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No a una legislación tiránica que destruye los fundamentos de Europa y desconoce la dignidad de los europeos

Carta de Hades a Sutor (II)

por Publio Cornelio

Continua la correspondencia (cuyas primeras cartas, aparecen en número anterior) entre Sutor, el zapatero reprendido por Apeles, y Hades, dios de los infiernos, personajes de la mitología clasica, que si extrapolamos, podemos identificar en sus actitudes en la actualidad en importantes personajes públicos

Carta de Hades a Sutor. 13.

Querido Sutor:

Hemos llegado a la carta decimotercera, y creo que ya es momento de que haga algún excurso escéntrico sobre los números. No sé lo que te enseñarían en la escuela de parvulitos, y en la egebé, de la cual veo que eres alumno aventajado y listillo –empantanado con los tanques desde hace dos meses, constato-, pero vamos a escribir algunas lindezas sobre los números. ¿Eres supersticioso? ¡Debes de serlo, porque es pecado y grave!

Hay muchos humanos que sienten terror por el número trece. ¡Eso está bien! La superstición niega la providencia de Dios, así que estos se encuentran de mi orilla... El dar mayor preeminencia a un número que a otro no es nada singular; pero el aterrorizarse al escuchar un número, o contar los comensales, sí. ¡Ése, al bote!

¿Por qué ese odio, pavor al trece? Es cosa bastante moderna. Date cuenta que hasta hace bien poco, lo del trece era algo bueno, pero le hemos dado la vuelta. Ya sabes que Jesús, que no existió, eligió a doce discípulos para que le acompañaran especialmente. Si sabes sumar, te darás cuenta que salen trece. Y en la Última Cena, representada en millones de cuadros, cuenta cabezas y salen, ¡trece! Pues si gustaba tanto al Enemigo, ¡a combatirlo!

Sí, sí. Hay que combatir todo aquello que guste al Enemigo. Y con los números podemos hacer grandes cosas. Fíjate cómo van abundando por ahí los 666, que como dice el Apocalipsis de san Juan, es el número de la bestia. No te voy a hacer grandes disquisiciones al particular, porque veo que sigues muy flojete en antropología y en estudios bíblicos -¿qué será de los que estudien a partir de ahora?-, pero has de recordar que Dios creó al hombre el día sexto. ¡El sexto, Sutor! Y el séptimo descansó. El día sexto es un día muy especial dentro de la creación de la materia. ¿Y qué pasó en el octavo? Que Dios infundió sueño a Adán y de su costilla sacó, modelándola, a Eva. Luego el octavo día también es un día muy relacionado con la materia. Y sin embargo, el evangelista escribe 666 en lugar de 888. ¡Ah, nunca averigüé por qué! De vez en cuando se me escapan algunas cosas, que no alcanzo a entender. Solo me consuela que la inmensa mayoría de los hombres tampoco.

¿Qué te contaré del diez que no hayas leído en los tebeos? El diez es un número perfecto, recuerda cuando te ponían las notas. ¿Qué no sacaste ningún diez, Sutor? ¡Pero melón, ni siquiera en gimnasia! No, nada. Pues qué te diré... claro, claro. Tú eres de la época del sobresaliente, notable. Luego llegaron los del progresa adecuadamente y tal. Total, que eso del diez lo habéis oido pero no lo tenéis como vivencia personal. ¿Y has visto cómo se representa al número diez, saliendo un triángulo equilátero? ¡Qué ignorancia, Sutor! ¡Cómo te vas a burlar de los argumentos del Enemigo si los desconoces por completo! ¡Menos banderines y más leer el pis! ¡Si cualquiera del Pipi sabe más de estas cosas que tú! ¡Aun le tendrás que pedir a Marianol que te explique alguna de estas cosas, que él es un poco más mayor y debió de estudiar con el otro plan y en instituto.

Si te hablo de la triada capitolina, ¿en qué piensas? ¿En Matagalls y sus dos amigos? ¿O en Júpiter, Juno y Minerva? Ya, te he cazado al vuelo, que piensas en los delanteros del Barça. ¡Qué vergüenza, Sutor, qué vergüenza! Un estafador como tú ha de tener más cultura general y más nivel. No puedes ser un descerebrado más, de los que la caja tonta produce. ¡No puedes consumir tus propios productos de destrucción!

Cuando ves un triángulo, ¿qué piensas? Si no sabes distinguir un símbolo cristiano de otro masónico me preocupa. Pocos progresos harás si no te sumas al carro de los del mandil. Así conocerás aún a más gente y entenderás mejor el devenir del mundo en los últimos siglos. A fin de cuentas, todos son clientes míos, aunque no todos tengan tarjeta de oro como tú. Digamos que eres uno de los pocos privilegiados con los que me escribo. Cualquiera no tiene esta suerte, Sutor. Y tú, ¿cómo correspondes a esta señal de apasionado cariño? ¡Con el banderín del Barça, las palomitas, y sin pasar los quebrados de una maldita vez! ¡No puedes ser el hazmereir de todos los sabios que hay aquí abajo. ¿Qué dirá Peinstein cuando te vea? ¿O Ramón y Ajal?

Y no quiero ni preguntarte que me digas si te menciono el dos. Seguro que me dices que las uniones de maricas que estás propiciando, las orejas que tenemos, los glúteos, los ojos y todo eso. Jamás se te ocurrirá pensar en los eones a través de los cuales, tanto los mitólogos antiguos como los gnósticos basaron sus explicaciones más horripilantes y abstrusas sobre el origen y composición del mundo, de la materia, del hombre. ¿Cómo vas de lectura de gnósticos, Sutor? No sabes, seguro, más que las tonterías que se dicen en la actualidad, que no los han estudiado ni por el forro. ¡Hay que documentarse bien para poder transgredir con conocimiento, Sutor!

¿Serías capaz de decirme cosas sobre el siete, además de que es el número de días de la semana? Cuatro veces siete, veintiocho, el número de días del ciclo lunar y del ciclo femenino, Sutor, no te enteras. Hay relaciones profundas en los números que debes de conocer. Cuando alguien escribe algo como Blancanieves y los siete enanitos quiere decir algo más que Blancanieves y los siete enanitos. ¿Lo entiendes?

Bueno, por hoy basta. Te manda al sexto cuerno del sexto cielo, en su decimotercera criminal misiva, que te espera y maldice

Hades.

Carta de Sutor a Hades. 13.

Querido Hades:

Realmente no sé qué es lo que pretendes decir con eso de que Blancanieves y los siete enanitos quiere decir algo más que Blancanieves y los siete enanitos. De pequeñito siempre pensé que yo era el príncipe que daba el beso a Blancanieves, y así vencía la maldad de la bruja. Jamás pensé nada respecto del número de enanitos, ni su relación con Blancanieves, y el caso es que por poco me quedo sin dormir. Como ese vídeo lo compré para mi niña, me lo pasé un par de veces, a ver si en algún momento encontraba alguna clave secreta y oculta, pero nada. Tuvo que venir mi esposa y quitarme el mando –que me gusta tanto como el móvil- y decirme que a la cama, que qué era eso de estar visionando películas de críos a las dos de la noche. Tuve que obedecer, ponerme mi gorrito de noche y los calcetines.

¡Qué vergüenza, Sutor, me he resfriado en pleno septiembre, con el calorazo que está haciendo! Lo que pasa es que le han dado al aire acondicionado una barbaridad, y se conoce que algún gracioso o graciosa lo bajó más de la cuenta. Yo que me encontraba trabajando duramente con los quebrados, con las viviendad de la tresy, con el alemán de Peschroeder, con mi previsible intervención del 11eme, pues acabé resfriándome. Pensaba que el frío no podría conmigo, que con la bandera del Barça por los hombros tendría suficiente, pero no fue así.

Ya me ves, encima, visionando los vídeos de Blancanieves, con mi pantalón, la camiseta, los calcetines, el banderín y la manta, porque casi tirito.

Estoy a punto de crear una nueva asignatura sobre valores memocráticos. Nadie sabe muy bien qué valores son esos, pero serán los nuestros, los que nosotros digamos, y el que no esté de acuerdo a la hoguera por carca, intolerante y desigual. Ahora estamos promocionando el mito de la igualdad, y el caso es que funciona la mar de bien, aunque tampoco lo acabo de entender, porque en la vida ordinaria tampoco es que seamos muy iguales. El caso es que esto nos sirve para tapar la boca a los demás, sobre todo a los del Pipi, que están encogidos. Siempre lo han estado un poco, y ahora, desde que han perdido las elecciones más. Se ve que muchos se estiran con la pasta gansa, y si no la tienen, doiingg!, se comprime el muelle.

Hablando de muelles, me quedan por probar las camas elásticas. Creo que voy a encargar que me pongan unas en este mi actual palacio, para dar todos los saltitos que quiera y relajarme, pues cuando saltas te lo pasas chachi, y lo mismo da caer de pie, de culo o de cabeza. Solo hay que tener cuidado de no rebotar o caer fuera, pero me pediré unas mallitas especiales para que esto no suceda. Supongo que con este nuevo golpe de efecto, me pondré como el único lider mundial que tiene esto en su sede de gobierno. Cuando se lo diga a Chirriar se va a morir de envidia. Ya estoy deseando invitar a Phidelio para que salte conmigo, y elevarnos juntos, las estrellas polares de la izquierda, marcando el camino a todos los internacionalistas del mundo.

¿Podré poner unas camas elásticas allá abajo? Es muy diver y no son muy caras. Ya verás cómo se anima el cotarro, que me parece que está un poco apagado. ¡Ay, qué super saltar con Micael Servetus, Albertus Instein, Giordano Brumo o Manuel Fazaña! ¡La de culadas que nos podíamos dar una y otra vez! Incluso podríamos hacer concursos, a ver quién es más hábil. Yo me pido, por supuesto, en el grupo de líderes mundiales e intelectuales baratos.

También se me ha ocurrido que podrías poner un golf en esas praderas tan chulas y extensas que tienes ahí. Es que últimamente, me estoy dando cuenta de que los grandes magnates juegan al golf, y no me queda más remedio que aprender, si es que no quiero hacer el ridículo. Cuando oí algo de par, me dije, ya están aquí los aragoneses, pero no, resulta que es otra cosa bien distinta. Y con lo del palo, yo dije graciosillo: sí, de tal palo tal astilla. Y con lo del hoyo, salté: el vivo al bollo y el muerto al bollo. Más tarde caí en la cuenta que de eso no tenía ni zorra idea y que además se notaba mucho. Total, que todo buen golfo debe de jugar al golf, aunque no todo golfista sea un buen golfo. Pues yo quiero ser golfo que practica el golf.

Acertar en los golpes, seguro que lo haré, pues he puesto en mis bolas una peganita de Blues, otra de Marianol y la última de Tonny. En los palos, una de Nerón Rovira, otra de Etarreche y la tercera mía. A Bonus le ha encantado la iniciativa, y me ha preguntado que si pueden venir sus amigos Alphonsus Bellum y Latronzález, que son golfos experimentados. Por supuesto, le he contestado. También tenía otros dos amigos, Rafaelo Verta y Rodriguez El-lindo, que lo saben todo sobre los hoyos y cómo meter al personal en él. Ya vamos siendo un buen número de amigotes, aunque deseo añadir más gente a este deporte tan sano. Como tienes mucho tiempo para conversar o para escuchar la radio con los cascos puestos, he decidido aprender inglés con un procedimiento moderno. Si me aburro, me pasaré a la gimnástica de Jane Honda o al taichí, que ahora está muy de moda, y suena a oriental.

Ya ves que, a pesar de estar resfriado, mis planes son de una desbordante actividad y ambición. Soy una persona llena de iniciativas, y dispuesto a dejarme la piel por mi pueblo y cuerpo electoral. Espero que se me pase esto pronto, porque ya no puedo más con los cleenex. Tengo la papelera llena y la señorita de la limpieza me pregunta: ¿Etá ben el zeñoito? ¿Quié que le traga un nuevo bandirín?

