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Revista Arbil nº 73

Baretti, algo más sobre los viajeros en la España del siglo XIX

por Michael Croizier Shaw

El autor, irlandés, nos da a conocer un viajero cuyas obras tienen mucho más interés que otras mucho más famosas pero que se reducen a los tópicos


Estamos acostumbrados a considerar que la historia del viajero ingles en España tiene sus orígenes con Ricardo Ford y Jorge Borrow, pero olvidamos que ellos tuvieron muchos predecesores, que desde la mitad del siglo dieciocho en adelante habian viajado a España.

Borrow y Ford pertenecen a la época que podemos llamar el ‘Siglo de Oro’ de viajeros en España (1),cuando parecía que el inglés había dejado una buena parte de los perjuicios que le había cegado en el pasado, y antes de que el desarrollo de la red ferroviaria y la mejora de los hoteles permitieran el influjo de la clase media victoriana.

Jose Baretti (2) pertenece a la época mas temprana, la época en que el interés de los ingleses en España se despertó después de medio siglo de indiferencia (3). El fue contemporáneo de Eduardo Clarke, cuyo Letters concerning the Spanish Nation podemos considerar como el primer libro de viajes moderno, escrito sobre España, aunque en la mentalidad y manera de acercar a España fueran muy distintos. A pesar de sus esfuerzos por cambiar algunas de los ideas inglesas sobre España, Clarke fue el viajero ingles típico del tiempo. No sabía casi nada de castellano, aunque vivió por lo menos un año en Madrid, y demostró el fastidio típico del ingles frente a lo que consideró la índole española y su hostilidad hacia las ideas de la Ilustracion francesa. Sobre todo, y eso fue quizás lo mas típico de todo, Clarke no mostró un verdadero interés por España y su pueblo.

La manera de Baretti fue distinta; sabía bien el castellano y se movió por todos los niveles de la sociedad española, hasta los campesinos y arrieros a quienes conoció en los pueblos y ventas de España. Interrogó a cualquiera, sin dar importancia a su condición ni clase, siempre que le parecíese que tal persona podía proporcionarle informacion sobre cosas que no entendía, y utilizó esa información para corregir sus propias ideas y para criticar los perjuicios anti-españoles que había encontrado en las obras de muchos de los viajeros contemporáneos. Sobre todo mostró simpatía e interés en la historia y cultura de los españoles.

La manera de viajar de Baretti fue poco usual en los viajeros de la época; el tenía mas afinidad con los viajeros del ‘Siglo de Oro’ que con el viajero europeo tipicamente dieciochesco. Tal viajero usualmente fue un philosophe mas interesado en clasificar y examinar minuciosamente el sistema de gobernar, la agricultura y la vida intelectual en los países que visitó, que escuchar a los canciones de los campesinos o charlar con los arrieros alrededor de la lumbre de una venta, aunque para ser justo, tales viajeros normalmente incluyeron un capítulo sobre las costumbres de la gente en sus libros. Los aspectos de España que le interesaban a Baretti fueron los que sus contemporáneos habitualmente despreciaban como cosas de poca importancia, un hecho que da importancia al libro de Baretti porque nos proporciona detalles que no se pueden encontrar en ninguna parte. Exceptuando, quizás, al diplomático frances, Jean de Bourgoing y mas tarde, el aleman Fischer, ningún viajero dieciochesco en España podía penetrar en la sociedad española a todos sus niveles, como lo había hecho Baretti.

Aunque las diferencias entre los países europeos eran mas pronunciadas en el siglo dieciocho que hoy, sin embargo, España era aún más distinta a sus vecinos europeos, por las normas de la epoca, y en ninguna parte se veia esa diferencia tan claramente como en la actitud del español hacia el sistema social. No obstante, existía una jerarquía social en España similar a los demás países, pero la distinción se encontraba en la actitud del español frente a ese sistema. Los españoles de todas las clases se entremezclaban en una legalidad absoluta; el hecho que uno fuese duque y otro obrero no les impedío comer en la misma mesa ni bailar el fandango con la mujer del otro. El tipo de conciencia tan rígida de posicion social, que existía en otros partes, especialmente en Inglaterra, era extraña para el español.

Esa cuestion de ‘sentido de clase’ tiene gran importancia en la evaluacion de los viajeros dieciochescos en España. Los viajeros que se mantuvieron aparte de los que consideraron fuera de su nivel social se perdieron mucho, se aislaron de lo vital en la sociedad española, y por lo tanto, sus impresiones de España fueron mas parciales e incorrectas.Baretti era muy consciente de este defecto en el viajero; creyó que no fuera posible conocer bien un país sin algunos conocimientos de los sentimientos y opiniones de la gente normal (4) , y es por esta razón que en el libro de Baretti se trate de los demas viajeros, y se le da tanto valor.

