Arbil cede expresamente el permiso de reproducción bajo premisas de buena fe y buen fin
Para volver a la Revista Arbil nº 97
Para volver a la tabla de información de contenido del nº 97


ABORTAR=ASESINAR
El aborto es un asesinato, pues se mata a una persona con premeditación (se prepara reflexivamente, tal como lo marca la ley con su procedimiento, y se perpetra un delito, aunque sin pena, como también indica la ley) y alevosía pues no hay riesgo para los asesinos. 
R.A.E.: 
- asesinato. 1. m. Acción y efecto de asesinar. 
- asesinar. (De asesino). 1. tr. Matar a alguien con premeditación, alevosía, etc. 
- premeditación. (Del lat. praemeditatio, -onis). 1. f. Acción de premeditar. 
- premeditar. (Del lat. praemeditari). 1. tr. Pensar reflexivamente algo antes de ejecutarlo. 2. tr. Der. Proponerse de caso pensado perpetrar un delito, tomando al efecto previas disposiciones. 
- alevosía. (De alevoso). 1. f. Cautela para asegurar la comisión de un delito contra las personas, sin riesgo para el delincuente. Es circunstancia agravante de la responsabilidad criminal.
(recuerdese que el aborto voluntario sigue siendo delito tipificado aunque se le elimine la pena)
«Cada año mueren en España por aborto químico más españoles que los caídos en los tres años Guerra Civil
Cada semana son asesinados por aborto quirúrgico en España tantos españoles como ETA ha asesinado durante sus 40 años de acciones terroristas
El aborto es legal en España, desde la Ley Orgánica 9/1985, aprobada por el Parlamento, ratificada por el Rey, y mantenida por los gobiernos del Sistema»


Formación humana

por Alejo Fernández Pérez

Una persona sin formación suficiente, sin educación es una persona indefensa ante la sociedad, inútil para cualquier trabajo medianamente complicado y presa fácil de todos los truhanes, especialmente en los campos de la “cultura” y la “política”.

En los siglos pasados bastaba ir a la Iglesia los domingos para tener una cultura acorde con los tiempos. Hoy buena parte de nuestros jóvenes han pasado por las Enseñanzas Medias o por la Universidad. Pero ¿Están bien formados para hacer frente a los problemas de hoy? Sucede que tan difícil es enterarse de algo cuando no se tiene información como cuando se tiene demasiada. ¿Quién sabe la verdad de muchos sucesos actuales tras muchas páginas de prensa y horas de radio y TV? Dejaremos para otra ocasión lo referente a la tan despreciada “buena educación”

Cualquier aficionado al fútbol, no digamos si es un “forofo”, sabe perfectamente los nombres y la historia de cada uno de los futbolistas de su equipo. Sabe las fechas en que tiene que jugar y con quien, conoce a todos los miembros del equipo directivo y no le falla la memoria para recordar cuando y quien metió un determinado gol, cometió una falta o hizo un gesto sonoro. Igual que con el fútbol nos sucede con la música ligera, con cierta política, con los artistas de turno, con la TV basura y con diferentes deportes. Nada que alegar

La formación empieza a decrecer, en términos generales, cuando el tema se refiere a la enseñanza, a la economía, a la historia de nuestra nación, a la música clásica, a la pintura, la escultura, a las diferentes ONGs o a las religiones. La Política y la Religión son dos ejemplos relevantes sobre las que cualquiera se encuentra capacitado para pontificar. A ellas nos referiremos especialmente. Aparte dejamos también la enseñanza, donde parece que una mano maligna impide un consenso mínimo entre los partidos mayoritarios, anegando a España en una verdadera desgracia educativa. Las generaciones actuales y futuras lo pagarán muy caro.

Nuestra formación política es de pena, incluso entre una buena parte de los políticos profesionales. Entre los votantes abundan los iluminados y los salva patrias. Los hay que no se han leído- los que saben leer- la Constitución, ni conocen los programas de el partido al que votan, ni distinguen entre lo que se habla y lo que se hace. Su voto viene determinado por los que más gritan y prometen o porque así votó su abuelo. Por otra parte nos vemos obligados continuamente a hablar de política, pues la política, para nuestra desdicha, se está haciendo dueña total de la sociedad.

Consideramos normal que para conducir un avión, un barco, gestionar un banco o cualquier otra empresa a los aspirantes se les exija una serie enorme de requisitos: Estudios superiores, haber estudiado en el extranjero, conocer varios idiomas, buena salud y haber mostrado su valía a lo largo de los múltiples escalones de su profesión.

Todos los requisitos anteriores se volatilizan al tratar de políticos. Los políticos- con las excepciones de rigor- conforman esa clase laboral que para gobernar una nación, una Comunidad o una población importante no precisan tener ni formación, ni cultura, ni haber hecho nada en la vida. Les basta tener buen pico, demagogia abundante y medios de comunicación suficientes, además de sumisión absoluta al mandamás. No necesitan pasar reconocimientos físicos, mentales o psicológicos. Pueden unir una buena inteligencia a desequilibrios mentales imprevisibles y muy peligrosos. Abundan los taraos como Hitler, Estalin o cien más. Quieren que vivamos mejor, pero condicionado a que vivamos de acuerdo con sus creencias, opiniones o intereses e interviniendo – para nuestro bien, dicen- hasta en los pucheros de nuestro hogar. Su (de)formación y mentalidad dogmática no difiere gran cosa, guardando las distancias, de esas religiones tan denostadas por muchos de ellos.