Tuyo afectuosísimo, sonrojadísimo, mocosísimo y futuro saltimbanqui,

Sutor.

Carta de Hades a Sutor. 14.

Querido Sutor:

Ciertamente serás el crack de aquí abajo con tus camas elásticas. Jamás hubiera imaginado a mis clientes saltando y mucho menos dándose culadas elásticas. Si tanta ilusión te hace, te daré permiso, je je. Lo del golf no lo veo tan claro como lo anterior, aunque hay una zona especial para este tipo de cosas, los campos Ilusos, donde seguramente te mandaré a ti, con tu chalet, tu Poca-Cola, camas elásticas y golf.

Lo de las pegatinas en las bolas y los palos me parece una idea muy buena, siempre y cuando funcione. Pues ya sabes que en el golf no solo hay que saber dar y dar fuerte, sino acertar en la dirección y distancia. Y tan importante es aproximarse con un buen golpe, como hacerlo suavemente. ¿Serás capaz de dar un toque que simule un beso a una bola con la pegatina de Blues? ¡Imposible! Te vas a quedar el último y puedes perder prestigio. Al final todos estos señores y señoras importantes acaban jugándose su prestigio en partidas de cartas o de golf. ¡Un futuro lider mundial no ha de estar pendiente de unos golpecitos así como asá!

Ya he visto en Tele Topo que has iniciado un periplo nuevamente, prometiendo cosas a troche y moche. Y que vas a liderar un nuevo orden mundial, que dista mucho del que Blues intenta imponer. Ya se te han adherido dos personajes de cuidado, ambos con tarjeta oro Master Hades; no te preocupes que quedan más usuarios que te dirán que sí. De todas formas no pretendas ser el único ni el mejor a la hora de liderar el mundo, Sutor. A fin de cuentas tu nación no es tan fuerte como para eso, y no dejas de tener ciertos problemas en lontananza. Sí, Sutor, tienes problemas dentro de casa y no puedes irte a la sede del PUN a venderles una nueva vía, como hizo Phidelio hace años, sin haber solucionado tu trastienda. Porque supungo que ya te habrás enterado de la última de Matagalls...

¿Qué, qué me dices? Hacía años que ya no planteábais abiertamente vuestras simpatías por la república, a pesar de haber declarado solemnemente durante el periodo constituyente que érais republicanos. El caso es que después de comprobar la popularidad de Bombón y su apoyo a vuestra formación, os volvisteis monárquicos. Y ahora, los monárquicos de siempre son republicanos. Todo parecía una balsa de aceite, hasta que Matagalls ha hablado de que desfile la bandera republicana con las demás. ¡Cuántos corazones sinceramente republicanos se habrán movido con esto! Y claro, no puedes ser una república y una monarquía a la vez. Aunque la tierra de los conejos sea de hecho una república coronada, de derecho es una monarquía constitucional. Eso todavía tiene su gancho, ya lo viste con la boda. Todo sobre los zapatos, todo sobre los pantalones, todo sobre el vestido, faltan treintaydos días, qué espectación. Tú en tu palacio, viviendo un auténtico idilio con Bombón, que es usuario de mi tarjeta de oro y de repente, ¡zas!, ¡Matagalls mete la pata! No es que tú pienses de otra manera, pero ¿cómo explicar que la bandera que te gusta es diferente a la que juraste en su día y prometiste hace poco? La enseña con la que fueron los chicos a Singeristán, cuál es, cuál es. No es la tricolor, Sutor, sino la bicolor, la que el tío Paco devolvió nuevamente a tu nación. De todas maneras, tal y como estás enfocando tus actos de gobierno, supongo que sustituirás el morado por el rosa, ¿no? A fin de cuentas es posible que tengas más votos rosas que de antiguos republicanos. Rojo, amarillo y rosa, ¡fantástico, Sutor!

De todas formas te he de informar que los afeminados de hace años solían vestir de verde moco, no de rosa. Así que te brindo una nueva posibilidad para tu bandera, o si lo deseas para tu partido. Un puño con fondo rosa, y la rosa. No hay mucha diferencia en cuanto al resultado, únicamente darle un poco de tinta blanca al rojo y ya está. O si lo deseas, con fondo verde clarito, que también guarda relación con la modernidad y la progresía más rabiosa y escocida.

Cuida Sutor, que esta propuesta de Matagalls te puede crear problemas, y no es el momento adecuado. No es que yo no desee la república, pero todavía queda gente que no quiere saber nada de eso, y se pueden echar para atrás. Esto es como lo del lobo que llama a la puerta fingiéndose que es un cerdito y le piden que enseñe la patita. Al final acaba notándose que no es un cerdito. Pues lo mismo os puede pasar a vosotros, que enseñéis la patita haciéndoos el cerdito o el corderito y que se os note. Es verdad que ahora mismo ya estás en tu casita después de haberte comido a la abuelita con un buen engaño, je je, pero hete aquí que puede venir el cazador en cualquier momento. Y entonces, ¡pum, pum! Matagalls y Nerón Rovira, con sus prisas, pueden echar tu obra a rodar. Has de ser astuto y prudente, y no dormir como el lobor feroz después de comerse a la abuela. Date cuenta que Marionala Roja puede acudir cándidamente a la casa, pero detrás suyo puede ir el cazador.

Ahora bien, si lograras que alguien destacado del Pipi, como por ejemplo Albertus Ruin Gallardete, apoyara la bandera tricolor, estabas salvado. Comenzarian las discordias en el Pipi, que si el poder rosa, que si el poder verde, con tal de no quedar como carcas admitirían lo que fuera. Con esto ya tenías hecho el trabajo sucio, y al enemigo hecho trizas, porque sus votantes no le aprobarían tamaña traición.

Bueno, no te voy a seguir definiendo estrategias políticas, que a fin de cuentas no soy ningún político, por mucho que una gran cantidad de ellos estén alojados aquí abajo, y hayan sido discípulos aventajados mios. Aquí abajo hay muchos más que los que se imaginara Dante en su descenso a los infiernos, donde tantos conocidos y opositores aparecen sufriendo. ¡Ay, qué imaginación! Acertó con algunos, pero no con todos. ¡Qué descripciones tan tremebundas! No leas nunca la divina comedia, Sutor, que es todo una pura invención, una trola gigantesca. El infierno no es lugar de sufrimiento, je je, sino de placeres, donde la gente se divierte lo indecible, je je. Pero está visto que la derechona no puede estar tranquila sin atemorizar a los demás, para que sean tan puritanos y aburridos como ellos. Menos mal que estoy consiguiendo que exista una derecha progre, que pasa por completo del Enemigo y que se va incorporando a las ventajas de mi tarjeta.

¿Qué tal la comisión del 11eme? La sigo con bastante detalle y lo estás haciendo bastante bien. Me permito, no obstante, recordarte un pasaje de una película, Los Intocables, en la que cuando consiguen juzgar a uno de mis mejores clientes, al ver la gran tranquilidad de Capone, deciden dar un golpe genial. Cambian los jurados; el de una sala pasa a la otra. ¡Los habían comprado! ¿Y cómo se atrevió el juez a cambiar los jurados justo antes del veredicto? ¡Le habían comunicado que su nombre aparecía en la lista de personas y personalidades sobornadas por el ganster! ¡Sutor, Sutor! ¡Hasta un juez podrido puede reaccionar en el último minuto de acuerdo con su conciencia! ¡Mucho ojito con que en el último minuto te cambien las cosas! Tú tranquilo, como hasta ahora. Sonríe y no mires a quién.

Me espera en Tele Topo un programa sobre los gusanos, y su labor sobre los animales, cuadrúpedos o bípedos. Promete ser muy interesante y tengo un interés especial en aprendar todo sobre estos colaboradores tan eficaces. Sutor, praesides maximum y todo, acabarás siendo pasto de estos bichitos.

Te maldice con el banderín rosa y verde, tu dilectísimo

Hades.

Carta de Sutor a Hades. 14.

Querido Hades:

Tienes razón con lo del golf y las pegatinas. Es imposible que le dé suavecito a la pegatina de Blues, así que me veré forzado a quitarla. La pondré durante un mes en el orinal de mi habitación, a ver si se desintegra poco a poco. Esto es lo que yo llamo la guerra orinalógica.

Lo de las camas elásticas lo apunto, no sea que se te olvide el día de mañana y me dejes en ridículo. Pienso entrenarme a fondo para ser el líder mundial que mejores saltitos realice. Seré el pasmo de la estratosfera y de los siete cielos planetarios que, como sabes bien, no existen.

A Matagalls hay que dejarle hablar y luego no hacerle mucho caso. Es cierto que somos muchos los que pensamos como él, pero mi intención es bailar el agua, que todo siga igual, aunque en su reino de taifa comience a aparecer con cierta frecuencia la banderita tricolor. Lo que me dices del rosa y el verde moco no me acaba de convencer. Ya sabes que el morado era para incluir también a otra región –regiones- más, que por otra parte es la mía. Pero los tiempos cambian, y tal como evoluciona mi partido, el rosa escala puestos de manera descarada. Algunos, los más viejos, me lo han echado en cara por lo bajini y me han dicho que ellos son muy sosialistas, pero que por atrás nada de nada. ¡Qué les voy a decir con lo escocido que voy! ¡Es el ministro medio-medio quien se abalanza a traición! Y yo, con tal de demostrar mi buen talante, pues hala. La almorrana me duele una barbaridad. No sé si habrá muchos presidentes con almorrana, pero ya es doloroso, por mucho que la pomada me relaje. Me tendré que operar como Merlusconi, que se ha hecho toda clase de operaciones para parecer un cuarentón como yo.

Mi preocupación es que no asista gente al desfile, y quede en ridículo. Ya he dicho a mis afiliados que todos a la calle, pero algunos han contestado que se han hartado de decir ¡guerra no!, ¡militares a casa!, y que eso de verlos desfilar marcialmente que no les va. Yo les he dicho que el desfile lo organiza Bonus, con su lema “veni, vidi, fugi”, y me han recordado la presencia de tropas en Singeristán. Ya hemos dicho que en cuanto termine el recuento de las votaciones se vuelven corriendo a casa, por mucho que en el PUN digan lo que quieran. Además, cuando el otro día me llamó Koffee, tampoco entendí mucho, que si more food, more money, more soldiers, y yo le respondí que more love, more mate, more soco, and more sophism. Me gritó algo así como smashing o great bloke, que todavía no lo he dado en las clases con los cascos. Así que le dije and you more, dear Koffee. No sé qué me dijo sobre my father, y diarrhoea, a lo que le respondí que de diarrea nada, que I have piles, y me escuecen un montón. Total, que se despidió con algo de to cool our relations, que debe de ser algo así que como llega el invierno y nos resfriaremos por aquí. Le dije que nuestras tropas prefieren el frío de la meseta al de Singeristán. Me contestó algo que no te quiero decir, porque para mí eso no es ni un insulto, y aun me parece que este Koffee es demasiado decente como para ser presidente del PUN y portador de tarjeta oro. Se la tienes que cambiar rápidamente por una de plata. ¡Ya no quiero dar saltitos con él en mi cama elástica! ¡O rectifica y me reconoce el liderazgo que poseo, o le negaré ese placer!

No te preocupes, que no leeré la Divina Comedia, de un hombre del siglo XIII, como santo Tomás. ¡Puaf, pues no tengo otras basuras mucho más hediondas para leer! Lo mío, más que la cultura es la cultureta. La cultura y el talante –por detrás y por delante-.

El otro día estuve indagando en internet, y me bajé una canción en vascuence que debe de ser la pera limonera, aunque como te imaginas no entiendo nada. ¿Tú traduces el vascuence?

