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Austria, una vuelta a los orígenes políticos.
Con la controversia sobre el gobierno en coalición con el FPÖ es conveniente conocer algo sobre la historia política de Austria en este siglo.
Austria es un pequeño país alpino de
una gran competitividad económica. Sin embargo, hasta 1918 fue
un gran imperio multietnico con diferentes apreciaciones
políticas. En la actualidad, la sociedad austriaca se divide en
tres principales bloques políticos, socialista, popular y
liberal-nacional. En una segunda linea queda un remedo de
liberalismo y los verdes. Ante los sustos de los políticos
actuales hace falta recordar que estos bloques mantinen unas
costumbres y unos discursos coherentes con su nacimiento hace un
siglo aproximadamente.
Hace un siglo, en la parte germanófona del imperio
Austro-Húngaro, surgió el partido socialista de manos de Victor
Adler, quien le dió la base social del proletariado del núcleo
industrial del centro vienés. El socialsimo austriaco fue en un
inició de tendencia revolucionaria, pero siempre tuvo claro que
por su inserción en la clase obrera germanófona, deberían
apoyar todo intento de anexión con la potencia alemana. Los
enfrentamientos en los años treinta que evitaron un posible
triunfo de la Viena roja favorecieron que la clase trabajadora se
orientase hacia el nazismo, por la proclividad del socialismo al
pangermanismo. Después del segundo conflicto mundial, los
socialistas no han podido esponer sus ideales pangermanistas,
mutándose en un partido de corte socialdemócrata de tipo
alemán o escandinavo.
El segundo bloque electoral nació de Karl Lueger, carismático
alcalde de Viena, amigo del emperador Francisco José, quien
fundo el partido social cristiano, grupo que formó a los
labradores pequeños propietarios en torno al catolicismo social
desarrollado por Vogelsang y Otmar Spann. Los campesinos del
Tirol, Voralberg, Baja y Alta Austria se vieron cercanos a un
ideal corporativo católico. Este partido fue el que de manos de
Engelberg Dollfuss, siguiendo las consignas de la Encíclica
Quadragesimo Anno, proclamaron un Estado corporativo siguiendo
estas directrices católicas, hasta que el país fue anexionado
al III Reich. De este bloque socialcristiano tomará el relevo el
actual partido popular de clara tendencia austracista y
democristiana, vinculado al partido popular europeo y totalmente
europeista, formando parte de sus filas un hijo de Otto de
Habsburgo, cabeza de la familia imperial.
En cuanto al tercer bloque estaba nucleado en torno al
liberalismo nacido en el romanticismo y por éllo imbuido de un
gran nacionalismo. Este liberalismo nacionalista recluta sus
partidarios entre los estudiantes y miembros de las clases medias
urbanas germanoparlantes. Una parte importante de éllos eran
originarios de la minoría judía de cultura germanoparlante.
Estos liberales eran favorables a participar en el proceso de
unificación alemán y siempre estuvieron orientados hacia un
pangermanismo activo. Cuando surgió Schönerer el pangermanismo
liberal se convirtió en etnicista y marginó a los judios en
favor de los germanos únicamente, entrando el antisemitismo como
parte integrante del discurso político liberal pangermanista.
En los años treinta, el sector pangermanista que estaba
enraizado en el liberalismo pudo por la prohibición de los
partidos políticos articularse como un elemento activo del
nacionalsocialismo austriaco junto a los obreros que habían
estado en el socialismo, movimiento político de tendencia
pangermanista, únicamente se podía ver triunfar una revolución
apoyada en una clase obrera fuerte como la detentada por la
potencia industrial alemana. Después de la segunda guerra
mundial, la prohibición de los partidos políticos por los
aliados sólo permitió la adscripción a los grupos autorizados.
La masa de antiguos afiliados a organizaciones vinculadas con el
nazismo, 750 mil austriacos, tuvieron que introducirse en esos
partidos permitidos. La Liga de Independientes de Herbert Kraus y
Viktor Reimann, transformado en Partido Liberal de la libertad
(FPÖ) heredero del liberalismo pangermanista del siglo pasado.
Su vinculación con los demás partidos liberales no planteó
problemas, perteneciendo a la Internacional Liberal.
Sin embargo, cuando el joven Jörg Haider consiguió el liderato
del pequeño partido, que siempre había ejercido el papel de
bisagra, su discurso le llevó a un populismo nacionalista que ha
hecho crecer su electorado de un 4´8% en 1986 al 23% de 1999,
actualmente es la segunda fuerza política de Austria y gobierna
en Carintia, provincia donde el pangermanismo siempre ha tenido
una fuerte presencia por la presencia de una minoría eslovena en
el sur, pueblo de cultura eslava. El FPÖ ha sido excluido de la
Internacional Liberal y acusado de xenófobo por su política de
cierre de fronteras ante la avalancha de refugiados bosnios,
albaneses y rumanos. También, su postura favorable al papel de
Austria como parte integrante de Alemania le ha valido a su
líder ser acusado de neonazismo, por ser la única vez que ambos
países formaron una entidad política unificada. No cabe duda
que el FPÖ no es una fuerza nazi, sino liberal y de signo
pangermanista, como su electorado y la tradición política de su
herencia le indica, pero será algo que los austriacos deben
juzgar, sin presiones de medios políticos y de prensa mal
informados.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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