Como en política, en el campo de las religiones, y concretamente entre los cristianos, no podemos decir que nuestra formación sea mejor que la de los políticos. Los que se llaman cristianos, católicos y dicen pertenecer a la Iglesia, resulta que, en buena proporción, desconocen prácticamente casi todo lo referente a ella. Se justifican diciendo que no tienen formación. ¿ Quién le formó en lo referente al fútbol? Si dedicasen a la Iglesia la mitad del tiempo que dedica al fútbol, no hay duda que serían buenos expertos en materia religiosa.

Nuestra lealtad y pertenencia a la Iglesia -o a cualquier otra organización importante- nos exige una formación suficiente para no correr el riesgo de difundir o defender criterios o posturas muy lejos de la verdad; mucho más cuando España está siendo invadida por religiones y sectas ajenas a nuestra cultura y algunas bastante peligrosas. Ser miembro activo significa estar informado, colaborar en las actividades correspondientes y dedicarle un tiempo suficiente. Pero perdemos tanto tiempo en naderías que San Pedro se va a reír un rato cuando ante su presencia intentemos excusarnos con: “..no tenía tiempo para Dios” “ “Yo creí qué…” “Me pareció preferible…” O sea que tenemos tiempo para todo menos para nuestro Padre.

Un cristiano bien formado tiene un bagaje cultural impresionante. La lectura diaria de la Biblia, del Nuevo y del Antiguo Testamento, aportan unos conocimientos de tal magnitud sobre los problemas esenciales de la humanidad y del universo, que aun no han sido superados por los más recientes descubrimientos. Hoy está de moda pensar que la creación del mundo parte de un pequeñísimo punto vacío, dotado de una energía infinita. Un día, sin que sepamos por qué ,como y cuando hizo ¡PUUUUM! , y apareció el mundo y varios sabios con gafas. Prefiero el Génesis, es más creíble. De la Biblia sabemos que es el libro más editado del mundo

Por encima de cierta edad, dieciocho años por ejemplo, no se es católico ni cristiano por haber sido bautizado, sino por aceptar voluntaria y libremente la fe en Cristo, por vivir de acuerdo con los Evangelios y las enseñanzas de la Iglesia. Caso contrario, llámese como quiera, pero por favor no se llame cristiano. Ni más ni menos, como tampoco le es lícito decir que pertenece al Club X o al equipo de fútbol F si desconoce todo sobre lo que habla.

¿Cómo va a ser católico quien desconoce los Evangelios, a la Iglesia católica, no confiesa ni comulga, ni va al templo ni colabora con la Iglesia? ¿Podemos llamar futbolista a quien no pisa un campo de fútbol y ni sabe que es eso? Sin embargo, es enternecedor considerar la cantidad de personas que dicen no creer en Dios, o que creen en Dios pero no en la Iglesia; pero ¡OJO! que nadie toque a su Virgen, a la patrona de su pueblo, tanto si es María como cualquier otra Santa.

Ser católico es algo muy serio, por ello requiere una formación permanente hasta el fin de nuestros días. Necesita unos maestros y una disciplina como cualquier otra actividad valiosa. El número de personas light que andan como zombis por el mundo empieza a ser abrumador. Carentes de formación, de raíces culturales firmes, son hojas movidas por cualquier viento. Cambian de criterio según la última charla o espectáculo visto en la TV. Esa TV que está convirtiendo en “carne de televisor” a la gente sencilla, fácilmente programable para que piense, compre, se divierta y vote de acuerdo con los intereses de unas camarillas encaramadas en el poder. Les interesa y muy mucho que buena parte de los votantes “no sea ni chicha ni limoná”. El tema sube de gravedad cuando la actitud de pasotismo, del “todo vale” se generaliza entre buena parte de los jóvenes y menos jóvenes.

Nadie se sorprende, ni discute que en todas las organizaciones políticas, militares, docentes, empresariales,…sea obligada la obediencia al jefe. Pero, ¡Qué casualidad! Cuando se trata de la Iglesia, todo el mundo se encuentra con derecho a criticar y a decirle al Papa lo que tiene o no tiene que hacer. ¿ Por qué ese interés? ¿Qué es preferible, hacer caso al Papa o a cualquiera de esos periodistas progres indocumentados cuyo único mérito estriba en el odio a Cristo o en sacar pecho, siguiendo cómodamente lo político o lo socialmente correcto? Y cobrando. Claro.

El católico bien formado sabe que no se engañará ni engañará a los demás, cuando en el terreno de la moral y las costumbres siga, sin pamplinas y con energía, las directrices del Papa, el hombre de blanco del Vaticano. Sus palabras siguen siendo palabras de vida eterna. De todas formas, esto es lo que tenemos y con ello hay que contar, pero ¡ánimo! que de otras peores hemos salido.

·- ·-· -··· ···-·
Alejo Fernández Pérez


VII Congreso Católicos y Vida Pública
VII Congreso Católicos y Vida Pública
«Llamados a la Libertad»

 

Para volver a la Revista Arbil nº 97
Para volver a la tabla de información de contenido del nº 97

La página arbil.org quiere ser un instrumento para el servicio de la dignidad del hombre fruto de su transcendencia y filiación divina

"ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil

El contenido de estos artículos no necesariamente coincide siempre con la línea editorial de la publicación y las posiciones del Foro ARBIL

La reproducción total o parcial de estos documentos esta a disposición del público siempre bajo los criterios de buena fe, gratuidad y citando su origen.

Foro Arbil

Inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones. N.I.F. G-47042954
Apdo.de Correos 990
50080 Zaragoza (España)

ISSN: 1697-1388