Gora Jainko maite maiteac
zagun denon jabe.
Gora España tu Euskalerría
ta bidezko erregue.
Maite degu Euskalerría,
maite bere Fuero zarrak,
asmo ontara jarriz daude
beti karlista indarrak.
¡Gora Jaingoiko ellezkor!
Gora euskalduna,
auto ondo Españia-ko
erregue bear duna!

No sé si pedirle a Etarreche que me dé su opinión sobre esto, que debe de ser una canción antigua. Creo que se la voy a enviar por correo electrónico, para que vea mi buena voluntad y talante dialogante. Desde luego, ser presidente requiere muchos idiomas, más de los que imaginaba. Cualquier día me paso al Esperanto, aunque el boom de hace unas décadas ha remitido. ¡Bah, en mi papel de líder mundial igual lo resucito!

Ya he nombrado un hombre de paja para que asista a la subasta del Forrum, que tendrá lugar en breve. Me quiero llevar unos cuadritos de nada, para invertir ahora que puedo. Por cierto, ¿tenéis museos allá abajo? Si consigo tener una buena pinacoteca igual me la bajo para alegrarme la vista en mi chalecito. Así ganará mi mansión un montón, y se revalorizará con el paso de los siglos. Ya lo estoy viendo: “Bienvenido a la mansión de Sutor, el que fuera líder mundial en el siglo XXI”. Supongo que no me costarán demasiado en la puja, porque mi agente es muy persuasivo.

¡Has visto el jaleo que estamos organizando con lo de la clase de Religión! ¡Menudo cachondeo y desconcierto en el corral de borregos! Lo más que dicen es beeee, pero nadie hace nada. Me hartaré de degollar corderos, a este paso. ¿No te parece fantástico?

Te dejo, que me voy a leer la revista de moda, Todo-Gomorra, que me la ha pasado el ministro de la espalda. Hades, lo que estoy aprendiendo en pocos números. Lo único que sucede es que la leo a escondidas de mi mujer, que se está mosqueando con tanta cosa de estas. Aunque es muy progre, no le hacen tanta gracia como a mí, porque al final, se nota en la frecuencia, ya me entiendes.

Un besito de tu admirador, el intrépido y sorprendente, rosita y verde, de

Sutor.

Carta de Hades a Sutor. 15.

Querido Sutor:

Es evidente que he de felicitarte por las muchas maldades que cometes y esperas realizar. Esto va bastante bien, y tu mal ejemplo está cundiendo como la espuma. Pero me preocupa que tu desconocimiento de los idiomas te juegue alguna mala pasada. Mira, lo que has copiado en vascuence, es ni más ni menos que el Oriamendi, el himno que los carlistas hicieron propio después de la batalla del mismo nombre, en marzo de 1837. ¡Menudo gol te han colado, Sutor! ¡Si te la traduzco te mueres! ¡Habla bien de Dios y de España!

Lo de tu esposa debes de tener cuidado. Si no has leído a Alcifrón, te contaré el caso de Salónice, una chica que servía en el taller de un zapatero remendón medio cojo, llamado Gemelo. Desde que mantuvo relaciones sexuales con él, su vida mejoró, aunque su cuerpo le repugnaba cada vez más. Hasta que le escribe una carta en la que le canta las cuarenta: “Yo soy capaz de soportarlo todo, excepto dormir a tu lado, señor,... y puesto que he decidido quitarme la vida con una cuerda, escúchame que te voy a hablar abiertamente, pues el deseo de suicidarme me libera de todo miedo. Yo, Gemelo, te odio, me inspira repugnancia ese aspecto velludo de tu cuerpo y me alejo de ti como si fueras un zorro y también asco es lo que me produce tu boca que deja exhalar un mal olor desde lo más profundo de tu garganta” (II,25,1-3). Esta es una posible reacción, no ante tu fealdad, sino ante tu almorrana, que es trasunto de otra cosa y ella lo sabe.

La otra reacción es mucho peor para ti, recuerda a Medea, de Eurípides. De ella dijo su nodriza: “Temo que ella vaya a tramar algo inesperado, pues su carácter es muy fuerte y no soportará ser maltratada. Yo la conozco y me horroriza que vaya a hundir un afilado cuchillo en su hígado, entrando en silencio en los aposentos donde se extiende su lecho, o que vaya a matar al rey o su esposo y después incurra en una desgracia mayor. Pues es terrible” (37-44). ¿Has pensado alguna vez en lo del afilado cuchillo, guapetón de Sutor? Porque si le da por esta otra variante, te convertirás antes de lo previsto en cliente mío. Eso está bien, pero no deja de ser un fiasco para los dos, con la cantidad de previsión de maldades que hemos planeado. ¡Estas cartas han de servir para algo más que para divertirte, gran mentiroso, remendón, Gemelo del Averno, gusano carpetovetónico! Procura no ser un calzonazos, ni tampoco sucumbir bajo el puñal de tu mujer. Después de tanto rollo con lo de maltratos a las concubinas, a ver si en tu caso es al revés, y sirves no solo de pasto a los gusanos, sino de risa a Marianol, Ansar, Blues, Tonny y otros muchos que enumerar no quiero. ¡Alerta, Sutor!

Lo de Koffee, perdónale, y procura la próxima vez que hables con él, hacerlo con intérprete. Hay teléfonos de los que apretando una tecla, se oye al exterior, y siempre te pueden soplar la traducción; al menos no desbarrarás tanto. Date cuenta que si tropiezas con Koffee, lo harás con otros muchos. No te puedes convertir en un líder mundial con el exclusivo apoyo de Chivez y Phidelio, necesitas muchos más.

El desfile, supremo. Se ha hablado mucho de lo accesorio, y poco de los militares. Los del Pipi muy picados e incómodos; Ruin Gallardete y Aguerrida tirándose de los pelos; Ansar bien lejos para no tener que asistir a tu triunfo y al de Matagalls. Todos tus menestros y menestras rodeándote como si fueras faraón con su corte. ¡Ay, Sutor, qué sonriente estabas! ¡Habrás engordado un par de quilos, de satisfacción, por estar con Bombón y con tanto portador de tarjeta oro.

No sabía que Bonus fuera poeta y remedara canciones. Igual le hago algún encargo de sonetos dionisíacos, ganimedianos o pisistrátidas. Lo utilizaría con motivo de algún desfile, aunque aquí abajo no serán ni lucidos ni marciales y por supuesto no habrá tribuna alguna. También me podría realizar una puesta al día de Arquíloco, que no sé cómo no lo ha nombrado poeta oficial del ejército. Ya sabes, lo del escudo, que ante el avance del enemigo, tiró el escudo y salió corriendo a todo meter. Tiene otros poemas dignos de mayor encomio, propios de cobardes y traidores, algo de lo que él presumía mucho. Siempre le importó más salvar su pellejo que salvar a la patria, que es un intangible. Recuerda, Sutor, Arquíloco es tu hombre, y Bonus su poeta.

Oye, dilectísimo Sutor, ya me pasarás algún ejemplar de Todo-Gomorra, que no lo conozco. Pero apúntate un canal nuevo que va a salir y es el Sodoma-Plus. Si te haces accionista, con lo que lo está favoreciendo tu gobierno y los del resto de Uropa, te forrarás. Es la oportunidad de tu vida. Recuerda, además, que todos esos lectores y televidentes van derechitos a mi reino, je je.

Por cierto, que lo de la subasta del Forrum te salió de pistón. Quince cuadros bodriocontemporáneos, dos sofás rosas, tres esculturas de hierro, cuatro picaportes dorados, un urinario con ruedas, siete percheros, dos micrófonos y quince ojos de buey, todito por mil euros. En el fondo eres un alumno bastante aventajado. Ocuparás un sitio mejor que el de Judas en mi reino, chico. Te lo mereces.

Se me hace tarde, porque van a echar el resumen de las proposiciones de la memocámarauropea All-Sodoma. Cristianos ad leonem!

Te maldice una vez más y por siempre, for ever, tu lascivo

Hades.

Carta de Sutor a Hades. 15.

Querido Hades:

Todavía duran los ecos del desfile y de la recepción. ¡Qué boato, qué alcurnia! ¡Qué emoción, ver a los representantes del pueblo llano, con la aristocracia y realeza! ¡Qué emoción, ver reñir a Albertus Ruin Gallardete con Caridad Aguerrida! Aunque esta Caridad faltó a su nombre, porque cuando le dije que le daba la bienvenida a la democracia y libertad internas me dio un corte de mangas bastante sensacional. Y encima Bonus le siguió un poco la coña marinera, con Ruin Gallardete en medio. El caso es que la cosa se está poniendo que arde entre ellos, y que la cena que le pagué el otro día a Albertus me va a salir barata. La prensa no ha sacado otra cosa; ha apagado la reforma de la canción, la presencia de los republicanos, el desfile marcial de los soldados de Rancia...

¡Ay, los soldados! ¡Se me quejan los de Singeristán, de que les hacen burlas! Que si les hacen el po-po, clo-clo de las gallinas, que es la despedida que tuvieron al marcharse de Mesopotamia. No sé si esto es bueno o es malo, porque en realidad lo de las gallinas tampoco me molesta mucho.

Eso que dices sobre Judas no me acaba de convencer. En realidad fue un traidor de tomo y lomo, aunque como hemos dicho en diferentes ocasiones, si Jesús no existió, Judas tampoco. ¿Está Judas contigo? No sea que eso quiera decir que Jesús sí existió. De todas formas, si lo hizo, me apunto a lo de María Magdalena en Jesucristo superstar, en que decía He is just a man. Pues esto que han dicho los herejes de toda la vida y que decía la actriz que representaba a María Magdalena y que vi de pequeñito es lo que a mí me gustaba. Claro que en esta representación uno salía diciendo ¡qué música tan bonita, qué actriz más buena y tal! No es como en la peli de Mel Gibson, La Pasión, que la gente sale removida y pidiendo perdón, ¡qué asco!, ¡valiente reaccionario!

Total, que en el fondo Judas puede ser un tío magnífico, a pesar de haber pasado por traidor. Lo mismo que Caín, que no hizo más que ajustar las cuentas al capitalista de su hermano, que pretendía comprar a la divinidad con los sobrantes. ¡Caña a la derecha! ¿Caín está también ahí abajo? Porque el génesis dice una cosa, pero a saber qué es lo que debió de ocurrir. Menos mal que unos siglos más tarde hemos llegado nosotros para poner las cosas en su sitio. A Judas lo veo ahora como a un nacional-laicista cualquiera. Iba a escribir nacionalsocialista, como nosotros, pero me he dado cuenta de que eso ya está inventado y en principio no nos gusta mucho. Total, que Judas Iscariote es un nacionalista judío, con ansias de algo más, que se ve decepcionado por Jesús. Prevalece en él su deseo de servir a la comunidad, su patriotismo, antes que sus convicciones. En eso somos iguales, aunque yo lo hago desde un puesto de gobierno, cosa que él pudo imaginar pero no logró. Lo de su suicidio es otra cosa. Yo estoy la mar de bien aquí, aunque en línea con mi pensamiento de que cada uno es dueño de sus granos o forúnculos, de sus canas y de sus ositos de peluche, puede decidir segar la hierba bajo sus pies en el momento que quiera. En el fondo no deja de ser algo contra la naturaleza y, por consiguiente, desagradable sumamente al Enemigo y de tu entero gusto, mi querido Hades.

Además, el suicidio es una constante de todos los tiempos. La gente se suicida por amor, por miedo, por odio, por asco. Hay suicidios ejemplares en la antigüedad pagana, que casi se me saltan las lágrimas mientras escribo. Y qué me vas a decir de lo de moda que se pusieron en el Romanticismo, en esa eclosión del sentimiento que tanto nos favoreció, y de la cual en gran medida seguimos viviendo. ¡Ay, qué modas, qué desafios, qué retos, qué duelos! Muchas veces he considerado que de ser poeta del diecinueve me habría suicidado. O quizás no.

