Arbil, apostando por los valores de la civilización cristiana

Por la Vida, la Familia, la Educación, la dignificación del Trabajo, la Unidad histórica, territorial y social de la Nación, y por la Regeneración Moral y Material de nuestra Patria y el mundo

 


Indice de contenidos

Al-Qa´ida y Osama ben Laden: un estudio "definitivo" sin "soluciones finales"
G.K Chesterton y la Europa de su tiempo
Vintila Horia (I). Testigo de la verdad en el tiempo de las mentiras
Editorial
Entre lo pequeño, lo grande
El sueño del general Yagüe
Revolución y 'Cultura de la Muerte'
De la polis griega a la civitas christiana (III). Los albores de la cristiandad
Naturaleza de las organizaciones rosacruces
La contabilidad creativa y las pérdidas contables
Actualidad de la droga
Los nuevos rostros de la "cultura" de la muerte
Católico: ¿Qué quiere decir?
"ETA pro nobis": ¿el pecado original de Iñaki Ezkerra?
San Pedro Canisio, o la ciencia de la caridad
Los Tercios de Infantería Española
Sudáfrica en la sima
¿Puede ser católico el capitalismo liberal?
El planeta amenazado
Reflexión acerca del problema electoral de los católicos
Saliendo del armario
De Gardel a Ricky Martin: un pasito palante María
Los "prudentes"
Democracia, derechos humanos y legitimidad
El totalitarismo Feminista controla la Onu. Quieren obligar a Argentina a legalizar aborto bajo presión económica
Educar con el ejemplo: entrevista al doctor David Isaacs
El cine de Woody Allen
El conflicto en Tierra Santa (I)
Reality Shows: Invasión a la intimidad personal
Sueños de libertad
Una breve historia de la arquitectura y el urbanismo de la España contemporánea
Actividades de Arbil en Chile
El movimiento personalista en España
El personalismo de E. Mounier
Anotaciones críticas sobre el personalismo
Primacía de la incomunicación de la persona
Polo político y polo profético
El gran engaño: derechos del hombre, Iglesia católica y Revolución Francesa
Ocaso y aurora. Perspectiva personalista y Ontología de la existencia


CARTAS

Revista Arbil nº 61

El planeta amenazado

por Francisco Arias Solis

Actualmente se sabe que la clave de los problemas del medio ambiente estriba en buena medida en los factores sociales, económicos y culturales que los provocan y que no será posible, por consiguiente, prevenirlos o resolverlos con medios exclusivamente tecnológicos.

 

 

Pese a la creciente sensibilización ante los problemas del medio, es preciso reconocer que las actividades realizadas han resultado claramente insuficientes para contrarrestar la tendencia a la degradación del medio ambiente.

Rara vez con anterioridad había resultado tan inquietante en el plano internacional la situación del medio ambiente.

El vertiginoso aumento de las desigualdades entre los niveles de desarrollo y las condiciones de vida de los países, así como en muchos casos dentro de los propios países, han contribuido a agravar las futuras perspectivas.

En la mayoría de los países en desarrollo, el problema fundamental obedece a una extrema pobreza; y ésta provoca a su vez la degradación de los recursos naturales.

La pauperización junto con el estancamiento o lentitud del desarrollo económico e, incluso, la regresión de éste, han seguido agravando la desforestación, la erosión en los suelos y la desertización, lo que ha dado lugar también a la destrucción de especies vegetales y animales.

Actualmente se encuentran amenazadas de extinción unas 25.000 especies vegetales y más de 1.000 especies animales.

Los países industrializados se enfrentan también a los problemas del medio ambiente asociados fundamentalmente a los modelos de crecimiento predominantes; entre los principales figura el agotamiento de ciertos recursos naturales y los diversos tipos de contaminación.

Las lluvias ácidas, el deterioro de la capa de ozono, el "efecto invernadero" y el aumento de la contaminación representan amenazas sin precedentes a la calidad de vida en el planeta.

Los residuos industriales y los desechos domésticos siguen contaminando el medio ambiente acuático.

Los gravísimos accidentes industriales de Seveso, Bhopal, etc., han puesto de manifiesto el riesgo que algunas industrias hacen correr a la vida humana y a la calidad del medio ambiente cuando no reúnen unas condiciones de seguridad de la máxima exigencia.

Por último, aunque la situación sanitaria a nivel mundial, que constituye uno de los principales indicadores de la calidad global del medio ambiente humano haya mejorado generalmente en los últimos diez años, la morbidez y la mortalidad han aumentado en muchos países en desarrollo.

En los países industrializados, hay que lamentar sobre todo el aumento de las dolencias asociadas a las condiciones de vida en los medios urbanos industriales: enfermedades cardiovasculares, respiratorias, cáncer y alteraciones psicosociales.

No cabe duda que la mayoría de los problemas proceden de situaciones socioeconómicas y de comportamientos humanos inadaptados (pobreza, desarrollo inadecuado, despilfarro de recursos naturales, etc.).

Así pues, se hace menester modificar los sistemas de conocimientos y valores que suscitan las situaciones mencionadas, para hacer frente a los retos de la preservación de la calidad del medio ambiente y de la vida, desde la perspectiva de un desarrollo constante para todos los pueblos.

Y como dijo el poeta: "Gracias a la ciencia, pienso / que el hombre va a conseguir / volver tierra y cielo infierno".

Francisco Arias Solis.
 


Revista Arbil nº 61

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