Arbil cede expresamente el permiso de reproducción bajo premisas de buena fe y buen fin
Para volver a la Revista Arbil nº 107
Para volver a la tabla de información de contenido del nº 107


Acceso a artículo sobre al Hispanidad
Por la reintegración a los países de la Comunidad hispánica de sus tierras en manos foráneas:
Gibraltar, Guam, Belice,Guayanas, Malvinas, la Antártida Chilena y Argentina y el México ocupado



Subdesarrollo, preservativos y educación

por Bienvenido Subero

La solución políticamente correcta hoy, consiste en disminuir la necesidad de recursos disminuyendo la población, con lo que lo poco que hay se reparte entre menos, aumentando la riqueza individual y añadiendo un incentivo a tener menos hijos

Una economía subdesarrollada, del tipo de la que sufren algunas zonas de África, o parte de la población de la India y Paquistán, necesita de gran cantidad de mano de obra para procurar a la comunidad energía (leña, básicamente), agua y alimento. Esto es una de las causas de que las familias necesiten de muchos hijos para subsistir.

Esta tasa de natalidad, elevada por comparación con las del mundo desarrollado, añade presión sobre los recursos naturales, ya de por sí escasos, agravando el problema de subdesarrollo y produciendo un círculo vicioso.

La solución políticamente correcta hoy, consiste en disminuir la necesidad de recursos disminuyendo la población, con lo que lo poco que hay se reparte entre menos, aumentando la riqueza individual y añadiendo un incentivo a tener menos hijos.

Por tanto, el mundo desarrollado debe proporcionar medios anticonceptivos baratos a esas comunidades, es decir, generalizar el uso del preservativo.

Añadamos a este esfuerzo “filantrópico” la pandemia de SIDA, el resto de enfermedades que asolan estos países y que, por cierto, interesan poco a las farmacéuticas, como la malaria, el denge o el ébola, y por último los conflictos que desangran a la población y mantienen bloqueada cualquier posibilidad de progreso.

El resultado es que sin duda se reducirá a medio plazo la presión sobre los recursos naturales, mediante un drástico descenso de la población.

¿Producirá este escenario una mejora en el nivel de vida de la población superviviente?. Tal vez.

Si las condiciones de vida mejoran, aumentará la esperanza de vida, por lo que la reducción en el número de personas se verá compensada, al menos parcialmente, por el aumento del tiempo que una persona consume recursos. No obstante, también es cierto que debería aumentar la productividad, ya que el trabajo sería realizado por un mayor número de adultos. Claro que eso sucederá si no se dedican a masacrarse, en lugar de a trabajar.

A la vez, aparecerá un nuevo problema, demandante de recursos, el de cuidar de las personas que por su edad no puedan valerse.

Por último, los datos demuestran que las campañas a favor del uso del preservativo dan una falsa sensación de seguridad, aumentando la promiscuidad, por lo que aunque disminuye el porcentaje de contagio del SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual, el número de personas afectado, en términos absolutos, es mayor, al crecer la cifra sobre la que se aplica ese porcentaje reducido. El caso británico demuestra lo anterior, igual que el caso ugandés demuestra que otras soluciones al SIDA son posibles y mucho más efectivas.

Así pues, el escenario resultante de la solución que se aplica actualmente está lleno de incertidumbres, suficientemente graves como para plantear otra estrategia.

Aceptemos que el descontrol en la tasa de natalidad es el centro del problema. Dicho de otra manera, la ausencia de una paternidad responsable en las familias.

¿Por qué ocurre esto?. ¿Superan en esa situación los beneficios de tener muchos hijos a los costes?.

¿Quién sufre los costes del alumbramiento y la crianza?. Las mujeres, obviamente. Son costes en forma de trabajo, pero también en forma de riesgos para la salud e incluso para la vida de las madres, dada su precaria situación.

¿Ocurriría lo mismo si los costes se repartiesen entre los dos progenitores?. Seguramente no. Responsabilizar al varón del futuro de su familia tendría varios efectos. Primero, si la preocupación principal del varón es sostener a su familia, ¿podrían mantenerse los conflictos en su escala actual en los países subdesarrollados?. En la mayoría de los casos no. Segundo, la promiscuidad y la desatención a la familia se reducirían y llegarían a ser socialmente punibles.

