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ARBIL, anotaciones de pensamiento y critica

Otro tipo de elecciones.

Las elecciones se producen cada cuatro años y nuestro voto está muy condicionado por una oferta oligopolística de los partidos, pero, sin embargo, cada día tenemos en nuestras manos, a la hora de efectuar nuestros gastos, la opción de favorecer unas u otras compañías, que producen bienes de consumo sustitutivos. Esas empresas financian muchas veces asociaciones, fundaciones partidos, medios, publicidades, etc.. que impulsan cosmovisiones opuestas al orden natural

Con cada simple compra, sin saberlo, podemos estar reforzando el poderío económico de empresas que subvencionan a los partidos separatistas discrimainadores e insolidarios y a sus, en muchas ocasiones, aliados terroristas, a empresas que emplean como "materia prima" los cuerpos sin vida de niños abortados o que apoyan la cultura de la muerte, a empresas que hacen apología de la promiscuidad o de la sodomía y de las aberraciones más repugnantes.

Desde este artículo no proponemos una renuncia al consumo con menoscabo de la calidad de vida sino pequeñas y constantes elecciones alternativas que no perjudican al agente-consumidor y dan muestra de nuestro criterio, raciocinio y libertad.

La única manera de sugerir un cambio a estos capitalistas de la Muerte es la compra inteligente y, en caso de reforzarse cerrilmente en su deletérea determinación, su boicoteo es el mejor placaje en su carrera por la destrucción del orden natutal.

Por eso tu elección es fundamental:

En tu bolsillo y en tu voluntad está elegir entre la naturaleza o la degeneración

Por más que el capricho vicioso o patológico se empeñe por remedar al Demiurgo, la naturaleza no puede manosearse al antojo, invertir su sentido y "recrear" nuevos seres que abjuran de su género, sin acarrear con ello graves consecuencias fisiológicas y psicológicas al individuo y auténticos desafíos a la identidad y supervivencia de la propia sociedad.

El hombre es un ser sexuado y el propio hecho de la existencia de cada uno de nosotros es prueba suficiente de lo que es natural: el matrimonio entre un hombre y una mujer, el ayuntamiento carnal por amor, abierto a la vida, en el seno de la institución familiar, al amparo de la cual se comprometen a seguir amándose siempre y educando a los hijos.

Que la enfermedad o el vicio puedan sugerir otras "alternativas" nadie lo pone en duda pero esas tales, tienen un nombre que las define: aberraciones, por cuanto se desvían y transgreden la Ley Natural.

Cuando la pretensión particular de vivir desordenadamente trasciende el ámbito privado y se constituyen o se abordan partidos políticos, colectivos y grupos de presión, cuando la impronta aberrante ha tomado tinta en el tampón del proselitismo, cuando algunas empresas ofrecen "desintersadamente" su apoyo para ayudar a la "normalización" de la anormalidad, ha llegado el momento de tomar cartas en el asunto.

Suponiendo (tesis falsa, por otra parte) que los adultos tuvieran la conciencia formada, hay al menos unos receptores de estos mensajes normalizadores absolutamente vulnerables: los niños.

Un niño empapa como una esponja todo lo que vé y oye y no hay derecho a que permitamos la castración moral de nuestros hijos subviniendo con estos agentes políticos y empresariales, votando sus programas y consumiendo sus productos. Aunque sólo sea por aquellos, echemos nuestro granito de arena por este nuevo conducto para enterrar tanta porquería en una mayestática duna de dignidad y consideración a la propia naturaleza humana. Las compañias que juegan con la ambigüedad sexual, o incluso apoyan directamente la sodomía, que desprecian las instituciones familiares o que se oponen a la natalidad deben ser castigadas cada día con nuestra elección de compra.

En tu bolsillo y en tu voluntad está elegir entre la paz o el terror

Una punzada virulenta y sorpresiva interesa nuestro corazón de parte a parte cada vez que por capricho de una horda criminal se masacra la vida de un inocente, se deja al borde de una acera la atroz amargura teñida en sangre de una familia que solloza y no entiende por qué. Una sola gota de esa sangre inocente vale más que todas las vanalidades electoralistas y todos los embozos nacionalistas vergonzantes que se avienen y se reconvienen según la ocasión.

Las víctimas del terrorismo son personas físicas con cara y ojos, con mujer e hijos. El sistema político no se desangra en la calle ni llora con el desgarro de una viuda joven. Las víctimas pueden saber poco algo o nada de entelequias políticas y sin embargo son los que han pagado con su vida los discursos contemporizadores de muchos demagogos de salón.

El problema de la horda criminal ETA y su entorno social de las provincias vascongadas es más complejo que el dualismo entre demócratas y "no demócratas" por cuanto la sangre inocente ha regado campos políticos que de una forma más eventual o más incondicional se pretenden hoy vedados a la violencia terrorista y sus vindicaciones. Algunos, incluso hoy delatan sus afinidades a la hora de alinearse para exigir al gobierno con más eficacia.

Una sociedad pusilánime y acomplejada que ve en la legítima defensa del cuerpo social la equiparación con la agresión occisiva sobre el inocente, que ha de justificar con simplezas políticamente correctas la coerción policial y la disuasión legislativa y jurisdiccional sobre los criminales, esta sociedad en definitiva, es el borrego en las fauces de un lobo que se crece ante la inermidad de la víctima.