En sus intentos a corregir las falsedades de otros viajeros, (5) Baretti se puso muy critico con respecto a su mentalidad hacia España. Subrayó muy bien que mucha de la literatura de viajes de su tiempo no era lo que pretendía ser, eso es un ensayo en dar un retrato lo mas imparcial y objetivo que posible, consistente con una estancia corta en un país, sino un ejercicio en reforzar los perjuicios nacionales. (6) Tal era el caso con la percepción que tenían los ingleses de España, en que la idea de los españoles como un pueblo perezoso, dominado por el clero y atrasado, era quizás más fuerte a finales del siglo dieciocho que lo que habia sido al principio, gracias a los retratos pintados por los numerosos viajeros que habían visitado el país desde 1.760 en adelante.(7) El propio Baretti había creido en muchas de esos estereotipos, hasta que el mismo viajo por España, cuando sus propias experiencias del país y el pueblo le hizo poner en duda esas aseveraciones, como se vera en el siguiente:

"Upon the credit of several books, I had long fancied that nothing was to be found throughout so vast a kingdom, but slothfulness, strongly connected with haughtiness and impertinence…Such, or nearly such, are the notions that they will form, who shall give implicit faith to the greater part of the books written by itinerant authors about Spain and its inhabitants. You will see how far I can now conform to these notions when you shall have read my present journal, and considered what degree of probability accompanies my accounts." (8) Esta capacidad para modificar sus ideas cuando se presentaron opuestas a su propia experiencia, algo que no hicieron con buena voluntad muchos de los viajeros de España de la época, aparta a Baretti de sus viajeros contemporáneos y da una profundidad y fidelidad a sus observaciones, rara vez encontrada en los libros de viajes sobre España escritos en la segunda mitad del siglo dieciocho.

Como viajero en España Baretti tenia otros ventajas, aparte de una mentalidad abierta. Siendo de origen italiano, estaba mas cerca de los españoles en términos de cultura, y lo que era mas importante, la religión, que todavía planteaba problemas para los viajeros de los paises protestantes, especialmente a los ingleses (9). Había, por lo tanto, menos en España que le pareciese completamente nuevo o extraño dado que en muchos casos el podía encontrar paralelismos en las costumbres de su propio país y el hecho de ser católico y hablar perfectamente el castellano le facilitó mucho en sus relaciones con la gente normal.

Esta ventaja de provenir de una cultura mas cercana a la española que la del resto de los viajeros de Europa era importante. Le permitió a Baretti investigar elementos de la cultura española de los que eran ignorantes los demas viajeros. Tal era el costumbre de componer coplas típicas entre la gente popular que Baretti reconoció similares a los de los improvisatori italianos. Se puede explicar su sorpresa cuando comprobó que ningún otro viajero había comentado sobre ese costumbre (10) con el hecho de que esa costumbre no era muy común fuera de España e Italia, y mas probable aun, que muy pocos de sus viajeros contemporáneos tenían conocimientos adecuados de castellano para entender las canciones populares. Baretti explotó esa similitud de culturas no solamente para comentar sobre lo que el viajero de la época solía despreciar como cosa de poca importancia; en algunos casos la informacion que proporcionó era de gran importancia, tanto para sus contemporáneos, si la hubiesen aprovechado de él, como para nosotros. Tal era el caso en sus investigaciones en la costumbre del cortejo, la costumbre entre las mujeres de la clase media alta de tener amigos especiales llamado cortejos, (11) cuya función era similar a los ciccebeos en Italia. Esta costumbre fue mal interpretada por la mayoría de los viajeros extranjeros de la época, especialmente por los ingleses (12) quienes miraron con mucho disfavor la libertad de las relaciones entre los sexos en España en contraste a Inglaterra,(13) y cuyo fuerte sentimiento del pudor les hicieron tachar a los españoles como un pueblo lascivo y sin moral. La actitud de Baretti frente a ese costumbre era distinta; reconociendo que existía una costumbre parecida en Italia, y sabiendo muy bien los términos en que lo habían pintado muchos viajeros, Baretti preguntó a una mujer aristócrata sobre esa costumbre. Esa mujer, llamado Doña Paula le proporcionó los siguientes detalles que merecen la pena dar en extenso: "I will have the confidence to say of my townswomen of the better sort, that the greatest part live as the ought, whatever notions foreigners may form of our cortejos, and whatever liberty they may take with us when they expatiate on the freedom of our manners."