De todas formas, es algo de perdedores, porque los que estamos en la cresta de la ola, en las portadas de todos los periódicos y telebasurarios, nos encontramos muy a gusto. Es más, es una delicia poder realizar malas acciones, y pecar contra todos los mandamientos, mientras sonríes y mientes, diciendo que no lo haces. ¡Cruzo los deditos por atrás, para que no se me vea!

Si tengo problemas, haré lo mismo que Flavio Josefo, un tipo bastante listo. Primero fue general de los judíos en la guerra contra los romanos. Capturado, se pasó al bando romano, les ayudó en su guerra de conquista y luego escribió la historia de su pueblo dejándolos muy bien. Total, que cuando estaba de general romano, sitiada la ciudad, a punto de caer bajo las legiones romanas, bajaron los principales rebeldes a un pozo. Josefo se las ingenió para que hicieran una rueda y cada uno matara al anterior. El último, que sería él, se suicidaría. Todos aceptaron de buena gana, pero al llegar su turno, como ya no quedaban testigos, Josefo incumplió su promesa. ¡Muy astuto! Supongo que estará en tus filas, aunque se trata de un autor muy utilizado –manipulado- por los escritores cristianos. ¡Caña con la derecha!

Lo del canal Sodoma-Plus va a ser sonado. Ya he comprado un buen paquete de acciones, porque esto está subiendo como la espuma. Los beneficios del Forrum no van a ser nada comparado con esto. Quizás proponga un cambio en el nombre del partido, actualizándolo a este formato, pesodoma o quizás pesoegomorra. Y que nuestro correo electrónico sea el Pesodoma@Sodoma.es , pidiéndome yo el de SutorPraesides@Sodoma.es

Me voy a comer palomitas, que tenemos partido de primera. ¡Tralarí, tralarí, me pondré la camiseta y agitaré el banderín! ¡Barça! ¡Barça! ¡Companys! ¡Durruti!

Molts records, del teu estimat,

Sutor.

Carta de Hades a Sutor. 16.

Querido Sutor:

Veo que estás a favor de los revolucionarios, maestros de pistoleros y golpistas. No me parece mal, porque a fin de cuentas sois un partido que ha promocionado varios golpes de Estado, de los que uno de los últimos –je, je, ya sabes por qué digo esto- fue el de la famosa revolución de octubre, ahora ya setenta años. ¡Octubre, recordad octubre! Fue maravilloso ver la violencia y el odio desatados, los conventos e iglesias saqueados e incendiados, y un montón de curas y seminaristas ajusticiados. Lástima que el golpe fracasara, porque hubiera sido un espectáculo singular, completamente infernal. Se nota que estáis nuevamente en el poder, que lo conmemorais como se merece, y que volvéis a desatar los odios de antaño, poco a poco, después de haber narcotizado a los seguidores del Enemigo. ¡Bien, Sutor, bien! Todo llegará. De momento ya habéis reescrito la historia, cambiado a vuestro gusto los libros de texto, cambiado los nombres de las calles y eliminado por completo el nombre de Franco.

¡Puaf! ¡Su sólo nombre me revuelve las tripas! ¡No solo fue un militar glorioso en África, con el primer desembarco naval de la historia filmado, un éxito rotundo! ¡No solo con su estrategia consiguió frenar la revolución del 34! ¡Es que puso coto a mi dominio total dos años más tarde, dando fuerzas e impulso a algo que nacía fracasado! ¡Y se impuso contra viento y marea, cambiando y renovando las instituciones y las familias! ¡Cuánto me ha costado volver a destrozarlo todo! ¡Le odio, le odio mucho! ¡No vino aquí, porque si lo hubiera hecho, no le habría dejado entrar! ¡Fue con el Enemigo, con quien siempre soñó ir! A diferencia tuya, querido Sutor, jamás buscó comodidades personales, ni aceptó mi tarjeta, ni nada por el estilo. Su sobriedad era insultante, hiriente. No podía agarrarle por ningún lado, una lástima. Menos mal que ahora le habéis echado tantas toneladas de basura que le habéis dejado irreconocible, y que los admiradores que tenía están todos como mudos. ¡De mudos está lleno el averno, querido Sutor!

Imagínate la tirria que se le tiene aquí abajo, que Hitler, cuando llegó me dijo que cualquier compañero de celda menos él. Prefería a Stalin, Churchil o Rooselvelt mil veces a Franco. Yo no le puse ningún inconveniente, porque los anteriores tenían tarjeta y los daba como futuros clientes casi con total seguridad. Pero del caudillo... ¡no, no y no! Así que ya podéis seguir ahora con las publicaciones y las series ésas, que tantos nuevos clientes me facilitan, hablando mal de él y de su régimen. De esta forma me mantengo ágil, disfrutando con el contador de mentiras. El promedio es muy bueno, Sutor, eso te lo he de reconocer.

Respecto de Flavio Josefo, resulta un personaje de lo más instructivo para gente muy pragmática. Todo traidor es pragmático y algo interesado. Eso es lo que hemos de intentar, que las personas sean lo más egoistas y ególatras posibles, Sutor. Benefíciate, y no mires de quién. Pues algo así podríamos decir de este judío, que contrajo nupcias en diferentes momentos. No obstante también tuvo algunas virtudes, y hay textos suyos que resultan sumamente enojosos, como el llamado testimonio flaviano, en el que habla de Jesús, que como bien sabes no existió. Algunos escritores cristianos se han hartado de citarle, y no puedo dejar de pensar en Eusebio de Cesarea, que tanto hizo por destrozar a la Iglesia siguiendo a Arrio y a Eusebio de Nicomedia, aunque tenga una Historia Eclesiástica que le ha supuesto más gloria de la que mereciera. ¡Ningún cliente mío ha sido tan citado y alabado por una de sus obras como éste! Pues bien, este Eusebio cita de continuo en sus primeros libros a Filón de Alejandría y a Flavio Josefo. ¡Pasajes tremendos los de Josefo, que justificaron después la cólera que cayó contra los judíos, mis clientes! ¡Eso no lo puedo olvidar, y por eso Josefo las pasa aquí canutas!

No obstante, no te recomiendo ninguna de estas lecturas mencionadas, sino algo más entretenido, divertido y pecaminoso. Ovidio, por ejemplo. Con Ovidio se peca de primera, y no hay ningún peligro de salvarse. ¡Es encantador!

Lo del cambio del nombre de partido no me acaba de convencer, querido Sutor. Ten presente que hacerlo solo para invertidos es quitarte una buena parte de los electores, porque una cosa es que vean con más o menos bondad a los votantes rosas, y otra es que ellos mismos se consideren así. Sé de más de uno que está rabiando con tanta cosa de esta. Te recomiendo paciencia, chico, no sea que por correr demasiado tengas una revolución a bordo y sea peor. Ahora bien, que tú por solidaridad, desees tener un correo electrónico tal y como me avanzas me parece sensacional.

¿Qué me cuentas de los debates entre Cherry y Blues? ¡Magníficos! Este Cherry es un firme candidato a la tarjeta de oro Master-Hades. ¡Es católico, como tú, apóstata como tú! Sutor, en tu plan de liderazgo mundial, cuenta a Cherry, si triunfa, como colaborador tuyo, je je. Entre los dos, ¡qué cosas no lograreis!

Cuida tu estómago, y no te pases con las palomitas, Sutor. Puedes reventar por cometer muchos excesos, pero ¡de palomitas! ¡Qué vergüenza, Sutor, de palomitas!

Te maldice expresamente et avec puissance,

Hades.

Carta de Sutor a Hades. 16.

Querido Hades:

Esta semana he tenido muchas emociones, y no sé por dónde comenzar. Emociones y comezones, además de la almorrana de marras, que estoy que no me relajo. Por si acaso me he comprado ya el flota, porque voy teniendo problemas con los asientos. ¡Tengo cada ministro que da por ahí!

Bueno, lo primero de todo fue la llamada a Phidelio. ¡Yuju, Phidelio, yuju yuju, soy Sutor! ¡Tu amigo y admirador Sutor, el que te mandaba postales de adolescente con granos y pantalón bombacho! ¡Ahora soy presidente de gobierno, Sutor Praesides! ¡Ten cuidado, macho, que va un diputado del Pis a removerte el cotarro! ¡Lleva idea de entrevistarse con opositores y de evidenciar a todo el mundo que en tu isla la gente no es libre! ¡Caña, caña a la derecha, Phidelio! ¡Métele un puro que se entere!

¡Ay, Phidelio, qué encantador es! Comenzó a contarme las maniobras secretas del coloso imperialista, sus agentes secretos, la red contrarrevolucionaria, su lucha denodada contra toda la reacción mundial, sus logros por el pueblo y la libertad inmensa de la que todos gozan, y a que a ese pollo no le iban a dejar entrar en la isla. Phidelio es para los de mi generación una momia de las libertades y de la revolución. Todos nos miramos en él como en un espejo. ¡Cómo les planta cara a los cochinos del norte, a Blues y toda su gentuza! Por cierto, ¿tiene tarjeta, no? Desde luego se la merece, y no me importaría que saltara conmigo en mis camas elásticas. ¡Qué culadas más revolucionarias y autogestionaris daríamos!

Luego está lo de Peschroeder y prohibir la entrada de las monjas a los institutos. ¡Fenomenal! ¡El nacional-laicismo cabalga de nuevo! O se quitan el hábito o no pasan. Así vamos acabando con los pocos reductos y las pocas reductas que seguían siendo fieles al Enemigo. Este Peschroeder, a pesar de haber sido un poco vapuleado en las eleciones autonómicas, sigue demostrando que ahí está él, impasible el ademán. Me llamó por teléfono: Sutor, verstehes du mich? Du kann gleich machen. Debe de querer decir que a ver si espabilo y voy quitando el hábito a las monjas que me encuentre por la calle. De todas formas, he de reconocer que ahora ya no estudio alemán, pues estoy reconcentrado en el catalán. Todas las noches, antes de acostarme, canto quan el catalá, surti a la mar... y me emociono. Mi mujer –la meva dona- me dice que solo me falta bailar sardanas. Quizás me junte con mis ministros y menestras para poderla bailar bien, pues hace falta mucha gente para poderla bailar. A Matagalls le ha encantado la idea, y se lo ha dicho a la oreja a Nerón Rovira, quien ha dicho con petulancia: coi, que puje el pressupost, això es millor que ballar! No sé si retomar la idea inicial del culleus, con dos áspides en lugar de uno. Por mucho que tenga tarjeta como yo, al final me liaré a golpes con él. ¡Se cree que manda él, y el único presidente soy yo! ¿O también se escribe contigo con esta sinceridad y frecuencia con que yo lo hago? Eso sí que sería un golpe bajo, Hades, pero que muy bajo.

Lo del 11eme está que arde. Están comenzando a tirar de la manta, y hasta el momento los de Palanca habían propagado que había gente con mucha imaginación, que hacían periodismo-ficción. Lo malo es que hay datos tan serios e incontestables, que no sabemos cómo taparlos ya. No nos basta la amenaza, el perjurio, la mentira, el soborno. Necesitamos algo más, porque a pesar del atontamiento generalizado, van a acabar de darse cuenta de una serie de cosas desagradables. Y me querrán mover de la silla. Y no, y no. ¡No me he ido a Sevilla, y me quedo en mi silla! Mejor dicho, sillón, que es un señor sillón. Al Queso de Burgos le vamos a empapelar, por hacerse el gracioso con cuestionarios mandados a presos.

Lo de Albertus Ruin Gallardete ha salido mal al final. Me ha costado una cena, unos cuadritos, unas llamaditas y otras cosas que no digo. Total, que todo ha sido un bluf, un globo que se ha hinchado mucho, hasta que han cogido un alfiler y ¡plof! Yo le he dicho a Albertus que tenga la moral del chicle, que después de hacer la pompa y que estalle, se mastica de nuevo y se vuelve a hacer otra más grande. Me dijo que el simil le parecía bien, pero qué prefería, con azúcar o sin ella. ¿Qué le contesto, Hades? Porque no me esperaba eso, ciertamente. Porque la dulzura del azúcar viene bien, seguro, aunque luego puede producir problemas en la dentadura. No le he preguntado si lleva dentadura postiza, que puede ser la solución. Arrancarse la buena, y ponerse una de dientes más blancos que la nieve. La imagen es la imagen.

