A la página índice principal de la publicación  


Arbil, apostando por los valores de la civilización cristiana

Por la Vida, la Familia, la Educación, la dignificación del Trabajo, la Unidad histórica, territorial y social de la Nación, y por la Regeneración Moral y Material de nuestra Patria y el mundo

 


Indice de contenidos

- Texto completo de la revista en documento word comprimido
- ¿Nadie es culpable en la expansión del sida?


CARTAS

Arbil cede expresamente el permiso de reproducción, siempre bajo las premisas de buena fe, buen fin, gratuidad y citando su origen
Revista Arbil nº 73

Carl Gustav Jung (1875-1961)

por Ermanno Pavesi y T. Jorge Soley Climent

Breve reseña sobre la biografía y teorías de un psicólogo que creó escuela


Su vida

Carl Gustav Jung nace el 26 de julio de 1875 en un pequeño pueblo sobre la costa suiza del lago de Constanza, Kesswil, donde su padre era pastor protestante. Estudia medicina en Basilea, se doctora en 1900 y el mismo año entra como asistente en la clínica psiquiátrica de la universidad de Zurich, distinguiéndose con sus investigaciones incluso a nivel internacional.

En 1907 Jung conoce a Sigmund Freud (1859-1939), convirtiéndose en estrecho colaborador del mismo, constituyéndose de este modo el primer contacto entre psicoanálisis y ambiente universitario. En 1909 renuncia a la carrera académica para dedicarse totalmente a la investigación psicológica; dos años después será nombrado presidente de la Sociedad psicoanalítica internacional, pero la publicación, en 1912, de la primera edición de su obra Símbolos de transformación, en la que formula una teoría de la libido que se aleja de la psicoanalítica, le lleva a la ruptura con Freud y a la elaboración de su propio sistema: la psicología analítica.

El psiquiatra suizo agrupa en torno a su figura un grupo inicialmente pequeño de colaboradores con los que, en 1916, constituye el Club Psicológico de Zurich. De 1933 a 1942 es profesor en el Politécnico federal de esa ciudad y de 1944 a 1945 en la universidad de Basilea. Con el fin de organizar la enseñanza y la investigación de la psicología analítica, en 1948, en Küsnacht, ciudad a pocos kilómetros de Zurich, junto al lago homónimo, es fundado el Instituto Carl Gustav Jung. Y en Küsnacht muere Jung el 6 de junio de 1961.

Su formación

En su autobiografía -Recuerdos, Sueños, Pensamientos, publicada en 1961- el psiquiatra suizo recuerda haber tenido un precoz interés por las cuestiones existenciales y religiosas y haberse apasionado en la universidad con el tema de lo irracional, tratado por varios autores románticos alemanes como Carl Gustav Carus (1789-1869), y con el espiritismo: "[...] a pesar de lo bizarras y discutibles que me parecieron las observaciones de los espiritistas, fueron el primer testimonio que jamás tuve de fenómenos psíquicos objetivos. [...] virtualmente leí toda la literatura sobre el tema entonces disponible [...] y leí siete volúmenes de Swedenborg [Emanuel, 1688-1772]". En esos años participa en tenidas espiritistas, recogiendo experiencias que posteriormente utiliza en su tesis de doctorado, Psicología y patología de los llamados fenómenos ocultos, de 1902. La profundización en el psicoanálisis constituye un cambio fundamental, permitiéndole encuadrar de manera nueva los fenómenos paranormales en los que se había interesado. En el prefacio a la obra El psicoanálisis de Wolfgang Müller Kranefeldt (1892- 1974), de 1930, Jung postula la existencia de un filón que va desde la alquimia hasta el magnetismo animal, la filosofía romántica y el psicoanálisis, considerado como la forma más moderna de psicología: "Un día aparecerá claramente por qué tortuosos senderos la psicología moderna y modernísima ha encontrado el camino que la ha conducido fuera de los oscuros laboratorios alquimistas, a través de los estadios intermedios del mesmerismo y del magnetismo [...] hacia las anticipaciones filosóficas de Schopenhauer [Arthur, 1788-1860], de Carus y Hartmann [Eduard von, 1842-1906], y cómo, del oscuro terreno materno de las experiencias prácticas cotidianas de un Liébeault [Auguste Ambroise, 1823-1904] y del aún más antiguo Quimby [Phineas Parkhurst, 1802-1866] (el padre espiritual de la Christian Science), a través de las teorías sobre la hipnosis de la escuela francesa, se ha llegado a Freud".