Y

"…those amongst our ladies who intend to carry on an intrigue, are put to the hardest shifts, and must partly alter the usual forms of Spanish living, which cannot be easily don without incurring censure, and without making themselves the talk of the whole town." (14) . Este información tenía mucho valor como correctivo al retrato del cortejo habitualmente dado por el viajero. El hecho de la afinidad cultural a España de Baretti y el hecho que el sabía perfectamente el castellano da una fuerza a sus interpretaciones, y en este caso su interpretación del cortejo es probablemente lo mas correcto, tal es el juicio de este escritor.

El hecho de ser catolico tambien era importante: aunque el poder actual de la Inquisicion habia decrecido mucho de lo que era a los principios del siglo, y por lo tanto, ya no fue una amenaza al viajero protestante, aun en los partes mas aisladas y conservadores del pais, se puede mirar el protestante con desconfianza y a veces con hostilidad. El preso de guerra, Ricardo Croker, que paso su cautividad en Arcos de la Frontera en 1.780, comento que cuando el pueblo sabia que iban a vivir entre ellos unos ‘herejes’, proporcionan una escolta armada a las procesiones que hiciron la hostia a las casas de los enfermos,(15)y el frances, Jean de Bourgoing conto una historia mas terrible aun, de dos frances quienes intentaron establecer una fabrica de tejidos en Avila, y quienes eran perseguidos por el pueblo al instigacion de las curas por ser ‘herejes’.(16) Aunque tales ocurencias no eran frecuentes, y generalmente los espanoles tratan todos los viajeros, catolico o protestante con una cortesia igual, el hecho de tener la misma religion hubiera sido en ganar la confianza de un pueblo poco amantes a la heterodoxia. Es indutable que hubo algo de eso en la relacion que Baretti tenia con el canon de Siguenza; el canon era ,sin duda, un hombre abierto y de mucha cultura, pero hubiera crecido tanta simpatia entre ellos si Baretti habia sido protestante? El hecho de tener la religion en comun les dieron materia para charlar, como la comparacion entre el estilo de pintar las imagenes del Virgen en Italia (17) y Espana, y de esas interes comunes crecio la amistad que luego permitio Baretti utilizar el canon como fuente de informacion sobre cosas que el no entendio.

Es dificil evaluar el libro de Baretti solamente como libro de viajes. El contiene mucho que tiene interes para los investigadores ajenos del campo de los viajeros extranjeros en Espana, particularmente los de la historia de Espana en los siglos dicieocho y dicinueve, dado la importancia de los libros de viajes como fuente de datos sobre la historia de esa epoca. Sin embargo, hay elementos de la obra de Baretti que tiene relevancia al estudio de los libros de viajes solo, y los libros de viajes sobre Espana en concreto. Uno de estos elementos es la nacionalidad; hay naciones que hacen mejores viajeros que otros, aunque en este caso ser italiano no era un sinonimo de ser buen viajero en Espana, como vemos en el libro de Norberto Caimo, (18) pero en general , los italianos y frances tenian una vision mas positiva de Espana que los ingleses cuyo sentido de superioridad y perjudicios de clase muchas veces les cegaban a lo que actualmente existia en Espana. Baretti es un buen ejemplo de ese factor de la nacionalidad en operacion y hemos visto ya algunos de las ventajas que ser italiano proporciono a Baretti. Otro elemento de la obra de Baretti, y elemento de no poco valor ademas, es su valor como contraste y correctivo a la imagen de Espana pintado por muchos viajeros extranjeros en la segunda mitad del siglo dieciocho. En una epoca cuando era habitual entre la gente de cultura en Europa denigrar a Espana como pais retrasado donde la supersticion y ignorancia, fomentado por una Iglesia todopoderoso, hiceron la posibilidad de un progreso y civilacion casi imposible, Baretti nos da una vision al contrario, y demuestra que en Espana existia tanta gente ilustrada como en los paises ‘avanzados’.

El elemento mas importante, quizas, en la obra de Baretti es su mentalidad y su manera de viajar, algo que tiene tanta relevancia hoy como en el ano 1.760. Baretti creyo que no debemos aceptar los retratos de un pais, pintados por los viajeros sin criticarlos ; que si encontremos algo falso or fruto de perjuicio en ellos debemos senalarlo, no obstante la popularidad de tales falsedades o opiniones en nuestra pais. Sobre todo, debemos mantenernos abiertos a la gente, costumbres y experiencias en un pais, y no debemos condenarlos, no obstante si nos parezcan ridiculo y incomprehensible al principio, y es este mentalidad, que corre por todo el libro de Baretti que le da una relevancia que tiene pocos de los libros de viajes de su epoca hoy.