Lo del petróleo me va a traer alguna complicación. Yo no paro de decir que la culpa de todo la tienen Blues, Ansar y Tonny por todos estos bombardeos. Pero el caso es que la gasolina no deja de subir, y la gente me pide cuentas a mí, que haga algo. ¡Algo! Pienso que lo mejor es la vida sana, como dice Phidelio. ¡Dale a la bici, duro con el pedal! Así que voy a proponer que se amplíe el carril bici, que se haga obligatorio en todas las ciudades de más de 200000 habitantes. Y luego propondremos lo de los chinos, el taxi-bici, que no tendrá problemas en casi ningún recorrido, excepto en alguna cuesta malaje, como la del Moyano, que igual tiene que subirse otro chino a reforzar el pedaleo. De todas maneras es una alternativa más ecológica y menos contaminante, y a nuestra capital le vendría de pegada. Podríamos sustituir el lema del viejo profe “de Madrid al cielo”, o “Madrid capital de la movida”, por “guía de Madrid en bici-chino”, o “todo Madrid en burro-taxi”. El burro es otro animal a recuperar, y así de paso lo incorporamos en nuestro universo de pegatinas, y apoyamos a Cherry. ¡Ay, Cherry! ¡Todas las noches suspiro repetidas veces para que gane! Soy capaz de organizar un nuevo desfile, para que pueda venir su nuevo embajador y abrazarnos como amiguitos.

Pero lo mejor de todo ha sido el partido de tenis con Bonus. ¡No se enteraba con mi saque satánico! La verdad es que si cuando la elección de candidato me las vi y me las deseé, en este partido le he humillado todo lo que he querido y más. Y otra cosa: mi moreno sigue siendo insultante, mientras que el suyo ha retrocedido mucho. Está casi casi como un folio, y eso se nota. Desde luego, ahí abajo pienso jugar todos los partidos que quiera con Bonus, porque me encanta ganar. ¿Hay que ponerse equipo blanco, o vale cualquier tipo de camiseta, pantalón y calcetín? Mira, que a mí lo del blanco no me va, que me parece que es muy del Real Madrid, y eso es algo que no soporto. Antes una bandera pirata que una del Real.

Antes Drake que Bernabeu.

Las convicciones son las convicciones.

Se despide, hinchando el flotador, tu amigo y escocido, guapetón

Sutor.

Carta de Hades a Sutor. 17.

Querido Sutor:

Veo que haces buenas migas con Phidelio, detentador de la tarjeta oro Master-Hades mucho antes que tú. Lo mismo se ha fumado veinte mil cohibas desde la primera vez que cayó en sus manos. Han pasado muchas lunas y han disparado muchos tiros en su denodada lucha revolucionaria, tanto en América como en África, donde tantos años ha tenido mercenarios. Desde luego es un buen fichaje, que nos ha durado mucho más que el Ché-ché y nos ha conseguido más adeptos. Me parece fenomenal que le escribieras postales y cartitas de adolescente, lo que prueba que con el cambio hormonal comenzó a entrar en tí la pasión revolucionaria, que no es otra cosa que la pasión por mis cosas, je je. Son miriadas y miriadas la de revolucionarios que han venido a parar a esta mansión y calculo que seguirán siendo muchos más, pues Phidelio se mantiene seguro y con buena salud. Ya veremos cuando muera si habrá otro que lleve tan bien las pistolas como él. No hay revolución sin tiro al blanco, Sutor.

Y tampoco hay revolución sin panegiristas como García Cuadrez, al que espero aquí con los brazos abiertos, pues se ha ganado un sitio de preferencia en el Averno. No solo su amistad personal con Phidelio y su apoyo incondicional a la revolución. Es que sus libros se han difundido muchísimo, y han incitado a millones de personas a dar la espalda al enemigo. Fue quien mejor preparó la teología de la liberación, junto con Ploff, y comprenderás que no puedo estar más que agradecido y que les pagaré como se merecen, je je. Te animo mucho a que leas a García Cuadrez, cosa que por otra parte has hecho desde tu adolescencia, y así pudiste perder la fe lo antes posible. Estas lecturas y esa natural impureza que te enseñó Mari Juana, lo hicieron todo. Y lo que tanto fruto ha dado en ti, has de procurar que lo dé en otros también.

También nos ayudó mucho el Ché-ché, que sigue de mito o referente fundamental de la izquierda peluda y pacifista, que lo representa en posters y pegatinas con el fusil en la mano. Es encantador ver al Ché-ché fumándose un purito con cara de perdonavidas. Todos los niños burgueses han llevado alguna pegatina o camiseta suya en algún momento. Todos los pacifistas destrozan siempre alguna luna de banco o de comercio, queman algún coche o autobús, soñando que son el Ché-ché en plena selva, implantando la revolución proletaria y acabando con la opresión capitalista. Goza aquí del sitio que se merecen los revolucionarios de su categoría, je je.

Pero también tenemos personas que no han tocado un fusil en su vida pero han defendido a los que lo llevaban. ¿Te acuerdas de Olof Empalme, con su huchita, pidiendo a favor de los tetarras? Su fotografía dio la vuelta al mundo, y demostró que la socialdemocracia estaba comprometida con las libertades en la península. ¡Cuántos conciudadanos me consiguió nuestro común y admirado Olof!

¿Y qué decir de François Pitterrand, colaboracionista con el régimen de Vichy, de bragueta despejada y abierta, bolsillos llenos y perversión calculadora? Fue un auténtico sátrapa oriental, aunque más correcto sería que fue un Luis XIV actualizado, sin zapatos rosas ni tacones, pero con todos los defectos de su antecesor en el cargo. Llevó a Rancia a un grado superior de miseria, laicismo y de problemas que estallarán poco a poco como una bomba de relojería. ¡Fenomenal! De gente enfadada, nace la gente que odia y ésos son clientes seguros. Jornadas laborales reducidísimas, a costa de explotar a los trabajadores del tercer mundo. ¡Pitterrand, Pitterrand, eras estupendo! Y no puedo dejar de olvidar su lucro particular, impresionante, ni la sarta de mentiras con que orló su mandato. ¡Oh, qué referente tan hermoso y admirado para tu antecesor Latronzález! ¡Rancia, Rancia, siempre siguiendo los pasos de Rancia, hacia mi reino! ¡Es el buen camino, Sutor!

Y otro de los que comparten mis tertulias nocturnas, como te lo puedes imaginar es Muy Ze Dong, que entre vosotros era conocido como Muao. Lo cierto es que la revolución que emprendió Muao en oriente fue la que afectó a mayor número de personas, y una de las más sangrientas. Ni que decir tiene que lo que decía Muao poco tenía que ver con lo que él personalmente hacía. Que su vivencia se pareció más a la de un mandarín desenfrenado que a la de un revolucionario de a pie. Ser superior que era, sí que tenía un harén amplio, mucho más que el que tú te puedas imaginar por haber visto alguna película de Aladino, o de sultanes. Nada, nada, todo un tío castizo. Total, que lo tengo aquí debajo de profesor de txino, y si alguien se porta mal, él se encarga de darle algunas clasecitas de aquí te espero, y de que copien con los referidos pictogramas “soy tonto y peludo, me portaré como me digan, y no diré tontadas si no es necesario” mil veces. Naturalmente, estos pictogramas los llevan algunos de los tuyos por ahí arriba, creyendo que son dibujitos simpáticos. Por eso los txinos, cuando les ven, se ríen. No es que estén todo el día riendo, es que imprimen cosas de mala idea, para que los atontados de los occidentales las lleven haciendo los modernos.

De entre los tuyos, que hay mogollón, te citaré a tu admirado y llorado Enricus Blandus Galvancito, el viejo profe. Blandus Galvancito, que fue una figura destacada en lo de echar basura al tío Paco, promovió el porrete a nivel municipal, ya sabes, luego la movida, después siguió con el arte erótico-abstracto, y culminó con toda clase de herejías políticas y religiosas, que tanta fama le dieron. Recuerdas que padeció una enfermedad grave, y que estando en el lecho de muerte, algunas personas infames intentaron que se confesara. Menos mal que ahí estaba Juanito Precipicio, su sucesor en la alcaldía, que evitó que pasaran y garantizó, en la medida que pudo, que Blandus Galvancito tuviera un sitio entre Muao, Empalme, Ché-ché, Pitterrand y Empalme. Nos da para partiditas de mus muy amenas.

Por hoy me parece que ya hemos hecho un buen repaso de grandes personajes que gozan de mi mayor estima y compañía, aquí en las praderas infernales, je je, a las que no tardando mucho te unirás tú, queridísimo Sutor. ¡Que la suerte te acompañe!

Hades.

Carta de Sutor a Hades. 17.

Querido Hades:

Aún me dura el lacrimeo desde la última vez que leí tu carta. ¡Cuánto canalla junto! ¡Cuánto héroe de juventud y madurez! ¡Cuánto mal ejemplo, que siempre he considerado, dándole vueltas como si fuera la pelotita de un escarabajo! Porque eso me siento ante estos gigantes revolucionarios, un pequeño escarabajo. Claro, que en los momentos actuales, no hay gigantes tan descomunales, aparte cómo no de la momia de Phidelio. ¡Mi llorado Ché-ché, cuántas pegatinas me puse en mis libros y carpetas, con fusil o con purito! ¡Casi más que fotos de Marilyn, que las intercalaba con las de Marx y Phidelio! Hasta tengo un poster, ante el que me hice una fotografía con barba incipiente y el puño levantado. Siempre pensé que eso era lo más progre, por mucho que a nivel del partido lo comenzaran a hacer por lo bajini. Tampoco esto lo saben los míos, no sea que los del Pipi hicieran una campaña contra mí de mil pares de narices. La reacción nunca tragó a estos luchadores de la libertad y los derechos humanos.

¡Dale tu mano al indio, dale que te hará bien, y encontrarás el camino de la lucha y el deber! Así decía una canción de cuando tenía granos. ¡A desalambrar, a desalambrar, que la tierra es nuestra, de tuya y de aquel, de Pedro y María, de Juan y José! Esto cantaba yo, sí. Y proseguía: Yo pregunto a los presentes, que si se han puesto a pensar, que la tierra es de nosotros y no del que tenga más. La verdad es que si me lo gritaran ahora, desde el exterior de la Monclova, les lanzaban a los civiles para que los forraran. Porque mi palacete es mio durante cuatro años, al menos. Y ahí he montado ya mi bodeguilla, mi cama elástica, mi jardincito...

¡Mi jardín! Ahora que me paseo por el jardín, y me siento aquí y allá, he descubierto muchas novedades. La primera son las hormigas. ¡Mi jardín está lleno de miles de hormigas por todas partes! Van y vienen constantemente, llevando comida o cosas que a simple vista parecen inservibles. Si llueve y salen los gusanos, uno puede ver el espectáculo sorprendente de cómo decenas de hormigas acaban bloqueando a un gusano, para comérselo en dos o tres días. ¡No dejan nada! Lo he observado en diferentes ocasiones, y me ha entrado un escalofrío bastante grande. ¿Me comerán las hormigas? Porque estas sí que reciclan todo. He preguntado si les gusta el material informático, y me han dicho que si no tiene un olor especial, a comida, no. ¡Estoy salvado! Ya me imaginaba centenares de hormigas en fila india entrando en mi ordenador o merendándose mis disquetes o compactos.

Las hormigas son de tres tamaños diferentes y conviven de esas maneras. Si llevan rutas diferentes, se aguantan. Pero en caso contrario, comienza la pelea, que puede degenerar en batalla campal de las hormigas, en perfecta formación. Las que pierden trasladan el hormiguero unos metros más allá.

