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por Redacción Una documentada y sintética crónica de la presentación en Pamplona del libro “La verdad sobre El Código da Vinci”, obra del autor navarro José Antonio Ullate | |||||
| Este mes pasado tuvo lugar en la sede de la pamplonesa fundación Leyre una charla presentación sobre el libro de José Antonio Ullate, “La verdad sobre El Código da Vinci” (Editorial LibrosLibres). El autor navarro, único español que ha acometido la tarea de refutar íntegramente la novela de Dan Brown, explicó al nutrido grupo de asistentes las razones que le empujaron a redactar su obra. Ullate hizo en primer lugar una descripción de “La verdad sobre El Código da Vinci”, del que dijo era un trabajo elaborado en tres niveles. El primero de ellos consiste en una inicial aproximación a las raíces del tremendo éxito de “El Código”. Es decir, a la forma despreocupada e inconsciente con la que habitualmente “gestionamos” nuestras lecturas ocasionales. El autor considera que no existen las lecturas de “mero entretenimiento” y que las que pasan por tales, o sea la mayor parte de la producción bibliográfica del momento, resultan ser sutil e inconscientemente formativas de la opinión y hasta de las convicciones. Para ilustrar esta afirmación recurrió a numerosos ejemplos, algunos de los cuales figuran en su libro y que reflejan con claridad cómo la mente y el espíritu humano son naturalmente porosos y receptivos y cómo sólo una ingenuidad de consecuencias perversas permite administrar lecturas y ocio en general como si se tratara de algo inocuo. En realidad la forma como administramos el tiempo libre, lecturas y espectáculos incluidos, configura uno de los canales principales para fijar nuestra identidad y nuestro pensamiento. En el caso concreto de “El Código da Vinci”, Ullate insitió en que antes de contestar las abundantes falsedades que se contienen en la novela había que recapacitar sobre la disposición de quien permite que a lo largo de todas sus páginas se viertan ante sus ojos impávidos las más aberrantes aseveraciones relativas a la fe católica y a la persona misma de su Divino fundador. Hay algo extraordinariamente perverso en el hecho de que millones de personas –muchas de ellas autodenominadas cristianas– hayan entendido que resultaba una aceptable forma de pasar el tiempo –pretendidamente sin más consecuencias– el pasar unas cuantas horas prendidos de una trama cuyo trasfondo no es otro que la blasfemia explícita contra Cristo. Lo que parece que cuesta trabajo entender –resume Ullate– es que no se trata de que después de leer el libro uno diga: “No ha cambiado en nada mi forma de pensar”, sino que lo importante es que la decisión misma de dedicar un precioso tiempo a la exhibición de perversas ideas es en sí reflejo de hasta qué punto nuestras ideas están poco firmes y son poco claras. El segundo nivel en el que se desenvuelve la obra de Ullate es el de la estricta y directa refutación de los errores históricos, religiosos, artísticos y de otros terrenos que abundan en las páginas de “El Código da Vinci”. Ésta es quizás la parte más entretenida del libro pero el autor considera que aunque era de rigor dar muestras concretas de las mentiras de Dan Brown, a su parecer es también la parte menos relevante a la hora de captar la intención y el alcance de “El Código”. En este sentido el autor remitió a su libro para un mayor abundamiento en el desenmascaramiento de falacias tales como la supuesta fundación de la Iglesia Católica por el emperador Constantino, el pretendido matrimonio de Jesús, la existencia de una organización clandestina y secreta que hubiera transmitido una supuesta doctrina censurada de Jesús, el papel del genial Leonardo da Vinci en toda esa fantasiosa trama o los enigmas ocultos en los cuadros del excepcional artista florentino. Ullate recoge y desvela hasta 37 errores garrafales y de gran envergadura latentes en las páginas de “El Código”. Los corrige uno por uno y afirma que en realidad son muchos más, pero que, para muestra un botón. O 37 botones. Esta parte de “La verdad sobre El Código da Vinci”, remarca Ullate, sirve para desacreditar la pretendida autoridad del novelista norteamericano y sirve también para “parar los pies a todos aquellos que recurran a la novela como argumento contra el Cristianismo”. El tercer nivel es el que deja al descubierto las intenciones del novelista Dan Brown al escribir su obra. No hay nada inocente o “intrascendente” en este texto. El propio Brown ha declarado repetidas veces que si tuviera que escribir otro libro que no fuera de ficción y que tocara los mismos temas, vendría a decir lo mismo porque, como él dice de sí mismo, es “un creyente de la diosa”. Ullate dedica la tercera parte de su libro a esclarecer la mentalidad que subyace en la novela de Brown, en un lenguaje accesible a todos los lectores. Se trata de lo que Ullate Fabo denomina el “ecofeminismo”, una doctrina gnóstica que rechaza todo dogma que no sea la búsqueda del propio placer. El autor navarro se extendió particularmente y con detalle en esta parte puesto que considera que ahí radica la razón última del gran suceso mediático y de ventas del libro de Brown. La novela del norteamericano no habría pasado de ser una obra más dentro del panorama literario actual si no sintonizara con una forma de pensar muy extendida que desprecia el rigor intelectual y la disciplina moral, y que busca la complicidad para una vida cuyo centro lo forman sólo unos mezquinos “placeres cotidianos”. La charla se extendió casi una hora y al final hubo numerosas intervenciones del público, que suscitaron un diálogo cordial sobre la exposición de Ullate. •- •-• -••• •••-• | |||||
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