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¿Serbia delecta est? por José Luis Orella Serbia se encuentra en el dilema de impedir su integración en las naciones extinguidas, por mandato internacional, como Prusia o Austria-Hungría |
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| La imagen de Serbia siempre ha ido unida a una cultura de la violencia, determinada por su lucha de liberación contra el dominio turco en el siglo XIX. Sin embargo, desde la descomposición de la república yugoslava, ha intentado ser la heredera de la antigua federación. Las guerras de Croacia, Bosnia-Herzegovina y Kosovo desmantelaron los sueños imperialistas de Milosevic, pero también el sueño de ver bajo una misma bandera a todos los serbios de los Balcanes. Las derrotas militares produjeron el relevo de la oligarquía comunista por una nueva generación prooccidental, que mira hacía la integración en la Unión Europea. Sin embargo, los serbios ven como ese camino que ha de culminar en su integración en Europa, se traduce en su eliminación como potencia local.
Serbia ya no puede contar con engrandecer sus límites con las minorías serbias de Croacia y Bosnia. Pero la segregación reciente de Montenegro, y la futura de Kosovo son vistas como ataques a su soberanía. Esta última, es la provincia que reúne los monasterios y recuerdos históricos de la nacionalidad serbia, allí fueron derrotados por los turcos. En la actualidad, los albanokosovares, mayoritarios en la población, han procedido a una brutal limpieza étnica de la minoría serbia, y a la destrucción de la presencia cristiana ortodoxa en la región. Estos hechos son los que alimentan una opción nacionalista radicalizada en Serbia. La Unión Europea se encuentra en la difícil situación de conceder la autodeterminación a Kosovo, y mantener algún tipo de federación con Serbia. Una solución envenenada, fruto de las campañas mediáticas realizadas contra Serbia. La solución sería una partición de Kosovo; la parte mayoritaria albanesa podría integrarse en Albania, y la que concentra los restos históricos serbios, fuese liberada de la ocupación internacional. Sin embargo, Serbia se encuentra en el dilema de impedir su integración en las naciones extinguidas, por mandato internacional, como Prusia o Austria-Hungría.
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