Además de los gusanos están las babosas y los caracoles. Como tengo mucho césped, arbustos y árboles, con mucha frecuencia salen las babosas. No solo cuando llueve, sobre todo. Pero cuando le dan al riego, a veces también. Total, que con mucha frecuencia las miro. Los caracoles también me gustan mucho, con sus antenas y caparazón. Todavía no tengo un pequeño huerto, aunque me han dicho que es algo que relaja mucho. Ya Diocleciano, excelso emperador romano, que comenzó la persecución que lleva su nombre, cuando se retiró se dedicó a ejercer de hortelano, como si fuera un simple campesino. Si los problemas me abruman, quizás me dedique a eso. Plantaré tomates y lechugas; así podré comprobar si a los caracoles les gusta tanto la lechuga como dicen.

Tengo un pequeño estanque, y algún gracioso ha debido de soltar alguna rana y algún sapo feucho, que se hacen escuchar por las noches. Más de una vez he salido con mi linterna, como si fuera un boy-scout a ver si capturaba a las ranas para comérmelas. Al final he optado por las soluciones tradicionales, que es la de mandar un felino para que se los meriende. Vienen bien los gatos porque se comen los ratones y las ratas, y es que en esta capital hay un montón de ratas. Oye Hades, tu reino como está ahí abajo, ¿está infestado de ratas? Porque eso ya no me hace ninguna gracia. Los gatos, digo, me paran los roedores, pero el siguiente paso es quién me para a los gatos. Porque para que tengan tranquilidad y desarrollo armónico, hay que tener un gato y una gata. Pero resulta que tienen gatitos, que son muy monos de pequeños, pero después crecen. La primera camada te hace gracia. La segunda, se va llenando el exterior. A la tercera, no sabes qué hacer con tanto felino. Yo estoy aquí esperando la segunda, y los vigilantes me han dicho que si espero un año, tendré el palacio infestado de micifuz. Que si me gustan, bien, pero que si no, voy a tener maullidos de día y de noche. Total, que no sé si soltar los perros para que se coman a los gatos. A uno solo igual le plantan cara si son muchos y adultos. A dos ya es más dificil.

Mi perro preferido se llama Marrakesch, y la perrita París. Marrakesch y París son mis mascotas preferidas, a las que doy de comer y beber yo mismo, aunque a veces me pringan mi traje. Como ya lo tengo sabido, me pongo la ropa de hortelano, y hala, al jardín. El pobrecito de Marrakesch tiene la costumbre de cagarse en el portal de palacio, así que la señora de la limpieza está un poco harta del perro, pero yo lo protejo. Y le digo que mi perrito Marrakesch se caga donde le da la gana, mientras sea en el jardín. Por cierto, que el otro día por poco tengo una pelotera con una ministra, porque le mordió el bolso. Yo gritaba: “suéltala, suéltala”, hasta que me di cuenta de que mordía el bolso y grité de nuevo: “suéltalo, suéltalo”. Lo peor de todo fue cuando enganchó al ministro de la espalda, y no sabía si decir “suéltalo” o “suéltala”. Todo un problema que se solucionó rápidamente, con un leve jirón en los pantalones en salva sea la parte. Así que la próxima vez que venga lo tendré que atar.

En fín, qué contar de los pájaros, cuya variedad me asombra, y que ya casi no se atreven a bajar de tanto gato. Más de uno ha sucumbido bajo sus garras. Los pájaros van al estanque a pescar, lo mismo que los gatos. Los peces sí que llevan mala vida, aunque también se comen unos a otros, el grande al chico.

Así es la vida. Después de mucho observar mi jardín, me he convencido de que he de ser como un león. Las hormigas no se comen a los leones vivos. Solo a los muertos. No son como los gusanos, que los acorralan y ¡zas! El león es muy respetado por todos. También pienso en ser como una mariposa, con sus alas vistosas, yendo de flor en flor. Aunque también las moscas y mosquitos van de flor en flor, y de humano en humano. Lo mismo que mis ministros y menestras, de flor en flor, de anuncio en renuncio. Mas lo importante es el movimiento.

El próximo día contaré otras cosas del jardín, y de mi periquito Sadam, que junto con mi lagarto Stalin, forman mis animales de compañía. ¿Me podré llevar a las praderas inmensas del infierno a Sadam? Me haría tanta ilusión...

Un saludo cordial de tu ecológico, sensible y futuro hortelano,

Sutor.

Carta de Hades a Sutor. 18.

Querido Sutor:

Veo que tienes sensibilidad y eso me agrada. Una persona sensible, que está dispuesta a cavar su pequeño huerto es una persona con talento. Y una persona que estudia tanto a las hormigas, si no es un niño, un jubilado o un biólogo, es que es un genio descansando. Eso es lo que tú eres, Sutor.

Has de aprender mucho de las hormigas, Sutor. Su laboriosidad, su disciplina, su gregariedad. Así debe de ser tu pueblo. Si te das cuenta, observarás como hay hormigas exploradoras, que marcan el camino con un líquido que segregan y que van esparciendo con su abdomen; todas las demás les siguen, vienen y van, vienen y van. Sólo cambian de ruta cuando la exploradora lo indica. Aprende, Sutor, aprende. Vosotros debéis marcar el camino a los demás, ser sus conductores. Tú serás el conductor de conductores, Sutor.

Ratas solo tenemos las necesarias, Sutor. Alguna teníamos que dejar, dado que aquí tenemos toda clase de personas y animales. Pero no te preocupes, porque tenemos un eficaz sistema de detección, para evitar que molesten a los portadores de la tarjeta oro Master-Hades. Eso te debe de dejar más tranquilo.

Respecto de la nomenclatura perruna me parece muy acertada, chico, Marrakesch y París son los nombres que más te convienen, y has de mimarlos por mucho que te puedan pringar o hacer sus necesidades delante del portal de tu casa. Quizás yo les hubiera llamado al revés, al perrito París y a la perra Marrakesch, pero quizás tengas razón, y sea París el que preñe a Marrakesch. Respecto de los problemas con alguno de tus ministros, recuérdales que han de venir con espíritu deportivo, y buena coquilla como los porteros de hockey. Un ministro que lidia mil combates no se ha de arredrar ante unos colmillitos de nada. Y menos uno que no utiliza sus atributos en lo que debe.

Hablando de hockey, menudo embolado te están metiendo con lo de la selección de Matagalls, chico. Hasta aquí llegan las risas y las lágrimas, y el caso es que esta situación de puro ridícula puede ser perjudicial para ti. De todas formas, siempre te puede consolar el saber que en Tele-Topo es una de las noticias más vistas, concretamente en la sección “todo-humor”, que se transmite los lunes. Sutor, algunos casi se me remueren de lo que se ríen.

Lo que tienes que hacer es poner a tus camaradas a jugar al hockey como locos, para evitar el dominio tan grande que tienen estos chicos. Dile a Bonus que en lugar de comprar futbolines en los cuarteles, que les equipe con palos, cascos y coquillas y ¡hale!, a jugar. Así cuando se vayan de misiones, osea, de operaciones, en los descansos se pueden poner a jugar.

Por cierto, ¿qué tal la comisión del 11eme? He sintonizado una radio horrible, monstruosa, que junto con un periódico mundano están tirando más de lo necesario de la manta. ¿No podrías hacer algo para evitarlo? Mira, que pueden acabar dándose cuenta de lo que realmente sucedió, algo que algunos conoceis bien. Que una tontería así no te lleve a dar un patinazo bestial, Sutor. Sí, ya sé que es una tontería, pero hasta gente de gran categoría se puede resbalar. Piensa en Phidelio, con su experiencia, que también el día menos pensado puede darse una buena tozada pisando una piel de plátano que le haya dejado al paso algún reaccionario. Tú eres joven y guapo y no debes de caer quedando a cuatro patas, o tumbado como si fueras un infiel, pues serías objeto de befa durante varias semanas en la prensa y tele del enemigo. Neutraliza todo lo que puedas con la Noser y sus adláteres, e intenta acabar con esos islotes de subversión. ¡Caña a la derecha que sigue utilizando el incensario!

Sí, querido Sutor, sí podrás traerte a esta praderas a tu periquito Sadam y a tu lagarto Stalin. No hay ningún problema. Esto no es como la capital del imperio de Matagalls, que se han prohibido los animales salvajes y de exhibición. Aquí puedes tener animales de compañía, animales salvajes y todo lo que desees. ¡Que no quede por animales! Omnia estis animalia!

Te maldice, una vez más, tu querido

Hades.

Carta de Sutor a Hades. 18.

Querido Hades:

Ya sabes que soy un intelectual de izquierdas, lector empedernido de toda la progresía nacional e internacional. Pero hete aquí que el otro día un amigo mío me hizo una pregunta que tenía más de acertijo, y que no me gustó nada nada. Figúrate que me preguntó un conocido que si sabía si Karlitos Marx había escrito algo sobre la muerte.

¡La muerte! Repasé mis apuntes de universitario, los de profe, y el caso es que entre tanta estructura y superestructura, explotación y opio del pueblo, no encontré nada de nada. Entonces me colgué de internet y comencé a buscar como un adolescente el método de quedarse sin granos. Mirando, mirando, caí en una página con las obras completas. ¡Qué barbaridad! ¡Diez mil páginas llenas de sabiduría ininteligible! Dale a la opción de búsqueda, y nada, más lento que una procesión de cojos. Y qué chasco más grande. Resulta que con tanta obra escrita, solo había esculpido tres líneas sobre la muerte. Y añade algo que resulta críptico, como casi todo lo suyo, y que seguro que es mucho más claro en su idioma original: “El individuo determinado no es, sin embargo, más que un ser genéricamente determinado y, como tal, inmortal”.

Como buen cripto-rot, cripto-red, cripto-bermell, o sandía, me siento un tanto defraudado porque no haya reflexionado nada sobre la muerte. ¿O quizá es que dentro de la progresía es mejor no hacerse estas preguntas? Te advierto que si me dices que no, seguiré por el camino constitucional que lleva hasta ti, oh Hades.

Pero no puedo olvidar mis tiempos de universitario peludo en los que leía a Antoñito Gramsci, el fundador de los peceros italianos, que gozando de tus verdes praderas esté. El caso es que Antoñito G. decía a sus muchachos que “hacerse preguntas sobre la muerte no es moderno”, y que debían “eliminar esas manifestaciones inferiores, esos residuos inorgánicos de estados de ánimo ya superados”. Quizás en aquel momento me pareció el colmo de la progresía, pero por otra parte, me parece una huida de la realidad. El mismo tipo de huidas que hemos hecho nosotros en Mesopotamia, pero en el plano intelectual, que siempre es mucho más grave.

En fin, Hades, que puedo engañar a todo el mundo, pero no me puedo engañar a mí mismo. ¿Y si las cosas no fueran como yo me las pinto? ¿Y si las cosas no fueran como tú me las describes? ¿Y si tuvieran razón las fábulas judaicas y los terrores tenebrarios cristianos? No quiero ni pensarlo, porque las iba a pasar canutas. Aunque no menos que Ansar o Marianol, porque ellos no han defendido sus creencias lo más mínimo, y han hecho concesiones sucesivas que equivalen en la práctica a una apostasía.

Lo que estoy es ilusionadísimo con que mi buen amigo Cherry venza las elecciones. Toda la prensa pronostica su triunfo. Las encuestas del Pis y de la Noser le dan por seguro vencedor, aumentando su diferencia de día en día. Si gana, le llamaré rápidamente para proponerle mi alianza de civilizaciones. Podríamos crear un frente potentísimo, él y yo, Phidelio, Peschroeder y Chirriar. Pero yo en primera fila y delante de todos, que para eso soy el ideólogo del nuevo orden mundial. ¡Viva Cherry! ¡Vivan los memócratas americanos! ¡Muera Blues!