¿Cuál es la llave de este reparto de costes?. Una antigua institución: el Registro Civil.

Mediante ella, entre otras cosas, la sociedad conoce quién es la familia del recién nacido y por tanto, a través del Estado, sería capaz de exigir responsabilidades a los progenitores. Organizar el sistema para aportar los datos necesarios no es muy complicado ni excesivamente caro: unos cuantos teléfonos móviles repartidos a médicos, parteras, misioneros y cooperantes permitirían actualizar un registro central. La tecnología de comunicaciones es un catalizador clave en este y otros muchos terrenos para mejorar el nivel de vida de millones de personas.

Pero si llevan décadas de conflicto, ¿cómo vamos a conseguir que el Estado ejerza este papel organizador y estabilizador?.

Los americanos superaron su guerra civil y las que en otro tiempo fueron las potencias europeas consiguieron la reconciliación después de la Segunda Guerra Mundial. Pero la Europa resultante fracasó estrepitosamente en los años noventa en lo que en otro tiempo fue Yugoslavia. Por otra parte, los logros estadounidenses en el Japón y la Alemania ocupadas parece que no se van a repetir en Irak o Afganistán, y quiera Dios que esta corriente de opinión sobre el futuro de esos dos países esté equivocada.

La solución no es inmediata, pero puede ser puesta en marcha. Está en manos de los educadores; si la cohesión social se consigue por aversión al extranjero, al que es diferente por raza, sexo o cultura, será imposible cualquier progreso.

Opino que no es tan importante la exportación del sistema democrático occidental o la escolarización de todos los niños como la difusión de una cultura de progreso y en este terreno, la Iglesia y sus misioneros y cooperantes tienen mucho que decir.

Sin embargo, hace unos años se produjo un cambio histórico: la migración masiva a Europa de habitantes de estas zonas catastróficas. Este hecho ofrece una ocasión histórica para la educación: ya no hay que ir allí, son ellos los que vienen.

Europa debe formar a estas personas para que lleguen a integrarse como europeos, y a la vez, para que aquellos que lo deseen puedan volver a su lugar de origen o al de sus padres, y así formar parte de la solución que evite que sucesivas generaciones sigan sufriendo las calamidades que llevan a una persona a jugarse la vida por llegar al mundo desarrollado.

Después de todo, ¿qué emigrante no siente nostalgia de su tierra?. Europa debería formar a los futuros líderes y ciudadanos de esos países, favorecer que no pierdan el contacto con sus orígenes y su vuelta cuando ellos lo estimen oportuno. De este modo las soluciones vendrían de buenos conocedores del problema.

Para ello debemos enseñarles los aciertos y errores que han llevado a Europa a ser lo que es, que tomen lo más útil de ella: la separación de funciones en el Poder, la igualdad de los ciudadanos ante la ley, el registro de propiedad, las soluciones tecnológicas, etc.

Tenemos mucho más que ofrecer además de dinero. ¿Estamos formando ya a esos ciudadanos europeos?.

•- •-• -••••••-•
Bienvenido Subero



Acceso a Minuto Digital
***
Visualiza la realidad del aborto: Baja el video
Video mostrando la realidad del aborto
Rompe la conspiración de silencio. Difúndelo.

 

Para volver a la Revista Arbil nº 107
Para volver a la tabla de información de contenido del nº 107

La página arbil.org quiere ser un instrumento para el servicio de la dignidad del hombre fruto de su transcendencia y filiación divina

"ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil

El contenido de estos artículos no necesariamente coincide siempre con la línea editorial de la publicación y las posiciones del Foro ARBIL

La reproducción total o parcial de estos documentos esta a disposición del público siempre bajo los criterios de buena fe, gratuidad y citando su origen.

Foro Arbil

Inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones. N.I.F. G-47042954
Apdo.de Correos 990
50080 Zaragoza (España)

ISSN: 1697-1388