Jung critica la pretensión de Freud de construir una teoría del inconsciente y de la psique partiendo de la patología psíquica en cuanto, como afirma en la edición definitiva de la obra Símbolos de transformación, de 1952, "un poco de patología y de teoría de la neurosis no bastan en absoluto en este caso; este tipo de conocimiento médico consiente únicamente el ser informado sobre una enfermedad, pero lo ignora todo del alma que está enferma". Jung por el contrario se siente atraído por la complejidad de la psique humana y de sus misteriosas profundidades. Ya en su tesis de doctorado subraya la sorprendente semejanza entre el sistema descrito como trance por una medium y algunos sistemas gnósticos de la antigüedad. Si Freud interpreta la religión como una neurosis, Jung constata la existencia de semejanzas entre el material producido por los pacientes y los temas de la mitología e intenta captar el elemento profundamente existencial, y en última instancia religioso, de las alteraciones psíquicas. En el curso de los años se dedica al estudio del gnosticismo, de la alquimia y de la mitología de los pueblos antiguos y primitivos, considerados come proyección múltiple de los arquetipos, esto es, de los contenidos inconscientes comunes a toda la humanidad.

Inconsciente colectivo y arquetipos

La psicología analítica formula una teoría del inconsciente más compleja que la psicoanalítica.

En el libro La estructura de la psique, de 1931, Jung distingue "[...] en la psique tres estratos: 1) la conciencia; 2) el inconsciente personal [...]; 3) el inconsciente colectivo, que es un patrimonio hereditario de posibilidad representativa no individual, sino común a todos los hombres y quizás a todos los animales, y constituye la verdadera y propia base de la psique individual".

En el libro Instinto e inconsciente, de 1919, describe el inconsciente colectivo como la suma de los instintos, esto es, de las "formas típicas del actuar" y de los arquetipos, "formas típicas de la comprensión": los instintos determinan las constantes del comportamiento, y los conocimientos singulares son enmarcados sobre la base de formas preexistentes. Por ejemplo, Jung considera que el modo en que cada individuo vive su relación con su madre depende de un arquetipo inconsciente, el de la "gran madre". Los arquetipos no son de naturaleza espiritual, sino formas inmanentes a la materia en la que se han desarrollado en el curso primero de la evolución y después de la historia, y están contenidos en el patrimonio genético del hombre: "En mi opinión — sostiene en el libro Psicología del inconsciente, de 1943 — su origen no es explicable si no se supone que son sedimentos de experiencias repetidas continuamente por la humanidad".

La teoría de la persona

Para la psicología analítica no existe un alma individual: los elementos individuales del alma son efímeros y perecederos, mientras que la parte impersonal de la psique pone en relación al singular con un alma única, común no sólo a los hombres sino también a la naturaleza: "¡El alma no ha nacido hoy! — se lee en Símbolos de transformaciónTiene muchos millones de años. La conciencia individual es solamente la flor y el fruto de una estación, germinada en el perenne rizoma subterráneo". En el libro El problema psíquico del hombre moderno, de 1931, Jung retoma algunas de las teoría del teósofo sueco Swedenborg: "En cierto modo somos parte de una gran alma unitaria, o, para expresarnos con Swedenborg, de un único, inmenso ser humano".

La dimensión personal del hombre no es considerada autónoma y real, sino artificial, una especie de interfaz entre el inconsciente colectivo y la sociedad, un rol que la sociedad impone al individuo, una máscara que deja manifestarse algunos contenidos del inconsciente colectivo, pero que esconde la mayor parte. La identificación con una determinada personalidad resulta limitativa y reductiva, impide la completa autorrealización y causa conflictos, en cuanto que llevaría a una cierta polarización entre los contenidos inconscientes aceptables y aquellos por el contrario inconciliables con los principios de la sociedad y destinados a permanecer inconscientes, formando — según una expresión junguiana — la "sombra" de la personalidad consciente. Uno de los objetivos de la terapia consiste en la superación de tal unilateralidad y de la pretensión de alcanzar la perfección, buscando preferiblemente la totalidad a través de la integración de la "sombra".

La religión

La psicología analítica, por una parte, tiene una gran consideración por la religión, considerada como expresión y formulación de arquetipos, y reconoce la importancia de los ritos religiosos, que permitirían a todos, independientemente de sus propias capacidades, vivir ciertos arquetipos; pero por otra parte es crítica frente a las formas religiosas institucionalizadas, en la medida en que limitan la realización de los arquetipos.

La crítica más severa se refiere no obstante a las pretensiones metafísicas de las religiones: para Jung la experiencia religiosa es de naturaleza psíquica, una hierofania, dentro de la psique, de arquetipos y de potencias externas al Yo consciente pero intrapsíquicas. En el libro Psicología y religión, de 1940, considera la fe en la existencia real de seres espirituales sólo como proyección al exterior de potencias interiores de naturaleza meramente psicológica: "[...] no se puede ni siquiera sostener una doctrina de la deidad en el sentido de una existencia no psicológica". Esto vale también para la existencia de Dios: en el ensayo Die Psychologie der unbewussten Prozesse, "La psicología de los procesos inconscientes", de 1917, Jung definió el problema de la existencia de Dios incluso como "[...] uno de los problemas más estúpidos que se puedan plantear". La psicología analítica puede únicamente demostrar la presencia de una imagen arquetípica de la divinidad en el inconsciente.