Me encantó lo que me dijiste sobre mis mascotas. Los nombres están puestos adrede. Marrakesch es el perro, que preñará a París. París ha sido siempre la gran preñada de los dos últimos siglos. Y ahora también lo va a ser, pues ha quedado preñada nuevamente. Ya veremos qué hago con la camada. Supongo que ofreceré algún cachorrillo a mi ministra Sinsentido, a la Hernández de la Huerta, al medio-medio, y aún me quedará alguno para mí. Aunque quizás mi mujer me ponga mala cara, porque si salen perros como su padre y se cagan todos a la puerta de casa, la protesta de la limpiadora es segura, y acaba tragándosela ella. Yo ya le he dicho que pase, que se vaya a nadar a la piscina de la guardia civil, que aprenda submarinismo, que dispare con arco. Ella me ha dicho que sí, pero sin perritos cagones. Que el otro día pisó y resbaló. Y yo le digo que es inevitable, porque un perro como París ha de cagar a lo grande y a diario.

Desde luego, si me muero pronto, no me lo llevaré. A mi periquito Sadam, sí, porque casi no se notan sus defecaciones y me alegra la vista. Pero este Marrakesch me puede amargar en el más allá, porque mi mujer está a punto de darme el ultimatum. Así que estoy a punto de decirle lo de Churchil. O no, porque eso era bastante fuerte. Por cierto, ¿sir Churchil está entre tus clientes? Seguro que hizo suficientes méritos como para encontrarse entre tus filas. La foto de Yalta retrata especialmente a los camaradas que no olvidan su amistad terruna y la prolongan en tu reino, oh Hades.

Ya ves, comienzo de una manera y acabo siempre con lo mismo. Por mucho que me empipe Matagalls, no cejaré en mi apoyo al Barça, que este año está imparable. A los de la federación de hockey les echaremos un poco de aceite de oliva por el campo, y que vayan al dentista de la S.S.

Por no decir otra cosa.

Me voy a poner la Noser, que retransmiten la comparecencia más interesante del 11eme. Esto de la comisión es como los programas esos de encuentros en la tercera fase, de ovnis y marcianos. Es lo mejor que nos puede pasar.

Se despide tu admirador, pedestre, pomada en mano,

Sutor.

Carta de Hades a Sutor. 19.

Querido Sutor:

¡Cuántas cosas y qué terribles han sucedido en esta semana, Sutor! Ha sido como un gigantesco dolor de muelas, no solo para ti, que seguro, sino para aquí abajo. ¡Maldición, maldición y maldición, y mil veces maldición! ¡Todas las encuestas embusteras, día a día! ¡Toda la programación de medio mundo, radios, periódicos, televisiones, hinchándonos de mentir y nada! ¡Toda una apuesta hecha por ti, el gran lider mundial, convertido en agua de borrajas! ¡Menudo programa informativo de la Noser, con su quinto regimiento desplegado en los Estuardos Unidos, defendiendo hasta el último minuto el tirón imparable de Cherry!

Y Cherry mordió el polvo. ¡Sutor, melón, te equivocaste de medio a medio! Y el Blues este, que atizar atiza bastante, te va a despeinar el flequillo de un momento a otro. Sí, ya sé que le has llamado por teléfono, para decirle cuchi-cuchi, pero ni te ha cogido ni te ha devuelto la llamada. Son miles los que se ríen de ti con lo de la llamadita de marras, y van cantando la canción que se puso de moda antes de que llevaras la braguita pañal: “comunicando, comunicando, ¿con quién podrías estar hablando? Tú indiferente, y yo esperando, que no estés al llamarte, comunicando, comunicando. Quise decirte, vida mia, lo que por ti yo estoy pasando, pero no pude, pero no pude, porque estabas comunicando, comunicando, comunicando”.

¡Ten cuidado Sutor! Pusiste toda la carne en el asador y se te ha chamuscado. Veremos a ver lo que queda de tu desorden universal. Te las prometías muy felices, y ya veremos si comes perdices antes de los turrones. Mucho ha de trabajar tu equipo, y mucho se tiene que ir a cazar Bonus, a ver si consigue alguna entrevistilla con alguno de esos diplomáticos yanquis.

Solo me faltaría contemplar otra foto como la de hace unos mesecitos, de Blues con una bandeja con un pavo gigante, entre sus soldados. Solo que en lugar de ese pavo gigante, de plástico, hubiera otro pavito un poco más grande con tu carita sonriente. Si no pones más atención, este Blues se te puede merendar y repartirte a cachitos entre la tropa. ¡Alerta, Sutor, alerta!

Por otra parte, te alabo el gusto de que te disfraces de faraón en tu tiempo libre, y te coloques la corona del alto Aegyptus y la roja del bajo, y hagas sombras chinescas en tu despacho, para comprobar si tu perfil es el de Horus. Pero no te pases de la raya, porque ese camino de sabiduría que acaba en mi mansión no se consigue con la misma rapidez con la que tú has aprendido las nociones fundamentales de economía, ciencia que ya controlas. Cuatro por cinco, veinte. ¡Veinte, Sutor! Veinte y veinte, cuarenta, para dos, veinte, menos tres, diecisiete. ¿Ya haces esto, Sutor? ¡No! ¡Entonces cómo quieres comprender el pensamiento profundo de los egipcios, y el por qué de sus mastabas y pirámides! Ensáyate, vale, pero profundiza en las cosas, dilectísimo Sutor. Y recuerda, que ya en las primeras dinastías se mantuvieron en la administración la casa blanca del sur y la casa roja del norte. Administración dual en manos del faraón. ¡La casa blanca y la casa roja, Sutor! ¡Ambas en tus manos! ¡Si Blues está al frente de la casa blanca, tú lo has de estar de la casa roja! ¡Agarra fuerte el esceptro, Sutor!

Ya veo que tu mujer progresa adecuadamente en el submarinismo, aunque el hecho de trascender a la opinión pública, sobre todo a esa cadena repugnante y clerical, no te favorece en nada. ¡Con lo agradecidos que debieran de estar de que Nefertiti se zambulla entre sus aguas, como una sirena! Yo no sé si debieras encargar a algún escultor de estos modernos, que haga una réplica de tu mujer así, cual sirena, para ponerla gigante a la entrada de la capital. Podrías estar tú a la izquierda, como Horus, y ella a la derecha, como la gran sirena, con ojos que desprendan chorros de luz y que la gente exclame: ¡son soles!

También es cierto, que quizás tu ministra portavoz desee una escultura, para no ser menos. ¿Has pensado en la cobra Wadjet, del bajo Aegyptus? Hay otros animales con los cuales se podría identificar, pero ciertamente la cobra tiene una capacidad mortífera poco frecuente, y esta diosa Wadjet era realmente odiosa, digna por consiguiente de tu brazo derecho. Piensa todo esto con detalle, Sutor, pues todo buen gobernante se inmortaliza en piedra, bronce o latón. No se conforma únicamente con robar oro y plata, sino que se perpetua en la memoria colectiva de esta forma singular. ¿Y no contemplas la capital del reino, llena de esculturas a dioses, a masones y al mismísimo ángel caído, que es una que me encanta muchísimo? Deberías de hacerte una foto delante de esa estatua con todo tu equipo, para que la pasemos por aquí en Tele-topo, y que la gente os pueda conocer. ¡Qué lágrimas soltará Blandus Galvancito! ¡Cómo sollozarán Montano, Arrio, Juliano y Prisciliano, Judas iscariote y el conde don Julián! Todos te pedirán una foto con dedicatoria, para guardarla en lo más íntimo de su corazón, porque otra cosa no tienen. ¡Ay, Sutor, si supieras la de admiradores y admiradoras que tienes en este mundo suburbano! No el de las ratas, que también, sino en mis verdes praderas, je je.

Sigue en tu empeño, enmienda lo que debas, y comienza, como nuevo Ramsés, la conquista del mundo.

Por cierto, no te olvides de seguir intentando hablar con Blues. Me parece que es fan de los Ángeles, más que de los Chicago Bulls.

Se despide el fabricante de coronas rojas, de todos los Aegypti del mundo, tu estimado y admirado,

Hades.

Carta de Sutor a Hades. 19.

Querido Hades:

Ciertamente, ha sido un fuerte varapalo la no elección de Cherry, el mejor candidato posible, el más progre y decidido valedor de mi candidatura al liderazgo mundial. No fue suficiente mi aliento majestuoso ni la campaña de Palanca para cambiar la voluntad del electorado yanqui. De todas formas, me he enterado de que el papaito de Blues va a venir a cazar a esta tierra de conejos, así que le he dado instrucciones a Bonus para que se haga el encontradizo. Lo único malo de todo esto es que me recuerda las cacerías de tiempos del tío Paco, y que la gente pueda pensar que esto no deja de ser lo mismo por nuestra parte. ¿De veras piensas que yo, Sutor-Horus, tengo algún parecido con tío Paco? ¿Qué parecido hay entre ese terciario franciscano, austero como militar, y yo, con mentalidad de lujo oriental? ¿Acaso no sueño yo con mi harén de Luxor, como mis ancentros? Puestos a abjurar de mis convicciones, he de buscar otras que satisfagan mi ego. Y eso de espíritu militar, nada de nada. Todavía me acuerdo de lo duros que eran los militroquis esos, con la instrucción. ¡Puaf! Aún desearían que todo el mundo viviera a su manera. Ni hablar. Ahora, en las campañas propagandísticas de Bonus, se habla de turismo, de cultura, de aventurillas, pero nada de austeridad, patriotismo o morir por la patria. Esas son todas ideas muy reaccionarias.

Por otra parte, ya están todos en el bote con lo del onceeme. Ansar habla la semana que viene, y ya le hemos preparado una recepción muy plástica, con figuras con manos rojas, manchadas de sangre. Será todo muy espontáneo y natural, porque ya se sabe que el pueblo está muy soliviantado con Ansar. Esto saldrá en todas las cadenas televisivas, y en primera plana de los periódicos de Palanca. Lo tendremos ahí declara que declara, y le echaremos polvos pica pica, para que estornude durante un cuarto de hora. Lupaalcava me ha hablado de dejarle una bomba fétida cerca, pero eso ya me parece peor, porque se pueden dar cuenta Marianol o Zaplina, que va a estar también de gran inquisidor del Pipi. Y también puede atufar a nuestros diputados, tan reacios a lo que no sea León o Azufre.

Diga lo que diga Ansar, cerraremos nosotros, y dejaremos las cosas claras. Cuando me toque intervenir les voy a poner de neuróticos y esquizofrénicos hasta arriba. Hablaré del complot absurdo, de la paranoia constante, de no haber asumido la derrota y tal y tal. Todo menos intentar descubrir la verdad de lo sucedido que, como tú muy bien sabes, es algo bien distinto a lo que ha salido en la comisión. Pero mi papel es el de Phidelio, perpetuarme en el poder, cueste lo que cueste, hasta alcanzar las máximas cuotas de poder. Y como todavía no me considero lo suficientemente asentado, no puedo empezar a levantar mi estatua como Sutor-Horus -¿recuerdas las gigantescas de Sadam?-. Sí que es cierto que la de mi consorte está en proyecto, aunque no sé si hacer primero una figurita para mi belén pagano. Así, en mi palacio, puedo comenzar a poner divinidades o héroes, a los que los ministros y pelotas de turno contemplen y adoren. Bueno, adorar adorar, ya sabes que solo a ti lo hemos de hacer, como padre del Averno, mentiroso y embaucador. Pero no me podrás reconocer que después de todas estas corruptelas no me merezca alguna clase de culto o cultillo, pues me lo estoy ganando a pulso.

