencias más preocupantes del final del siglo XX. Es el caso del manga japonés que con productos como Shin Chan, ahora en Antena 3, realmente denigra el género infantil. Desde Japón, en cambio, nos encontramos también productos de calidad como Doraemon, con historias morales y lúdicas que merece la pena incorporar al imaginario infantil. Pero el caso más polémico son Los Simpson, de la FOX. Los Simpson son posiblemente una de las series animadas más morales de la historia de la animación y con una calidad técnica magnífica; aunque el género que usa para expresarse es el sarcasmo y la ironía, no es fácilmente diferenciable por los niños. Eso lleva a que, sumado a una temática que progresivamente no es para niños, haya ido encajando como una serie adulta. Los Simpson abrieron una línea de trabajo que comunica a través del sarcasmo, la contracultura y lo macabro, tendencia que hemos encontrado en otras series especialmente americanas como Vaca y pollo o los trabajos para la gran pantalla de Tim Burton.

Algunos productos están disponibles en las cadenas públicas españolas (estatales o concesionarias) y a otras se accede por televisión de pago; otros materiales están disponibles en DVD generalmente a precios asequibles sobre todo si se piensa en comprar en común con otras familias para compartir. Algunas no están todavía en España y es una lástima. Distintas organizaciones civiles, de infancia y educativas, con apoyo gubernamental deberían montar una agencia de análisis de series infantiles que recomendar al público español a través de una evaluación pública y de unos premios anuales.

Mientras se espera eso, hay que ingeniar la economía de subsistencia. Los padres tienen que hacer bricolaje con la televisión, hacerse su propia programación seleccionada y pautada según los niños, contextos y necesidades: no sólo la educación sino que el entretenimiento de nuestros hijos son demasiado importantes como para dejarlo en manos de los dueños de las cadenas dominantes de televisión.

Vamos a hacer un breve mapa comentado de los mejores recursos animados infantiles.

Primero, durante los últimos años, para las edades más tempranas ha surgido una serie de animaciones teatrales al más puro estilo Jim Henson promovidas especialmente por la BBC. Los Teletubbies, los Tweenies y los menos conocidos pero quizás los mejores que son los CBeebies (producidos por la propia BBC). Destaca también el dinosaurio Barney de PBS Kids.

Segundo, destinado a unas edades similares también la BBC ha hecho famosas las series de dos productoras con una línea similar: por un lado las series Thomas & Friends (el protagonista es un tren, una serie archifamosa en Reino Unido que apenas ha tenido distribución), Pingu (bastante conocida en España) y Bob The Builder (que comienza a distribuirse en España), de Hit Entertainment (autores también de una deliciosa serie animada llamada Angelina Ballerina) y una serie que se distribuye en España que se llama Pat el Cartero (Postman Pat), realizada por Woodland Animations. Dibujos técnicamente muy atractivos y con buenas historias educativas y entretenidas.

Tercero, en una línea similar, para niños pequeños, están los dibujos de Babar (un elefante del que nos llega el merchandising y los libros infantiles de Laurent de Brunhoff, pero no se emite la serie animada) de la productora Nelvana Limited (que también tiene series de calidad como la tortuga Franklin basada en los libros infantiles de Paulette Bourgeois y Brenda Clark, y la serie animada George Shrinks, inspirada en la obra del escritor e ilustrador William Joyce y realizada en colaboración con la incipiente industria animada de China) y la serie esquimal llamada Inuk (basada en la obra gráfica de Marc Tetro por la productora canadiense Tube Studios).

Cuarto, habría que mencionar el éxito internacional de la serie francesa Caillou (CINAR Corporation, Cookie Jar Entertainment Inc.: http://www.cinar.com/), un niño pequeño con una aguda sensibilidad, y Angelmouse (producido por Silver Fox Films Ltd. para la BBC : los mismos que filmaron el mediometraje La primera nieve del invierno en 1998 para la BBC y que se distribuyó en DVD en España, http://www.silverfoxfilms.co.uk), otra serie tierna sobre un ratón convertido en ángel que intenta cumplir distintas misiones en las que su bondad supera a su torpeza.

Quinto, también los productos de Disney para dibujos animados están muy en línea con las series anteriores aunque obedecen a una estética más estereotipada y tienen una función comercial excesivamente acusada, con personajes más planos e historias ideológicamente más marcadas por la meritocracia americana. Son de destacar los dibujos animados surgidos a partir de las películas Hércules, Tarzán o El Rey León (Timón y Pumba). Es de esperar que también Pixar, ahora finalmente comprada por Disney, se decida a abordar el género de las series de animación y sin duda tendrá el éxito que merece en pantalla.

Sexto. Ahora bien, lo más novedoso lo constituye una serie de dibujos animados que trata sobre niños de distintas edades y que van desde los bebés Rugrats (realizados por Klasky Csupo Inc. y distribuidos por Nickleodeon), a los niños de La banda del patio (distribuida por Disney y que tiene dos películas que, en cambio, son decepcionantes), los preadolescentes de Arthur (la productora es Cookie Jar Entertainment Inc. ), El autobús mágico (The Magic School Bus, realizada por la corporación educacional Scholastic Inc., quizás la mayor distribuidora mundial de libros infantiles: http://www.scholastic.com/) y Los Thornberrys (“The Wild Thornberrys”, realizados por Klasky Csupo, Inc. e incorporados a Disney), y los adolescentes de la magnífica serie Pepper Ann (hace algún tiempo incorporada también a la familia Disney). Estas series abordan problemas que los niños se encuentran diaria o crucialmente con bastante sensibilidad y sabiduría. Por ejemplo, tratan de los problemas de la preadolescencia, el rechazo de los demás, el descubrimiento de los propios fallos, las traiciones de los amigos, el fallecimiento de familiares, siempre con ánimo constructivo y cargados de esperanza. Especial atención requiere El autobús mágico, una de las series más culta y útil al aprendizaje de todas las que jamás se hayan realizado, al nivel o superior a la saga de Érase una vez el hombre.

Si tuviese que destacar las tres series más aconsejables de toda la parrilla televisiva elegiría Arthur, El autobús mágico y Los Thornberrys. Alguien haría bien vendiendo esas series conjuntamente, con el sello de alguna organización de infancia o educativa. Mejor si nos ayudan a todos los padres con la organización de un premio nacional.

Publicado en Páginas Digital (http://www.paginasdigital.es/)

·- ·-· -······-·
Fernando Vidal Fernández
Profesor de la Universidad Pontificia Comillas".


Pon la cruz en tu declaración. No le des tu dinero a las ONG´s que atacan la dignidad humana y el orden natural

 

Para volver a la Revista Arbil nº 104
Para volver a la tabla de información de contenido del nº 104

La página arbil.org quiere ser un instrumento para el servicio de la dignidad del hombre fruto de su transcendencia y filiación divina

"ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil

El contenido de estos artículos no necesariamente coincide siempre con la línea editorial de la publicación y las posiciones del Foro ARBIL

La reproducción total o parcial de estos documentos esta a disposición del público siempre bajo los criterios de buena fe, gratuidad y citando su origen.

Foro Arbil

Inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones. N.I.F. G-47042954
Apdo.de Correos 990
50080 Zaragoza (España)

ISSN: 1697-1388