Si te vale con las "enérgicas condenas" de los políticos que nos representan o bien con las desmedidas pretensiones que te sobrevienen al hilo de ocasionales arrebatos dialécticos en el sentido de "aplastar" a los terroristas en tu imaginación, no prestes tu apoyo activo (difusión de información) ni pasivo (no consumo a empresas satélites del separatismo insolidario y asesino) porque aquí se busca el golpe real y no la historieta virtual.


En tu bolsillo y en tu voluntad está elegir entre la vida y la muerte

En defensa de la Vida y de la Dignidad Humana, y deliberadamente "extemporáneos" ante la "Cultura de la Muerte", debemos marcar una posición contraria a las entidades y empresas que se enriquecen directamente con el aborto o que financian a grupos pro abortistas.

Además de pretender la permisividad legislativa para su "aprovechamiento", se deben considerar los fines proselitistas sobre terceros que buscan estos grupos. Quieren condicionar el criterio de la persona, teniendo en cuenta "especiales circunstancias": mujeres con graves problemas y bajo fuertes presiones, a quienes se ofrece el aborto como única salida.

La finalidad es plantear la práctica del aborto como un servicio médico cualquiera, sin más transcendencia que una simple intervención. Así, además de ignorar las consecuencias, físicas y psíquicas, que el aborto deja en la mujer, esconden su auténtica naturaleza: el exterminio de un Ser Humano.

Hoy por hoy, la ciencia no deja lugar a la duda: La REAL ACADEMIA ESPAÑOLA DE MEDICINA nos dice: "Prescindiendo de toda razón moral, solo desde el punto de vista de la Biología, el huevo fecundado es una vida independiente... ... cualquier práctica abortiva, por temprana que sea, debe ser considerada como un homicidio".

Es fundamental dar a conocer como se realiza un aborto, la crueldad de los métodos y la brutalidad de quienes los realizan; proceso siempre oculto cuando se quiere favorecer el aborto.

Hablar de interrupción voluntaria del embarazo, suena a algo técnico y aséptico. Para acercarnos un poco más a la realidad es necesario conocer algunos de los métodos usados para practicar el aborto:

- Succión. Con un potente aspirador se van seccionando a pedazos y absorbiendo los frágiles miembros del niño. El cuerpo es recompuesto sobre la mesa a modo de puzle, para terminar la labor "sanitaria" sin dejar restos que pudiesen causar infecciones.
- Legrado. Con un objeto cortante se va despedazando a la criatura y se va sacando trozo a trozo con las pinzas. Si se observa la ecografía, se ve al niño pataleando y reptando por el vientre de la madre porque los últimos momentos son terriblemente dolorosos.
- Inyección intraamniótica. Con una solución salina en el líquido amniótico, el pequeño acaba envenenándose y muriendo; pero antes ha de sufrir el abrasamiento, hasta el punto de cambiar completamente de color.
- Inducción de contracciones. Se procura el nacimiento prematuro, contranatura, y se deja morir a la criatura en el cubo de basura, mientras fuerza sus últimos, leves y estériles movimientos.
- Histerotomía. Se corta el cordón umbilical y se le procura la muerte privando de oxígeno y alimento al feto, que muere asfixiado.

Frente a posibles argumentos demagógicos, en la línea de que la existencia de esos grupos y clínicas abortistas es legal y tienen derecho a recibir fondos y a ser subvencionados también por grupos empresariales privados, se debe manifestar que el razonamiento considerado es una aberración palmaria pues no debe ajustarse el "deber ser" a lo que lamentablemente ya "es". La esclavitud también fue legal y estuvo reconocida y reglamentada por la legislación de los Estados.

El que pueda haber abortos quiere decir que hay violencia impune y la solución cabal no es dar facilidades sino evitar la muerte de las víctimas y ayudar a las madres para que puedan nacer los niños.

Deseamos que, estas entidades, en vez de financiar el asesinato o su promoción, financien a quienes defiendan efectivamente los derechos inherentes a la persona, que en vez de respetarse las ideas criminales respeten a las personas y que dediquen esos fondos para apoyar la maternidad.

Considerando la brutalidad que lleva implícito el aborto y sus consecuencias, debemos negar nuestra compra o ayuda a entidades y empresas que hacen negocio de la destrucción de la vida o que financian grupos abortistas o esterilizadores

Como ciudadanos responsables y solidarios, debemos aspirar a ser consecuente con nuestras convicciones morales y éticas, y no debemos desligar éstas de nuestra faceta como consumidores.

Por ello, debemos replantearnos consumir productos y servicios de organizaciones y empresas que sostienen posturas contrarias al orden natural o apoyan organismos que así actúan.

En la sociedad en la que vivimos, de momento y afortunadamente, tenemos la oportunidad, sin que nos cause trastornos ni nos exija especial esfuerzo, de elegir en el Mercado entre diversas firmas con productos similares, que sin disminuir nuestra satisfacción, pueden cubrir nuestras necesidades en todos los campos.

Elijamos y NO consumamos productos de empresas que mantengan posturas contrarias al Orden Natural y el Bien Común que de éste deriva.

 

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NOTA IMPORTANTE: Los artículos marcados con el símbolo de la urna corresponden a una separata especial con motivo en las elecciones generales, tienen valoraciones de caracter temporal sobre el momento y no comprometen la línea editorial de la publicación.


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