Cristianismo y Era de Acuario

Jung subraya que el inicio del periodo cristiano corresponde aproximadamente al inicio de la astrológica Era de Piscis, con una duración de cerca de dos mil años, a la que sigue la Era de Acuario. La Era de Piscis se caracterizaría por la contraposición entre dos principios diferentes, aparentemente inconciliables: bien y mal, Cristo y Satanás, mientras que la Era de Acuario se caracterizaría por la superación de las contraposiciones, por su síntesis y en consecuencia también por el ineluctable declinar del cristianismo.

En el Occidente cristiano la polarización de la Era de Piscis habría provocado la remoción en el inconsciente, tanto del individuo como de los pueblos, de los contenidos no conciliables con el cristianismo, formando una "sombra" pagana y anticristiana. Pero con el avecinarse de la nueva era disminuiría progresivamente la capacidad de la civilización cristiana de mantener reprimidos los elementos paganos, que tienden a emerger con fuerza siempre mayor en la conciencia del individuo y de los pueblos ya cristianizados. En la fase de paso a la Era de Acuario Jung considera necesario prestar atención a estos contenidos emergentes e intentar integrarlos en la vida consciente.

Con este esquema Jung interpreta también los fenómenos políticos de nuestro tiempo, vislumbrando los albores de la nueva era en la afirmación del neopaganismo nacionalsocialista en la Alemania de los años 1930.

Conclusión

La psicología analítica de Jung se distingue netamente del psicoanálisis por su actitud positiva frente a la religión, gracias a la cual ha conquistado muchas simpatías en ambientes religiosos. De hecho, la afirmación de la existencia, si bien solamente psicológica, de ciertos arquetipos religiosos puede constituir la base para un diálogo interdisciplinario, ya que el estudio comparado de diversas formas de espiritualidad ofrece ideas estimulantes, pero no se debe olvidar que Jung considera la metafísica únicamente como una proyección y profesa una religiosidad inmanente. El intento de fundar su sistema sobre la experiencia religiosa personal, independientemente de codificaciones teológicas, corresponde a ciertas exigencias de la cultura del siglo XX y en consecuencia no sorprende el hecho de que Jung sea uno de los autores más apreciados en el ámbito de la nueva religiosidad de la New Age..

·- ·-· -··· ·· ·-··
Ermanno Pavesi y T. Jorge Soley Climent

Para profundizar: la rica producción escrita del psiquiatra suizo está recogida en los dieciocho volúmenes de las Opere de C. G. Jung, trad. it., Boringhieri, Turín 1969-1991 (trad. esp. Editorial Trotta); sobre el personaje véase también Ricorde, sogni, riflessioni de C. G. Jung, recogidos y editados por Aniela Jaffé, trad. it., Biblioteca Universale Rizzoli, Milán 1997; y Jolande Jacobi (1890-1983), La psicologia de Carl Gustav Jung, trad. it., Bollati Boringhieri, Turín 1997.

 


Revista Arbil nº 73

La página arbil.org quiere ser un instrumento para el servicio de la dignidad del hombre fruto de su transcendencia y filiación divina

"ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil

El contenido de estos artículos no necesariamente coincide siempre con la línea editorial de la publicación y las posiciones del Foro ARBIL

La reproducción total o parcial de estos documentos esta a disposición del público siempre bajo los criterios de buena fe, gratuidad y citando su origen.

Foro Arbil
Inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones. N.I.F. G-47042924
Apdo.de Correos 990
50080 Zaragoza (España)


La reforma de la vigente Ley sobre Técnicas de Reproducción Asistida de 1988, comunicada por el Consejo de Ministros el 25 de julio, permite, según la propia interpretación de la ministra de sanidad Ana Pastor, la experimentación con embriones crioconservados.

El gobierno del PP, con mayoría absoluta, potencia la "cultura de la muerte" y suma a los cientos de miles de niños abortados la exterminación de centenares de miles de seres humanos «sobrantes» de las clínicas de fecundación asistida.

Célula Madre de un hombre a los pocos días de su concepción

Los ignorantes por ser muchos, no dejan de ser ignorantes. ¿Qué acierto, pues, se puede esperar de sus resoluciones?
(Feijóo)

****

La sociedad reposa sobre la conciencia y no sobre la ciencia
La sociedad es ante todo una cosa moral
(Amiel)

****

La misión de la ciencia es catalogar el mundo para volverlo a Dios en orden
(Unamuno)