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por Luis Losada Pescador El PSOE de ZP ha sido zafio en su voluntad de asalto a la Justicia. El PP recurrirá al Tribunal Constitucional y al Comité de Apelaciones del Parlamento Europeo. | |||||
| Pacta sunt servanda. Los pactos son para cumplirlos. Este es uno de los principios generales del derecho que construyen civilización. El progreso es posible porque existe compromiso con la palabra dada. A las duras y a las maduras. Pero la izquierda siempre ha considerado que esto del compromiso era algo propio de la "derechona" conservadora. Lo importante es la voluntad. Y si hay que retorcer al derecho, se le retuerce. Y si hay que realizar una interpretación libre de los acuerdos, se interpreta con alegría. Este espíritu adolescente es el que ha hecho quebrar el Pacto de Estado por la Justicia. Porque como el mismo PSOE reconocía, "los jueces tienen una tendencia natural hacia el conservadurismo". Así que es necesario ejecutar la muerte de Montesquieu. Así, sin rubor de ningún tipo. Revolcón a la división de poderes y toma al asalto de la Justicia, por si acaso de desmadra. Y cuidado con la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Porque las contingencias judiciales del felipismo puede que no hayan prescrito. Quizás por eso Felipe González permaneció hasta el 14-M como diputado ausente. El aforamiento es un buen escudo. Pero el control de la Justicia lo es mejor. Dicho y hecho. En 1982 tardaron 3 años en elaborar la Ley Orgánica del Poder Judicial. Pero ahora el mundo está mucho más acelerado y el PSOE ha protagonizado el asalto a la Justicia de una manera burda, zafia y vergonzante. Primero trataron de burlar el informe del CGPJ, que era preceptivo. Tras el fracaso de Rubalcaba en la aprobación de la normativa fusiladora de Montesquieu, consejo de ministros extraordinario. Las prisas acechan. Posteriormente, aprobación del procedimiento de aporobación por lectura única, negando el debate parlamentario. Y para dignificar la labor de las Cortes, silencio del presidente del Congreso, Manuel Marin, al portavoz del PP, Eduardo Zaplana. Zafio. Muy zafio. ¿Y para qué tantas prisas? Muy fácil. A finales de diciembre, principios de enero están pendientes los nombramientos de altos cargos judiciales. Y el gobierno no quiere que se le escape la posibilidad de meter mano. Así que a mitad de partido cambia las normas pactadas por el mismo PSOE de nombrar los jueces por mayoría simple y exige la mayoría de 3/5. De esta forma viola su propio acuerdo y consigue tener mano para nombrar a jueces afines. Conviene recordar que la actual mayoría del CGPJ es una mayoría conservadora y que su mandato acaba en el 2006. Precisamente el constituyente previó un periodo de mandato del organo de gobierno de los jueces diferente al parlamentario, tratando de evitar la colusión de poderes. Pero al PSOE le ha importado poco el espíritu constituyente y su libre interpretación del derecho le exige imponer su voluntad, rodillo en mano, desfaciendo la palabra dada. Y así es como se consuma el atropello a la independencia judicial. La "herida de muerte" en palabras del presidente del CGPJ, Rafael Hernando. El líder de la oposición, Mariano Rajoy, ha señalado que se trata del un atropello que imposibilita la relación con el gobierno. "¿Cómo nos vamos a fiar de un gobierno que da marcha atrás a un Pacto de Estado que ellos mismos firmaron?", se pregunta. El PP no se quedará tranquilo. Ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Constitucional. Y lo hará también ante el Comité de Peticiones del Parlamento Europeo por entender que vulnera gravemente el principio de separacion de poderes, según ha anunciado el eurodiputado Luis de Grandes. Además, tanto el CGPJ y las asociaciones judiciales estudian recurrir al citado comité europeo. Existe legitimidad y antecedentes, porque ya los jueces franceses acudieron ante un caso parecido. Quizás entonces el gobierno deba dar marcha atrás. Como lo ha hecho en su relación con la Iglesia y con los Estados Unidos. "Qué buen vasallo si hobiese buen señor". Pero es que además, el gobierno no se saldrá con la suya. Porque la nueva mayoría exigida de los 3/5 augura bloqueo institucional. La mayoría conservadora no se dejará atropellar. ¿Y qué ocurrirá en el 2006 cuando cambie la composición del CGPJ y el PSOE requiera del consenso del PP? "Cambiarán de nuevo las normas, no tenga ninguna duda", señala a este cronista Luis de Grandes. Y así hasta la derrota final, porque -insistimos- sin derecho, no hay civilización. •- •-• -••• •••-• | |||||
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