¡Ay, menuda trifulca por culpa del Nerón-Rovira! Ya sé que es de los nuestros, portador de tarjeta Master-Hades, pero así y todo las ganas de estrangularle no me faltan. Se interpone de continuo en mi idilio con Matagalls, y ha dicho, infame, que no va a apoyar la candidatura de la capital de mi imperio, prefiriendo cualquier otro sitio a nuestra meseta. ¡Qué disgusto se ha llevado Ruín Gallardete, mi caballo de Troya en el Pipi! ¡Qué de llamaditas inflamadas me ha hecho, como si fuera un adolescente celoso protestando a su novia! Este Nerón me causa muchos trastornos, así que al final acabaré crucificándolo a la entrada de su ciudad, con inmejorables vistas al mar. Será algo así como el cazador cazado. ¡Este aragonés me tiene más que negro! Este y el de la cadena ésa repugnante y clerical, que me las pagará todas juntas. Le haré un proceso legal y público, concediéndole la oportunidad de defenderse justamente: le dejaré un día con su noche, para que se aprenda el listín de teléfonos de Madrit, y como falle un solo número, ¡zas! ¡Pún, catapún, chimpún!

Y ya he elaborado un diabólico plan para cerrar esa maldita cadena, con acusaciones de colaborar con páginas obscenas. Será todo un éxito mediático, conseguido gracias a la colaboración del Pis y de toda la cadena bateresca de mi amigo Palanca. ¡Sutor, Sutor, ra, ra, ra!

Queda a tus órdenes, con banderín, palomitas, cromos de la sirenita y haciéndome pis de gusto, ante la entrevista que tengo la semana que viene con Chivez, el otro lider de la revolución que triunfa allende los mares, y que va haciendo crecer la ola izquierdista hasta anegar a todos los yanquis partidarios de Blues.

¡Viva Chivez! ¡Viva la alternativa! ¡Viva Sutor el torero, cuyas luces atraen a tantos líderes como moscas durante una corrida! Quizás en lugar de Sutor-Horus, me deba de llamar Baal-Sutor, señor de las moscas.

Queda tuyo, sonriente y guapetón,

Sutor.

Carta de Hades a Sutor. 20.

Querido Sutor:

He de reconocer que me tienes un poco desconcertado. Tan pronto pasas de disfrazarte como Horus, que te decides ser Baal. Pero lo que has hecho esta semana no tiene nombre. Yo diría que es algo así como una traición. ¡Quijote, Quijote! ¡Has dicho que tienes alma de Quijote! Que lees a Cervantes, el facha de Lepanto, que lo citas en tus discursos y que don Quijote no era loco, sino una persona sin las represiones propias de su tiempo. ¡Ay, Sutor de mi vida, qué desliz!

¿Y qué decir del episodio de los molinos? ¿Y qué de la bacía? ¿Y qué del espíritu justiciero, velatorio de armas y caballero de causas perdidas? ¡Para nada, Sutor, para nada! ¡Ese tren es muy peligroso, por mucho que estemos en el año de su centenario! ¡Acabará arroyándote y lo sentirás mucho! No te fíes de Cervantes, y mucho menos del Quijote. Si aún hubieras elegido alguna de sus novelas ejemplares, pero no... ¡el Quijote! ¿Sabes que te pueden llamar Quijote y a Bonus Sancho Panza? Y así, a lo tonto a lo tonto, tu Panza puede acabar no como gobernador de la ínsula Barataria, sino de toda la meseta con vistas al mar. ¡Y no vayas a comparar la caladura de sinvergüenza de Bonus y la tuya! Él no me traería ni la mitad de clientes que tú. Y además, tú eres mucho más guapetón, Sutor, no lo olvides. Ya te volverás feo y viejo como te dejó caer de manera un tanto brusca Tonny. Pero mientras tanto, tu mejor reclamo, por encima del atuendo de Horus, es el de tu glamour.

Por cierto, ¿ya juegas al Rombo? No sé si pedirte que me cojas algunos números, porque este juego está causando furor aquí abajo. No es que compren boletos, pero los anuncios del aaagggrrrr, les encantan. Con eso de que aquí se ensaya tanto eso, entre el estruendo que hay de continuo... Pues nada, cómprame unos tres mil o cuatro mil números, pasándome fotocopia de los mismos, o me los escaneas y mandas por emilio, si te parece más rápido. El correo últimamente no va, porque el enlace que teníamos, que era coco, ha decidido jubilarse con cincuenta y cuatro años. ¡Cincuenta y cuatro, Sutor, qué vergüenza! Menos mal que los años que le quedan de vida los dedicará a pecar como un loco, pero esa holganza, sobre todo por lo delicado de su trabajo no me parece bien. ¡Nos ha dejado incomunicados por el medio más barato! ¿Quién nos facilitará el contacto con el mundo infecto y contaminado de allá arriba? Sí, ya sé que internet es la solución, pero tiene dos problemas: lo mal que va aquí el fluido eléctrico, un desastre chico, y que no te puedes fiar de quién es verdaderamente el que te envía el correo. Y lo último que me podría ocurrir es que uno de esos chicos perversos a quien les tengo embaucado el corazón y la cabeza, sean los responsables de colarme un virus en mi ordenador. ¡Al mismísmo Hades! Espabila pues, y encuentra un nuevo enlace, si puedes que esté sin sindicar, para que nos dure más y no empiece con huelguecitas tontas. Aquí abajo a nadie se le ocurre hacer esas cosas. ¡Faltaría plus!

He seguido con fruición tu entrevista con Chivez, en el establecimiento de la entente más poderosa del mundo, al sumarse Mongolia. Chico, poco a poco vas modelando tu estrategia mundial a escala sideral. Lo que no acabo de entender bien es el empeño de tu ministro de exteriores, prodigio de inteligencia y de lágrimas como se demostró en el entierro de nuestro queridísimo Yessir, es que desees implicar a tu propia nación en una intentona golpista que fracasó. Si es cierto, te habrás metido en un brete y si no lo es, habrás hecho el ridículo. No es que no vaya a encontrar eco entre la galería, pero fuera de tu imperio, allende la meseta, las cosas se ven de otra manera. Aunque sean masones, perjuros o paganos como tú, esas cosas tan antipatrióticas no van a la mayoría. En fin, tú sabrás lo que haces con Chivez, pero no te olvides que tu finalidad es la de conseguir el mayor número de clientes, no el mayor número de tontos. Porque los listos también pueden ser mis clientes; es más, un listo malo produce mejores resultados a la larga que un tonto malo. ¿A quién lees tú por las noches, al sindicalista de turno o a Karlitos Marx? A Karlitos, ¿verdad? Un solo hombre malo e inteligente, es mucho más beneficioso para la causa que todo un escuadrón de sindicalistas leales, que no han pasado nunca de la barra de hierro, la silicona o el neumático ardiendo.

Aprende, Sutor. Y deja de una vez en su sitio el orinal, quítatelo de la cabeza; lo mismo te digo de la escoba. Bájate ya de la ciclostatic, y no sueñes con ir de quijote por la vida.

Te maldice, tridente en mano,

Hades.

Carta de Sutor a Hades. 20.

Querido Hades:

Jamás supuse que esa interpretación cervantina iba a causar un impacto tan desafortunado entre las moradas cavernarias. No pasó todo de ser una acomodación a las circunstancias, un brindis al sol con camiseta de rayas, un paraguas negro y amarillo en medio de una lluvia de huevos podridos. Pero es que los intelectuales se han vuelto locos con el Quijote. Para arriba y para abajo, y como es lógico yo no voy a ser menos. A esto me decidieron dos cosas: el vendedor de periódicos de mi tierna infancia y la señora Valentina.

El primero, me dijo que podría comprar un móvil a su Sebastiana gracias a los ejemplares del Quijote, no previstos, que estaba vendiendo. Yo le pregunté que si no le daba lo mismo con las revistas pornos o para invertidos, y el me dijo que el Quijote le estaba dando mucho más. ¡Increible, me dije! La segunda, la señora Valentina, la tía de la chacha que a diario limpia las cacas de mis mascotas París y Marraquesch. Total, que se pasó el otro día a saludar a Valentina y a conocer la casa, y como a mi me encanta hablar con el pueblo llano, le dije desde lo alto de la escalera, con mi cota de mallas: “Co, ¿sabe quién soy?”. Y me respondió: “¿Quién c. se cree usted, con eso, don Quijote?”. Al oir esto, me dije: oráculo ha sido lo dicho por Valentina, oráculo. Si mi librero de la infancia puede comprar un móvil a su Sebastiana, y la Valentina me confunde con don Quijote, es que este es el camino del pueblo, el pueblo desea un Quijote que enderece sus destinos, que desfaga los mil entuertos que hay por ahí.

Eso fue simplemente. No hubo nada más que un par de declaraciones, un articulito, y un subirme a hacer algo de ejercicio así, con el orinal y la escoba, imaginando situaciones rocambolescas. Pero como veo que no te gusta, no te preocupes, se acabó don Quijote y se acabó doña Dulcinea, que no te diré quién era, no sea que mi mujere se entere y me tire el secador a la bañera.

Lo de Chivez quizá nos pasamos un pelo, pero esta semana lo arreglo rápidamente, pues hemos quedado con Chirriar para hacernos un montón de fotos juntos. Yo le daré, él me dará. He decidido invitar a los presidentes de las comunidades autónomos que lindan con los Pirineae, con mi prodigalidad acostumbrada. Es que me imagino que soy el esposo, que cuando prepara su banquete de bodas –europeo claro-, va y llama a todos los cojos, tullidos, ciegos y les obliga a entrar a su fiesta. Así que espero tener a muchos en derredor mío, como satélites alrededor del planeta, o planteas en la órbita del sol. Lo que no tengo tan claro es que Chirriar permita a sus homólogos lo mismo.

¿Qué te pareció la intervención de Ansar el otro día? ¡Joplis, qué recibimiento! Los figurantes lo hicieron muy bien, ya les había untado previamente un buen fajo de euros. Los planos televisivos, perfectos. ¿Verás mi intervención en directo? Sería muy ilusionante saber que me retransmitís en directo por Tele-topo. En el reino de la mentira han de aprender mucho cómo manejar las circunstancias adversas. Además, mi intervención, que será más larga que un discurso de Phudelio, contará con toda clase de circunloquios, subterfugios e insidias, que fundiré por completo tu contador de mentiras. ¡Te sentirás realmente orgulloso de haberme concedido la tarjeta oro Master-hades! Hasta Koffee, que está pasando un mal momento, me llamó diciendo que estaba conmigo. ¡Qué ilusión me hizo! Aunque no me llame Blues, sí me llama Koffee.

Como ves, no me sobra mucho tiempo. Llevo varios días sin salir tranquilo al jardín de mi palacio, a ver qué ha pasado con las hormigas, que ya casi no se ven. Tampoco a las cucarachas, una de las cuales se llama como yo. Lo descubrí el otro día en internet, y me encontré con una página que ponía beatle. Me dije, ¡los cantantes! Resulta que eran cucarachas, y una de ellas, tenía mi nombre –latino por supuesto-. Otro día contaré más cosas sobre esto, ya que me impresionó mucho y decidí imprimirme la foto a tamaño gigante del colega. Tata, tata mía. ¿Y si es macho? Tato, tato mío.

Esto me hace recordarte las bondades de internet, medio que hemos de controlar y fiscalizar más, querido Hades.

¿Cómo solucionar lo de la prensa y el correo ordinario? No te preocupes. Lo mismo que he domesticado a los líderes siniestros sindicales para cosas de astillitas y astilleros, lo mismo conseguiré los enlaces que ahora nos faltan. Voluntarios no me faltarán, pues tengo aquí una pletórica legión dispuesta a combatir por tu causa y prestigio, en contra del auténtico y verdadero Dios, en el que ya no creemos ninguno.

Bueno, te dejo, que he de repasar las últimas infamias con mi amigo Lupaalcava. ¿Me grabarás en vídeo algunas de las principales impresiones entre las grandes personalidades hospedadas en tu mundo?

Se despide el Demóstenes moderno, guapetón y donjuanesco,

Sutor

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Publio Cornelio

 

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