Arbil cede expresamente el permiso de reproducción bajo premisas de buena fe y buen fin
Para volver a la Revista Arbil nº 95-96
Para volver a la tabla de información de contenido del nº 95-96


ABORTAR=ASESINAREl aborto es un asesinato, pues se mata a una persona con premeditación (se prepara reflexivamente,  tal como lo marca la ley con su procedimiento, y se perpetra un delito, aunque sin pena, como también  indica la ley) y alevosía pues no hay riesgo para los asesinos. R.A.E.: - asesinato. 1. m. Acción y efecto de asesinar. - asesinar. (De asesino). 1. tr. Matar a alguien con premeditación, alevosía, etc. - premeditación. (Del lat. praemeditatio, -onis). 1. f. Acción de premeditar. - premeditar. (Del lat. praemeditari). 1. tr. Pensar reflexivamente algo antes de ejecutarlo. 2. tr. Der.  Proponerse de caso pensado perpetrar un delito, tomando al efecto previas disposiciones. - alevosía. (De alevoso). 1. f. Cautela para asegurar la comisión de un delito contra las personas, sin  riesgo para el delincuente. Es circunstancia agravante de la responsabilidad criminal.(recuerdese que el aborto voluntario sigue siendo delito tipificado aunque se le elimine la pena)
«Se cumplen 20 años de la Ley Orgánica 9/1985, aprobada por el Parlamento, ratificada por el Rey, y mantenida. tras su alternancia, por los gobiernos del Sistema, con y sin mayorías parlamentarias.
Esta ley ha dejado matar cerca de un millón de niños por aborto quirúrgico y varios millones más por aborto químico»


Fundación Humanismo y Democracia: crónica de una muerte anunciada (la de la Democracia Cristiana española)

por Fernando José Vaquero Oroquieta

La profunda crisis experimentada por la democristiana Fundación Humanismo y Democracia, que puede terminar con sus responsables ante los tribunales, es el último acto de una agonía política: la de la Democracia Cristiana española. Debemos preguntarnos, ¿le resta todavía, a esa identidad política, algún futuro?

El fracaso político de laDemocracia Cristiana española.

En algunas ocasiones hemos reflexionado en torno a lasexperiencias, enseñanzas y expectativas de los hombres y mujeres que, de maneramuy plural, constituyeron las diversas expresiones de la moderna DemocraciaCristiana española.

Así lo hicimos al comentar en esta revistaelectrónica, en su número 49 (septiembre de 2001), un interesante libro deDonato Barba: La oposición durante el franquismo/1. La Democracia Cristiana.1936 – 1977, (Ediciones Encuentro, prólogo de Javier Tusell y presentacióna cargo de José Andrés Gallego, 302 páginas, Madrid 2001. Allí concluíamos quelas ideas de la Democracia Cristiana, en muchos aspectos, triunfaron en latransición española a la democracia, para ser desbordadas en los añosposteriores; siendo este fenómeno paralelo (y tal vez una consecuencia) de suincapacidad para crear una alternativa unitaria y nacional democristiana queproporcionara rostro a un porcentaje importante de la sociedad española que asílo demandaba. Una auténtica paradoja histórica que concretaba el fracasopolítico de los democristianos españoles.

Las fundaciones políticas populares.

También analizábamos el estado de esta expresión políticadesde la perspectiva y evolución de las fundaciones del entorno del PartidoPopular, en el artículo La “macrofundación” de Aznar y los democristianosdel Partido Popular (revista digital Arbil, anotaciones de pensamiento ycrítica, número 52, diciembre de 2001). Podíamos deducir que la decisivafunción de “laboratorio de ideas”, así como la formación y selección de cuadrospara ese partido, recaería en la fundación liberal-aznarista FAES, reduciéndoseHumanismo y Democracia a la gestión de diversos proyectos de cooperaciónal desarrollo; lo que acreditaba la pérdida de peso de los democristianos en elseno del Partido Popular y su carencia de un proyecto político propio.

A lo largo del mes de julio,venimos asistiendo, particularmente a través de numerosas informacionespublicadas en Diario de Navarra, del último acto de esta agoníademocristiana. Al parecer, y desde el propio Gobierno de Navarra, se habíanadvertido diversas anomalías en la gestión de algunos fondos concedidos a lacitada fundación; lo que podría, incluso, constituir indicios de delito.Ricardo de León, antiguo Consejero de este Gobierno, posteriormente Gerente dela Fundación de la discordia y ulteriormente Delegado del Gobierno de Navarraen Madrid, junto a otros nombres bastantes conocidos y conflictivos, seencontrarían en el ojo de huracán. Por cierto, lo que empezó como un “escándolonavarro”, ha empezado a extenderse a otras comunidades, como Madrid, Valencia yLa Rioja, donde los socialistas, encantados, buscan exprimir este limón paraver si encuentran, por ejemplo, un supuesto de financiación ilegal del PartidoPopular que explotar políticamente.

