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El arte español
El color es la categoría predominante del arte español.
El español es artista nativamente, por
la gracia de Dios, y desde la remota Prehistoria aparecen en
nuestro suelo portentosas manifestaciones estéticas.
Aquel hombre de la Prehistoria dejó su simiente en las sucesivas
oleadas de pueblos que invadieron nuestra tierra; y su portentosa
capacidad estética fue transmitida de unas a otras generaciones
mestizas, e incrementadas con las aportaciones artísticas de las
nuevas invasiones.
El arte es capacidad y actividad propias de gentes de pasión;
nace en sus creadores en virtud de un acto de pasión. El primer
instante del arte pertenece a la pasión. España, país
pasional, es primera potencia mundial en arte. Dase en nuestro
suelo innato, espontánea, general y natural la actitud
estética, tanto en creación como en contemplación y sentido de
las cosas. El arte tiene raíz popular, y una fuerte vena popular
aun en el arte técnico y erudito. Como en literatura, lo
artístico popular español es de grande y exquisita riqueza.
Pegado a las fuentes de la naturaleza, tiene el arte español un
profundo sentido humano, individualista, espontáneo; y local. Es
inconfundible y es sobre todo español—a veces más español
que arte, según se ha dicho—. No sólo la naturaleza es en
él poderosísima, sino que la naturaleza española es arte de
por sí. No obstante su fiero individualismo —¿qué tienen
que ver entre sí Picasso y Zuloaga, Ribera y el Greco,
Velázquez y Dalí, Goya y Murillo?— el pintor español es,
efectivamente, nacional cien por cien; alguien inequívocamente
dotado de sello español.
El color es la categoría predominante del arte español, porque
es lo que espontáneamente salta a los ojos: dibujo y
composición son elementos ulteriores. El color es el primer
impacto de la naturaleza en nuestros sentidos, aunque la
tendencia innata de la expresión sea el dibujo, por ser más
fácil representar las cosas mediante sus contornos que por su
contenido cromático. Por ello, por ser primario y espontáneo,
pese a sus dificultades iniciales en la expresión, es el
elemento pictórico manifestado con más fuerza. No es que el
cuadro español sea siempre de un colorismo explosivo, ni mucho
menos: sino que predomina, y antecede como valor, a los demás
elementos pictóricos. la pintura clásica española es, ante
todo, color, no dibujo coloreado.
E.Barco *
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"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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