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Michael Croizier Shaw

Notas

(1) El 'Siglo de Oro' comprende los años 1.825-50, época en que se escribieron la mayoría de los libros de viajes en España de calidad. Entre los viajeros, ingleses y americanos de esa época fueran; Cook Widdrington, Rochford Scott, Slidell Mackenzie, Juan Moore, Enrique Inglis y el autor de Madrid in 1835 (Enrique Southern?). Hubo viajeros buenos, antes y después de esa época; no debemos olvidar a Ricardo Croker y Jose Townsend de la epoca anterior, ni Campion, Rose y Gadow quienes vinieron después, pero éllos no fueron los tipicos viajeros de sus tiempos.

(2) Autor de A Journey from London to Genoa through England, Portugal, Spain and France, Londres, 1.770. Baretti viajo por la primera vez a España en el ano 1760-1, y hizo una segunda viaje en 1768-9. Su libro esta compuesto de la narracion de ambos viajes.

(3) Aunque habían salido a la luz panfletos anti-españoles, de vez en cuando, y aunque hubo un gran incremento de la literatura contra la Inquisicion entre 1700 y 1740, en general, los ingleses no mostraron mucho interés en España durante la primera mitad del siglo dieciocho. Muy pocos ingleses visitaron y escribieron sobre el país y las obras de los demás viajeros europeos como Caimo, Labat y de Vayrac no fueron traducidas al inglés.

(4) We must hunt after the ideas and manners of the vulgar of every country, to form a just estimate of the nation that inhabits it." Journey, III, p.151.

(5) Por ejemplo, la creencia bien difundida en Europa de que los españoles eran ignorantes y sin cultura. Del hecho que existían unas ocho bibliotecas públicas en Madrid, sin enumerar las particulares, Baretti concluyo que la fama que tenían los españoles para ser ignorantes era falsa. Journey, III, p.92.

(6) En su juicio todos los viajeros intentaron denigrar todos los países salvo lo suyo. Journey, III, p.291.

(7) Numeroso en comparación con la época antes de 1.760. Unos quince ingles viajaron en España entre 1.760 y 1.800 en contraste con la época anterior cuando solo apareció dos libros de viajes sobre España, los viajes de Hervey no siendo editadas hasta 1.785.

(8) Journey, IV, pp.110-11

(9) Para el ingles lo mas difícil era demostrar una conformidad con las costumbres religiosas que forman una gran parte de la vida diaria española. La dignidad protestante del señor inglés no le permitía arrodillarse cuando pasaba una procesión con la Hostia, ni siquiera quitarse el sombrero cuando sonaba el Angelus. Tanto que molestaba al viajero ingles esas costumbres se podía ver en la citacion siguiente de Ricardo Croker, que estuvo unos meses como preso de guerra en Arcos de la Frontera en 1.780 : "Nothing is here so truly inconvenient to strangers as the attachment the people have to the forms and ceremonies of their religion, and the jealousy with which they regard any neglect of ,or disrespect to them." Ricardo Croker: Travels through several provinces of Spain and Portugal,Londres, 1799, p.126.

(10) Journey: II, pp.178-92

(11) El cortejo era para un hombre, algo entre buen amigo y amante cuya funcion era 'cortejar' a una mujer, aunque es probable que en muchos casos la relacion no era sexual. Estaban divididos en tres clases, los anos, estrechos y santos según sus responsibilidades.

(12)Cf. El viajero ingles, Guillermo Dalrymple que llamó ese costumbre 'the glaring vice of venery, uncontrolled and unrestrained'. Guillermo Dalrymple: Travels through Spain and Portugal in 1774, Londres, I.777, p.45.

(13)A los ingleses les escandalizó particularamente la costumbre entre las mujeres de la clase alta de celebrar tertulias con sus amigos, estando ellas todavía en la cama y en permitir a los hombres estar presentes cuando ellas hacían su toilette Vease Journey, III, p.96.

(14) Journey ,III, pp.106-8. Esas informaciones son exclusivas de Baretti, y son de un valor considerable en cualquier estudio de España del dieciocho visto por los extranjeros.

(15) Croker: Travels, pp.126-7.

(16)De Bourgoing: Modern State of Spain, Londres 1.808, III, p.25. Esta edicion es la edicion definitiva en ingles del Nouveau voyage en Espagne. Los frances probablemente fueran hugonotes.

(17) Journey: III, p.276-7.

(18) Autor del Lettere d'un vago italiano a un suo amico, que salio en Milano entre 1.761-7. Tan fuertes fueran sus criticas de Espana, hasta criticar la manera de comer de los espanoles, que su libro causo un escandalo en Espana, y dio motivo a Antonio Ponz a empezar su Viage de Espana como refutacion de Caimo y para dar una guia exacta para los extranjeros que quisieran viajar en Espana..

 


Revista Arbil nº 73

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