La crisis de la Fundación Humanismo y Democracia.

No nos corresponde a nosotrosmanifestarnos sobre lo realmente acaecido en esa fundación; especialmente en loque respecta a sus implicaciones legales. Pero sí que podemos reflexionar entorno a las causas de esta evidente decadencia y su pérdida del “norte”.

La Fundación Humanismo yDemocracia, según veíamos, es el último residuo organizado de una identidadpolítica en lenta agonía. Actualmente, la Democracia Cristiana española carecede cualquier instancia organizativa, medio de comunicación o liderazgo visible.Salvo los catalanistas de Unión Democrática de Cataluña (UDC), la única presenciademocristiana que quedaba era esta fundación. Nacida como “laboratorio deideas”, se le agregó la posibilidad de participar en la cooperación aldesarrollo; un rico pastel al que cada vez mayor número de comensales, muchoscon oscuras intenciones, trataban de hincarle el diente. Con la reordenación delas fundaciones populares del año 2001, Humanismo y Democracia sealejó, todavía más, de la realidad viva de la sociedad y del pueblo del que,remótamente, procedía. Se convirtió, así, en una estructura vacía, sin rumbofijo, alejada de los ideales de antaño. Aunque algunos patronos lo intentaran, y también editaran algunos libros interesantes de escasa difusión y mínimadistribución, no era fácil que esta entidad se mantuviera fiel a la líneafundadora en sus actuaciones, pues: ¿a quién o a qué servir? Se vivía, pues, enuna etapa de crisis…, aunque no faltaran sustanciosos fondos económicosprocedentes de diversas fuentes públicas, principalmente.

No en vano, su crisis era lade la misma familia ideológica de la que procedía. Así, ¿por qué decayó la DemocraciaCristiana en España? Recordemos algunos factores: su desconexión de la base delpueblo cristiano, la falta de apoyo de la jerarquía católica española enmomentos clave de su reciente historia, la ausencia de un proyecto claro yunánime de futuro, su propia división interna, la pérdida del sentido depertenencia eclesial y la crisis de identidad de alguno de los movimientoseclesiales que encontramos en su origen...

>En este contexto, Humanismoy Democracia, limitándose a mero gestor de proyectos de cooperación aldesarrollo, había perdido su auténtica razón de ser. El terreno estaba abonadopara una crisis; la que fuera.

¿Qué sucederá ahora? Termine,o no, en los tribunales, este hecho constituye una magnífica excusa para que laentidad sea suprimida definitivamente; antes o después… Discretamente, en todocaso. El triunfo liberal-reformista, dentro del Partido Popular, será total.Sobrevivirán, acaso, algunos escasos democristianos en la primera línea delPartido Popular, quienes deberán acreditar, más que ninguno, su adhesióninquebrantable al liderazgo y a las políticas populares. Así las cosas, esossupervivientes, ¿podrán defender un programa democristiano? Divididos, desprestigiados,en número decreciente, perdidas casi todas sus influencias, sin una basemilitante y social que les apoye, sin ninguna referencia organizada… Pocofuturo les espera bajo tal identidad. La Democracia Cristiana, por lo tanto, hamuerto en España. Mientras tanto, un sector social importante –nos referimos abuena parte de ese pueblo católico que en su día deposito en ella susesperanzas- se reorganiza, se manifiesta, reconstruye su identidad… huérfano delíderes y etiquetas.

La Democracia Cristianaespañola ha muerto, ¿¡viva la Democracia Cristiana!?

•- •-• -••• •••-•
Fernando José Vaquero Oroquieta


Todos a Colonia con el Papa

 

Para volver a la Revista Arbil nº 95-96
Para volver a la tabla de información de contenido del nº 95-96

La página arbil.org quiere ser un instrumento para el servicio de la dignidad del hombre fruto de su transcendencia y filiación divina

"ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil

El contenido de estos artículos no necesariamente coincide siempre con la línea editorial de la publicación y las posiciones del Foro ARBIL

La reproducción total o parcial de estos documentos esta a disposición del público siempre bajo los criterios de buena fe, gratuidad y citando su origen.

Foro Arbil

Inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones. N.I.F. G-47042954
Apdo.de Correos 990
50080 Zaragoza (España)

ISSN: 1697-1388