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ARBIL, anotaciones de pensamiento y critica

Maastricht ¿Solución o problema?

"El Euro, lo que supone de pérdida de soberanía económica, nos resta libertad.".

A medida que se acerca el tiempo fijado por los poderes que nos rigen, para dar con la implantación del euro, un nuevo y decisivo paso contra el ser nacional de las entidades históricas que han configurado Europa, aumenta la propaganda acerca de las ventajas y maravillas que logrará esta medida que despoja de uno de los elementos esenciales de soberanía, la moneda, a las naciones europeas pero van surgiendo también voces discrepantes y dubitativas que se preguntan por las posibles consecuencias sociales negativas de tal medida que pueden convertir a España en una zona que vaya descendiendo los escalones de una situación que ya está de por sí degradada.

Porque lo indudable es que la filosofía de quienes preconizan esta Europa, moralmente decadente, está claramente determinada por la subordinación del hombre a la economía y no de la economía al hombre, que es lo racional y cristiano, aunque recientemente y ante el claro escándalo de la cifra de parados en Europa se halla querido maquillar esta finalidad prometiendo determinadas medidas que solo son un espejismo para evitar una reacción contraria. Pero a su vez ello no constituye más que un paso hacia un gobierno mundial.

Claramente lo dijo el senador J.P. Warburg, del club Bildelberg : "Tendremos un gobierno mundial, les guste o no, por la fuerza o por consentimiento". Por cuanto queda dicho hay que considerar con absoluto pesimismo los supuestos beneficios que va a representar el nuevo paso adelante que se nos vende por los poderes mediáticos como una maravilla.

La tendencia a una unión europea es lógica, pero el camino equivocado.

Las naciones europeas nacieron con la impronta del cristianismo y de esas raíces es de donde ha de surgir un progresivo acercamiento y colaboración entre las diferentes naciones para ir tendiendo hacia una unidad, pero sin desmantelar los estados nacionales, en definitiva la Europa de las Patrias.

Como corolario unas breves líneas acerca del entusiasmo de los separatismos periféricos por la construcción actual de Europa. En una entrevista publicada en la Vanguardia hace un año y que yo comenté analizaba ese entusiasmo de algunos dirigentes nacionalistas por el desmantelamiento de los estados nacionales que implicaría la moneda única. Lo que daría pie a que pudieran surgir nuevas "naciones" como las desarrolladas a partir de las autonomías. que en el nuevo orden serían un cero a la izquierda.

Samuel Clua Palau *


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